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Narran dos mujeres mexicanas en el Vaticano su experiencia en encuentro sobre esclavitud

Luis Alberto Madrigal Perez / Agencia Reforma

Ciudad del Vaticano

Durante un encuentro sobre esclavitud moderna y cambio climático, convocado por la Pontificia Academia para las Ciencias Sociales, dos mexicanas narraron un par de historias desgarradoras.
Ante más de 300 personas y 65 Alcaldes de todo el mundo, Ana Laura Pérez contó la historia de sus cicatrices.
“Yo fui víctima de trata laboral, en su modalidad de esclavitud. Cuando decidí escapar, tenía cicatrices hechas con palos, cables de luz, quemaduras de plancha”, narró la mexicana.
“Me obligaba(n) a planchar más de 20 horas, me tenía que dormir parada y tampoco me dejaba(n) hacer mis necesidades, las tenía que hacer en bolsas de plástico”, contó.
Por su parte, Karla Jacinto pidió a las autoridades mayores esfuerzos en la lucha contra la trata de blancas, tras relatar abusos sufridos desde la infancia.
“Tenía sólo 12 años cuando un hombre me enamoró y me prostituyó (…) Mi madre me pegaba, mis hermanos abusaban de mí. Me prostituía con más de 30 hombres diarios”, confesó.
El foro sobre trata y cambio climático congregó a los alcaldes de ciudades como Nueva York, París y Madrid, entre los que el Papa Francisco busca aliados en su defensa del medio ambiente.
El Pontífice se refirió a su reciente encíclica, Laudato si, sobre los efectos sociales de la destrucción ambiental.
“La ecología es total, es humana. Eso es lo que quise expresar en mi encíclica. Me preguntaron si es una encíclica verde. No, es una encíclica social”, apuntó Francisco.

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