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Llevan al cine la vida de Rocío Mesino y su familia en la película La misma sangre

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La misma sangre es un proyecto cinematográfico contado desde la intimidad de la familia Mesino, integrantes de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), que promueve la compañía Libre Films desde la muerte de la luchadora social Rocío Mesino el 20 de octubre de 2013.
El director del largometraje, Ángel Linares, recordó que conoció a Rocío Mesino y la historia de su familia durante la producción de Montañas invisibles, un documental sobre las vivencias de mujeres de Atoyac, tras la desaparición de sus hijos y esposos en los años 70, acusados de ser simpatizantes de la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos.
Aclaró que lo sorprendió el homicidio de la luchadora social, pese a que ella misma les dijo que sabía que su vida estaba en riesgo. Falleció dos días antes de la presentación del documental, y el cortometraje fue premiado en el festival de Cine de Morelia ese mismo año.
Vía telefónica, Linares relató que el proyecto es sobre 40 años de vida en la cotidianidad de esta familia donde permea la historia política, económica y social de Guerrero.
Señaló que es una película política, desde lo más intimo, lo humano y emocional de los Mesino, “queremos saber, más allá de la denuncia, la dinámica familiar de ellos, cómo es el día a día, cómo estos eventos tan trágicos van permeando en su cotidianidad”.
Señaló que desde los años 70 los Mesino son víctimas de la violencia institucional. Alberto, hermano de Hilario Mesino, padre de Rocío Mesino, fue desaparecido durante la llamada guerra sucia.
“Entiendo a los Mesino como una síntesis de lo que significa ser activistas campesinos y de cómo el Estado ha venido atacando a los luchadores, es una especie de microcosmos para hacer una radiografía de persecución y represión en el estado”, explicó.
De la muerte de Rocío Mesino señaló que “es bien particular, no esperábamos que pasaría, a pesar de que era un escenario que ella misma había hablado”.
Reveló que tiene un video de la luchadora en la comunidad de El Escorpión, en la sierra de Atoyac. Fue el momento de mayor cercanía con Rocío “y de ahí hay grabaciones muy amateur, como en una dinámica muy familiar… como estos grandes luchadores sociales que representan la historia de Guerrero, queremos ir de la micro historia más intima para entender la historia política y social”.
En este tenor, la cinta está dirigida a un público amplio, para dar voz a los casos menos conocidos en el país y a nivel nacional.
Precisó que el proyecto en desarrollo se va a rodar en 2016 y prevé terminar el fin de año. En tanto, participan en distintas convocatorias para garantizar el financiamiento y la producción del proyecto independiente.
Dijo que en diciembre del año pasado participó en el taller de proyectos cinematográficos de la Escuela de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños en Cuba, y ahí obtuvo un premio para la compra de las cámaras. Agregó que esta semana estuvo en el festival internacional de Cine de Guanajuato, y va a una tercera etapa y financiamiento en el Programa Ibermedia de Proyectos Cinematográficos de Centroamérica y el Caribe.
Destacó que Rocío Mesino y su papá Hilario fueron facilitadores y gestores en el proyecto de Montañas invisibles, y “a partir de ello empiezo a conocer a la familia, llego a Atoyac, a una historia fascinante de esta familia”.
El productor del proyecto, Miguel Ángel Sánchez, y el director, Ángel Linares, egresaron del Centro de Estudios Universitarios Cinematográficos de la UNAM, este año. Los dos son jóvenes, de 33 y 23 años, respectivamente.
Ángel Linares, recién egresado, añadió que siguen madurando el guión para garantizar una producción exitosa, y más allá del lucro, “creemos que podemos contribuir a la reconstrucción de la memoria histórica y a la reconstrucción de tejido social en América Latina”.

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