Protestan de nuevo en el centro histórico de Taxco contra el alza de 20% a la tarifa del transporte

*Por segunda ocasión exigen a las autoridades estatales su intervención ante lo que expresaron es una injusticia, aumentar un peso al pasaje en las Urvan y 4 pesos al de los taxis

Claudio Viveros Hernández

Taxco de Alarcón

Las protestas en contra del incremento a las tarifas del transporte público en Urvan y taxis, que impusieron los permisionarios y dirigentes desde mediados del mes pasado al elevarlas en 20 por ciento, se hicieron manifiestas ayer en las calles del centro histórico y en el Zócalo de la ciudad con los gritos y el hartazgo ciudadanos de un “no al alza en transporte”.
Después de que el pasado domingo un centenar de habitantes de los barrios panorámicos de Taxco bloquearan los puntos conocidos como La Cadena y El Mirador e impidieran el paso a los vehículos del transporte público por cinco horas, ayer al mediodía varias decenas de inconformes trasladaron esta lucha ciudadana a las calles, para protestar por segunda ocasión y exigir a las autoridades estatales su intervención ante lo que expresaron es una injusticia aumentar un peso a las tarifas en las Urvan y cuatro pesos en los taxis.
En una marcha pacífica que inició en La Garita rumbo al Zócalo, fueron varios los oradores que intervinieron: “es una injusticia, mientras unas personas se están llenando las bolsas de dinero, como los permisionarios, la población se está yendo al abismo con el aumento en las tarifas”, y en estas circunstancias advirtieron que “si las autoridades no hacen nada al respecto, tendremos que tomar otras acciones”.
La descubierta avanzó durante toda la marcha con una consigna en papel rojo y la leyenda en letras negras “no al alza en transporte”, con la que abarcaron la calle y siguieron a paso lento, a veces con la presión de los sonidos reiterados de los claxon de algunos vehículos atrás, limitados para avanzar debido a la protesta que no se intimidó, sino que prosiguió el camino con mayores bríos y una consigna a viva voz de mujeres y hombres inconformes que respondieron: “tenemos derecho a manifestarnos, ya estamos hartos, ya basta”.
Una vez en el Zócalo, donde permanecieron cerca de una hora, la protesta se multiplicó en participación ciudadana y ahí, al término de una misa en la parroquia de Santa Prisca, la gente se sumó en la queja contra al el alza al transporte, donde una mujer ligada a los permisionarios, descendió encolerizada de un taxi para increpar a uno de los manifestantes a quien se dirigió de frente y le espetó un “bola de huevones”, lo que tuvo como pronta respuesta un “bola de ratas” dirigidas a los dirigentes transportistas, y esa mujer luego de lanzar ofensas más airadas, atravesó el lugar y se perdió calle abajo, mientras otra más vinculada a otro dirigente transportista grababa imágenes con un teléfono celular.
En la serie de intervenciones durante la protesta, participó una señora quien argumentó también su postura: “las mujeres somos las más afectadas con el alza al pasaje, como madres de familia; sepan que esta es una lucha que estamos iniciando, si lo seguimos permitiendo nos seguirán pisoteando”.
Otro de los oradores expresó que el incremento, además de ilegal, es arbitrario e inhumano, y como parte de la protesta, llamó a los ciudadanos a manifestarse y caminar, pero no usar el transporte público”, a quien secundó otro ciudadano para invitar a la gente a resistir “porque las luchas son de resistencia”.
En el acto se observó la presencia de policías federales y agentes de Tránsito municipal, quienes eran encabezados por el director de esa dependencia, Marco Antonio Barrios Jurado, hijo del dirigente Transportista de la organización Tours, Filimón Barrios Sánchez, el cual fue severamente cuestionado en la protesta ciudadana, lo mismo que la agrupación que encabeza, a quienes señalan como responsables del alza al pasaje.
De acuerdo con los manifestantes, las protestas continuarán al no haber recibido una respuesta de las autoridades a sus demandas para echar abajo las tarifas, ya que lesionan la economía de los taxqueños, dijeron.