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Error de dedo, las alteraciones en datos de los cuatro desaparecidos, dice el secretario de Salud

*Edmundo Escobar Habeica responsabiliza al médico que realizó la autopsia a los cadáveres hallados en la sierra de Chilpancingo. Compareció ayer ante la Comisión de Salud del Congreso

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

“Fue un error de dedo” la modificación de las características de los presuntos cuerpos de los trabajadores de Salud desaparecidos desde el 19 de junio, informó el secretario de Salud del gobierno estatal, Edmundo Dantés Escobar Habeica, en su comparecencia ayer ante la Comisión de Salud del Congreso local.
El diputado perredista Nicanor Adame Serrano preguntó casi al final de la reunión por el caso, y la respuesta del secretario fue que tras recibir el oficio del fiscal para que se presentara a declarar por el caso de la responsabilidad de los trabajadores del Semefo, que modificaron información que provocó la desconfianza y negativa de los familiares a reconocer que los cuerpos encontrados en una comunidad de Chilpancingo eran los que buscaban, explicó que “el error no fue de la secretaría, fue del Semefo y del forense especialista que en lugar de haber reportado que el cuerpo mide 1.79 y no 1.89 como se dictaminó en el acta de necropsia”.
Y al igual que el fiscal Miguel Angel Godínez Muñoz, también el secretario de Salud se deslindó del error y afirmó que fue del personal del área.
El secretario decidió responder por escrito a la fiscalía y comentó que buscó información a través del director estatal de los Semefos para responder, y dijo que contestó que el que tendría que declarar es el médico que hizo la necropsia.
Comentó que el dictamen es del médico Alfonso Ramírez Trinidad.
Dijo que el médico que realizó la necropsia ya compareció ante la Fiscalía y aclaró que fue un error en la transcripción de los datos y no en el proceso o una alteración intencional.
“Desde aquí le respondo al fiscal del estado, mi respeto por su actuación, pero la Secretaría de Salud también está haciendo lo que le corresponde y creo que hasta un error de dedo, porque aquí participan hasta los administrativos, pueden condicionar esta situación que ya debó haber quedado aclarada”, dijo Escobar Habeica.
Informó que en las cuentas de los médicos desaparecidos se continúa depositando su salario, con otros códigos de seguridad para evitar el uso indebido de sus cuentas, y afirmó que no se ha aplicado ninguna medida restrictiva a los trabajadores de la dependencia que han salido a manifestarse por la presentación de sus compañeros.
En la reunión de trabajo estuvieron  la presidenta de la comisión, Norma Yolanda Armenta, el secretario Roger Arellano Sotelo, Margarita Nava Muñoz, y otros diputados asistentes fueron Nicanor Adame Serrano y Banny López Rosas.

Seis mil 300 plazas sin techo presupuestal

Por otra parte, el funcionario informó que el déficit anual de la dependencia es de 600 millones de pesos y el adeudo histórico es de 3 mil 500 millones, que empezó en 2007.
En la reunión de trabajo informó que parte del déficit es generado por la plantilla laboral que no tiene techo presupuestal porque sus plazas no están reconocidas.
Detalló que hay un total de 18 mil 828 médicos, especialistas, enfermeras y paramédicos, y que la demanda se incrementa cada año y en los últimos es “exorbitante”.
Dijo que el techo presupuestal de la dependencia es para unos 13 mil trabajadores y que son 6 mil 300 los que no tienen techo presupuestal y que eso es lo que va generando el déficit en la dependencia, que se va sumando al total del gobierno estatal.
Precisó que todas esos espacios de trabajo sin techo presupuestal son necesarios por la demanda de salud en el estado, pero apuntó que han tenido que pagarlas “estirando el billete, con economía, con recursos propios de la dependencia”.
Manifestó que está tratando de contener el problema haciendo un llamado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que reconozca que la demanda en servicios de salud en el estado es real y que no se está inventando, y que eso se traduzca en mayor inversión en obra y equipamiento.
Los trabajadores sin techo presupuestal “son el verdadero problema de la Secretaría de Salud”, dijo el funcionario, y adelantó que no se despedirá a ninguno porque todos hacen falta.
Afirmó que con “alquimia y con magia se cubre el pago de esa plantilla”, pero el objetivo de la dependencia es que sean reconocidos para poder detener el incremento de los pasivos que se generan.
Porque han tenido que tomar dinero de programas de atención en salud “y esto no está bien, esto está observado”, y recordó el déficit “bastante significativo”, porque no se puede pagar a 6 mil 300 trabajadores que están fuera del techo presupuestal. Adame Serrano preguntó por la sustracción de medicamento de los centros de salud, y el funcionario reconoció “el robo, perdón, la sustracción hormiga”, que es una práctica que ha ocurrido y que sigue pasando.
Dijo que es necesaria una fiscalización de medicamentos y supervisión directa de todas las recetas y sancionar penalmente a los médicos que utilicen de manera particular medicamento del sector Salud.

Un guatemalteco trajo la chikungunya

De la epidemia de chikungunya  dijo que según las investigaciones que han realizado, los primeros casos ocurrieron en Juchitán, en la Costa Chica, y que fue un hombre de origen guatemalteco el que portaba el virus y al ser picado por un zancudo infectó a la familia de la casa donde se quedó, y esos fueron los primeros casos registrados.
Dijo que las zonas más afectadas son las regiones Costa Grande, Costa Chica y Acapulco, este último considerado como foco rojo.
Hasta ayer había 17 mil 223 casos sospechosos y sólo 925 casos positivos.
También explicó que no en todos se realiza la prueba para confirmar la enfermedad porque es muy cara, pues el costo por cada 125 pruebas es de 250 mil pesos.
Comentó que hubo municipios y colonias en las que no pudieron entrar a realizar fumigaciones y con la campaña de contención del virus, como Coahuayutla, “por cuestiones de seguridad”.
En ese caso, dijo que los amenazaron de muerte si intentaban entrar, así como otra comunidad de “otro municipio de la Costa Grande”.
Señaló que a la dependencia le han quitado “muchas” camionetas y el último caso ocurrió en Acapulco, en la Costera, donde hombres armados los despojaron del vehículo.
Negó que hubiera muertes por la enfermedad porque no es mortal, y que podría llevar a complicaciones de salud a enfermos crónicos recién nacidos, mujeres embarazadas y de la tercera edad.
Dijo que en el caso de Acapulco hay colonias en las que es imposible entrar y se refirió a la Jardines, porque apuntó que están controladas “por los amigos (en referencia a la delincuencia organizada), cómo lo hacemos, si no nos dejan entrar”, ese es un foco rojo dentro del foco rojo que ya representa el municipio.
Dijo que hubo irregularidades y mal trabajo de los vectores y de las jurisdicciones, que informaron en los primeros meses de año que el problema estaba contenido pero que no fue cierto y ese fue el motivo por el que se complicó la epidemia.

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