Marcial Rodríguez Saldaña

Los jóvenes rechazados

Nuevamente como cada año, miles de jóvenes que tienen la ilusión, la esperanza de estudiar su bachillerato o una carrera profesional son rechazados en las instituciones de educación media superior y superior, sin tener ninguna opción de vida, por lo que son echados a su suerte sin que el Estado, los actuales gobernantes, les ofrezcan oportunidades para seguirse superando.
1.- A pesar de que desde 2011 los senadores, diputados federales y legisladores locales aprobaron una reforma constitucional para que el bachillerato fuese obligatorio en México, en los hechos han desatendido a este sector estudiantil, toda vez que existen miles de jóvenes que no les es permitido acceder a este nivel de estudios, ya que forman parte de las listas de espera, en las cuales sólo algunos logran entrar pero la inmensa mayoría no, sin tener ninguna otra opción para continuar sus estudios.
2.- A nivel superior las restricciones cada vez son mayores. Miles de jóvenes que quieren ingresar a este ámbito educativo, que hacen su mayor esfuerzo para seguir estudiando, sobre todo en las áreas de la salud (Medicina, Odontología, Ciencias Químicas o Enfermería) son rechazados de las universidades públicas, les cierran las puertas a su aspiración de ser profesionistas, a prepararse, a formar parte de  los recursos humanos valiosos que la población necesita para atender sus necesidades prioritarias.
3.- El rechazo a miles de jóvenes en México y en Guerrero, es producto de las políticas neoliberales que han aplicado los últimos gobiernos del PRI y del PAN quienes han tomado decisiones tendientes a fortalecer la privatización de la educación en detrimento de la educación pública, es por ello que cada año crece el número de jóvenes que son rechazados de las instituciones públicas de educación media superior y superior, sin que exista ninguna opción que ofrecerles, lo cual conlleva que estos jóvenes se conviertan en una generación sin destino.
4.- He recibido muchas peticiones para ayudar a que jóvenes puedan continuar sus estudios de bachillerato y licenciatura; he percibido el ferviente deseo de ellos, de sus padres y familiares para que puedan salir en las listas de los afortunados que sí podrán ingresar a estudiar; sin embargo, se siente una impotencia de no poder ayudarlos, de no poder hacer mucho por ellos, ya que las burocracias gubernamentales han optado por el camino de cerrarles las puertas a estos miles de jóvenes que son condenados a ser una generación perdida y sin futuro.
5.- Pero la sociedad es cambiante, transformadora, ni los jóvenes rechazados, ni sus familiares ni el pueblo pueden resignarse a que esto siga así. Es necesario que el pueblo reaccione, que exija con determinación sus derechos, y el de la educación es uno de los más importantes. Mientras que la tendencia educativa del siglo XXI es hacia la máxima educación de los habitantes del planeta, los gobernantes en México van en sentido contrario, prefieren gastar los impuestos, los recursos públicos en lujos como lo hace Peña Nieto en todos sus viajes internacionales, en tanto que a miles de jóvenes se les cierran las puertas para que estudien y los funcionarios de casi todos los niveles de gobierno viven en la fastuosidad.

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