“Eso dice él”, contesta la dirigente Antonia Morales a lo dicho por Ortega de que sí habrá inicio de clases

La comisionada de la CETEG asegura que el llamado al paro nacional acordado con la CNTE, sigue vigente, sobre todo ahora si no se deroga la reforma educativa

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Una risa corta es la primera respuesta de la líder de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), Antonia Morales Vélez, opositora al secretario general Ramos Reyes Guerrero, a la declaración del gobernador Rogelio Ortega Martínez, ante senadores, de que en el estado sí habrá clases al inicio del ciclo escolar.
Añadió: “Eso dice él, nosotros tenemos un plan de acción, a partir del nuevo ingreso no vamos a iniciar clases, seguimos en la lucha civil y pacífica, continuamos. Podrá decir mil cosas, que está en paz el estado, que no hay violencia, pero la realidad, los guerrerenses y mexicanos en todo el país la conocen”.
La dirigente magisterial aseguró que el llamado al paro nacional acordado con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sigue vigente, sobre todo ahora, si la reforma educativa no es derogada.
Pero de eso no hay indicios, por el contrario, la acciones del gobierno federal contra el magisterio de Oaxaca, en manos de la CNTE, hace evidente que quieren terminar con todas expresiones en contra de la política de gobierno para el sector educativo.
Morales Vélez confirmó que la fracción de la CETEG que mantiene el plantón en el zócalo de Chilpancingo, tiene un plan de acción y la siguiente actividad en el estado es la marcha el 30 de junio, en la capital, que se va a concentrar en la estatua de Nicolás Bravo.
Sobre el respaldo al secretario de la sección 22 de Oaxaca, Rubén Núñez, quien ya tiene una orden de aprehensión, informó que este viernes lo acompañaron con una comisión a un mitin en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “estamos con nuestros compañeros, porque un golpe a Oaxaca es un golpe a la CNTE, y nos tiene que doler a todos”.
Se suman a la exigencia de autonomía de la sección 22, “no sólo nos solidarizamos con mensajes, es en la vía de los hechos, y entendemos que esta agresión es una política que viene de la presidencia de la República, de la organizacion Mexicanos Primero, que encabezan empresarios que nada han hecho ni tienen relación con la educación pública”.
Insistió en que la política educativa de la federación obedece a órdenes de las grandes transnacionales y sólo les interesa que la población siga sumida en la miseria y en la ignorancia, “queremos decir que no vamos a permitir ninguna agresión más”.
Sobre las declaraciones de Rogelio Ortega, de que evitó la aplicación de órdenes de aprehensión contra ella y otros líderes del magisterio de Guerrero, dijo “si es que evitó, la aprehensión, fue por la lucha que vino dando en su momento, esa parte la desconozco”.
También dijo que nada sabe de dos órdenes de aprehensión contra el ex dirigente de la CETEG, Minervino Morán Hernández, que en la televisión del Congreso mencionó una senadora del PAN, el jueves, en una mesa de análisis con Ortega Martínez.
Señaló que si existen nuevas órdenes de aprehensión, entiende que los panistas las están promoviendo, “son ellos los que en lugar de salvaguardar los intereses del pueblo, han venido poniendo el dedo a luchadores sociales, esa es la mística de ellos, porque debieron ser ellos los encargados de salvaguardar derechos de los maestros, pero (con las reformas) vienen lacerando al pueblo y en este sentido a los luchadores de la educación”.
A la corriente de maestros institucionales de la sección 14, de Guerrero, que han expresado su interés en protestar contra las reformas, los llamó a olvidar otro tipo de situaciones, “para  luchar y caminar juntos en las coincidencias, unidad en la acción, decimos es hoy o nunca, para defender la plaza base y la educación laica y gratuita”.
Anunció que ese bloque del magisterio disidente parte a la ciudad de México, a una asamblea nacional, y se queda a la 14 acción global por Ayotzinapa, a diez meses de la desaparición forzada de los normalistas en Iguala.