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Marchan vecinos de Iguala por seguridad; se incrementaron los asaltos, denuncian

*Acusan de abusos de autoridad, prepotencia, soberbia y operaciones arbitrarias a la Gendarmería. Aplican multas excesivas sin dar cuenta de los recursos que se generan, señalan

Alejandro Guerrero

Iguala

Ciudadanos de Iguala marcharon la tarde de ayer en exigencia de seguridad y mayor vigilancia de los policías de la Gendarmería Nacional, ante el incremento de robos y asaltos a plena luz del día a mano armada.
Repudiaron que el alcalde interino, Silviano Mendiola Pérez, se deslinde de su responsabilidad y atribuya la seguridad a la Policía Federal, “para lavarse las manos”.
La marcha de ayer fue convocada a través de la red social Facebook, donde familiares de Rolando Mauricio Salgado Olea de 34 años, detenido el 21 de julio por la Gendarmería y acusado de secuestro, denunciaron que fue obligado “bajo tortura” a firmar su declaración por agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la ciudad de México.
La marcha inició a las 5:50 de la tarde desde la estatua a La Patria Trigarante, frente a la terminal de la Estrella de Oro, y el grupo de unos 80 ciudadanos caminaron a paso lento sobre la avenida Bandera Nacional.
El coordinador del Bloque Democrático de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala, Ignacio Suárez Guevara, quien apoya el movimiento por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a través de un aparato de sonido montado en un automóvil dijo que la marcha era para exigir a los policías de la Gendarmería Nacional, que den seguridad a los vecinos y comerciantes, “ante la ola de violencia, de inseguridad, de asaltos y robos a mano armada que se han registrado en las últimas semanas a plena luz del día a peatones y comercios del centro de la ciudad”.
Repudió que el alcalde Silviano Mendiola Pérez no asuma su papel para garantizar la seguridad de sus gobernados, y se deslinde de su responsabilidad porque dice que la seguridad está en manos de la federación, “queremos que no sea un Pilatos que se lava las manos”.
Convocó a los ciudadanos a unirse a la marcha ciudadana en exigencia de seguridad para los habitantes de Iguala, “tenemos que poner un ya basta a la ola de asaltos, de robos, de ejecuciones, atentados y hoy nos unimos para exigir a las autoridades municipales este reclamo”.
Exigió al alcalde Mendiola Pérez que “dé a conocer la recomendación que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dio a su gobierno por la violación a los derechos humanos en el municipio”, pero no dio detalles al respecto.
Denunció abusos de autoridad, prepotencia, soberbia y operaciones arbitrarias de la Gendarmería, con cobros excesivos sin dar cuenta de los recursos que generan por multas, y que han perjudicado más a la economía de Iguala, afectada desde septiembre tras los ataques a los estudiantes de Ayotzinapa.
La marcha, “es para exigir que haya más seguridad, rondines y mayor prontitud de la Policía Federal división Gendarmería, a los llamados de auxilio de la ciudadanía”.
Al frente de la marcha, familiares, amigos y compañeros del profesor de preescolar Rolando Mauricio Salgado Olea mostraron una lona con la leyenda: “La injusticia a una persona es una amenaza para toda la sociedad. Exigimos justicia; Rolando Mauricio Salgado Olea es inocente”.

Bajo tortura se declaró culpable de secuestro

Cristóbal, hermano del profesor Rolando Salgado denunció ante los medios de comunicación que el 21 de julio supuestos agentes de la Gendarmería, vestidos de civil, con armas largas y en vehículos particulares detuvieron a su hermano cerca de su casa, sin una orden de aprehensión y le imputaron el delito de secuestro, por el que ya fue consignado a un penal federal.
Dijo que platicó días después con su hermano, preso en un penal federal de alta seguridad, quien le dijo que “bajo tortura” agentes de la SEIDO lo obligaron a firmar sus declaraciones en las que se declaró culpable de secuestro.
Informó que el día de su detención, frente a su madre, lo “pasearon” durante mucho tiempo en el vehículo en el que lo subieron, como parte de una tortura psicológica.
La marcha de ayer llegó a las 6:15 de la tarde frente a la sede del Ayuntamiento, donde se detuvo unos 10 minutos y bloqueó la circulación, en exigencia de una audiencia con el alcalde Mendiola Pérez, pero jamás llegó.
Finalmente siguió a la parroquia de San Francisco de Asís, donde se hizo una misa por Orlando Salgado en espera de justicia y su liberación.

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