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La violencia sigue siendo “un reto” luego de cinco desafiantes años como arzobispo: Garfias

*El prelado católico considera que hay tiempos establecidos para el cambio de gobierno estatal, luego de que Rogelio Ortega sugirió a los senadores adelantar la entrega del cargo a Astudillo debido a la crisis de las finanzas públicas

Mariana Labastida

El arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, calificó como desafiantes los primeros cinco años que lleva en Guerrero, en su cargo, para generar un proyecto de construcción de paz.
El prelado dijo que la violencia sigue siendo también “un reto y un desafío”, para las autoridades, quienes deben crear estrategias oportunas para generar condiciones de seguridad.
Garfias Merlos consideró que hay tiempos establecidos para el cambio de gobierno estatal, luego de que el gobernador Rogelio Ortega Martínez sugirió a los senadores adelantar la entrega del cargo al gobernador electo, Héctor Astudillo Flores.
El sacerdote indicó que el proceso de entrega-recepción es una oportunidad de que se pongan en la mesa las acciones más urgentes y relevantes a favor de Guerrero, que quede claro el estado que guarda cada dependencia.
Manifestó como oportuno el diálogo entre el gobierno del estado y federal, para resolver el problema del déficit en las finanzas dado a conocer por el secretario de Finanzas, Eliseo Moyao Morales.
De lo dicho por el alcalde electo, Evodio Velázquez, de las fallas en las estrategias de seguridad del Grupo de Coordinación Guerrero, expuso que debe de ser dentro del mismo organismo donde se tiene que analizar en qué están fallando.
En su conferencia de prensa dominical, consultado sobre cómo han sido sus primeros cinco años como arzobispo, Garfias Merlos expuso que ha sido “una experiencia desafiante”, dentro de la realidad que se vive en Guerrero. Recordó que a su llegada a Acapulco planteó un proyecto de construcción de la paz, basado en la carta publicada por los obispos en 2010: Cristo nuestra paz en México tenga vida digna, que ha orientado y guiado el programa de la Iglesia.
El sacerdote dijo que ha logrado tener un camino en el que se han ido generando alternativas concretas y a través el observatorio de pastoral, en el cual se ve la realidad de la violencia. Aunque “todo lo que hacemos queda diluido ante la realidad tan desafiante”, sin embargo aseguró que la Iglesia sí ha logrado avanzar en la construcción de la paz.
El prelado católico reiteró que es lamentable y triste la violencia que se ha ido “exacerbando” en Acapulco, que seguirá siendo “un reto y un desafió para las autoridades, que puedan crear las estrategias oportunas para que se puedan generar mejores condiciones de seguridad”.
Agregó que también le toca a la Iglesia, así como a los ciudadanos, estar al pendiente de las víctimas de la violencia. La Iglesia, dijo Carlos Garfias, sigue generando centros de escucha que quiere convertirlos en Centros de Reconciliación y de Perdón. Y resaltó el funcionamiento del Centro de Jóvenes por la Paz, que se inauguró el lunes 13 de julio, porque “creemos que todos hemos sido corresponsables en la generación y el desarrollo de la violencia que padecemos y que podemos convertirnos en agentes de cambio”.
En relación con la corresponsabilidad de la Iglesia en el trato de la violencia, Garfias Merlos recalcó que han buscado formas de evitarla y predicar para que no se realice, en un empeño de generar condiciones de respeto dentro de las familias. Recordó a los jóvenes que pueden buscar acompañamiento en las parroquias, donde se les pueden ayudar para que no dejen los estudios o cuando necesiten una alternativa de empleo.
Garfias Merlos consideró ante lo dicho por el alcalde electo, Evodio Velázquez, de que están fallando las estrategias del Grupo de Coordinación Guerrero, que tienen que hacerse las revisiones pertinentes para determinar las fallas en la seguridad.
En el comunicado dominical, en el que se refirió a la inauguración del Centro de Jóvenes para la Paz, el arzobispo se refirió al proceso de transición del gobierno estatal, dijo que es la oportunidad para poner atención a las necesidades más urgentes y relevantes. “Más allá de cualquier disputa o inconformidad política, el proceso de transición es fundamental para poder dejar constancia de los avances, los pendientes y los retos a asumir en la próxima administración estatal”.
Agregó que es indispensable que durante el periodo de la entrega-recepción se deje en claro la situación de las diferentes dependencias, en el uso del presupuesto ejercidos y programas.
Del déficit que informó el secretario de Finanzas, que existe en el gobierno del estado de 13 mil 500 millones de pesos, y están pidiendo la devolución de lo pagado por las 12 mil 326 plazas de la Secretaría de Educación, Garfias Merlos dijo que son problemas localizados, que se tiene que buscar el diálogo con las instancias pertinentes con el gobierno federal.
De la sugerencia de Rogelio Ortega, de adelantar la entrega del gobierno estatal al gobernador electo, Carlos Garfias indicó que hay una Constitución, que las leyes son precisas y que se tiene que ajustar a lo establecido, al tiempo de transición. Añadió que Rogelio Ortega tendrá que dar cuentas en su momento de lo hecho en su gobierno, ante el problema económico en el que se encuentra el estado.

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