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El narcotráfico debería ser abordado por los gobiernos como un problema de salud, dice cineasta brasileño

*Si se aprueba una segunda temporada de la serie Narcos, se ubicará su trama en buena medida en México, destaca el director José Padilha

Fidel Orantes / Agencia Reforma

Los Ángeles

La ruta de la cocaína conduce inevitablemente hacia México; por eso, si se aprueba una segunda temporada, la serie Narcos ubicará parte de su trama en el país, admitió el director José Padilha (Tropa de élite 1 y 2).
“La propuesta es seguir la historia de la cocaína, la cual inició en Chile y llegó a Colombia; ahí se mantuvo un tiempo, pero después se movió y México se convirtió en el principal escenario donde se vive la guerra contra el narcotráfico. Si tenemos la suficiente suerte y el éxito para conseguir la segunda temporada, tiene sentido que terminemos grabando ahí, ése es nuestro objetivo”, dijo el brasileño en entrevista.
La primera entrega del show, que estará disponible el 28 de agosto en Netflix, tiene como personaje principal al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, el primero en forjar un emporio con el tráfico de cocaína.
Padilha sabe que existen personajes como Aurelio Casillas, El Señor de los Cielos, a quien en su momento se le consideró el rival de Escobar, y lo podría incluir en la trama. Pero asegura que otra temática central tendría que ser la corrupción del sistema judicial mexicano.
“Aún no he hecho una buena investigación, pero tengo el presentimiento de que en México, como en Brasil, la policía y las autoridades son gran parte del problema, no de la solución. Así como ustedes, nosotros también tenemos que hacer un cambio radical en la policía y el ejército si queremos solucionar esto. La cantidad de violencia en México es increíble, tenemos lo mismo en Brasil y, en su momento, también en Colombia”.
Se rumora que la segunda temporada de la serie, que cuenta con la participación de Wagner Moura, Pedro Pascal, Ana de la Reguera y Paulina Gaitán, entre otros, comenzará producción en los próximos meses.
Por lo pronto, la primera entrega de Narcos también muestra la perspectiva de unos agentes estadunidenses de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su siglas en inglés).
Y es que uno de los objetivos de Padilha era hacer un show con una visión más amplia del mundo del narcotráfico, en el que Estados Unidos está involucrado.
“Queríamos tener el punto de vista de la gente de la DEA, que estuvo en Colombia y que lo vivió en carne propia. Si eras un agente en un país extranjero que lidiaba con eso, claro que no podías evitar a los muertos, las bombas, los aviones derribados y el horror que esta guerra crea. Pero lo que provoca todo esto es la demanda. Es el hecho de que alguien tiene el dinero para adquirir cocaína, y esa persona está principalmente en Estados Unidos. No puedes separar los malos de los buenos, no hay Pablo Escobar sin los consumidores de cocaína”, sostuvo el realizador de RoboCop (2014).
Padilha considera que el narcotráfico debería ser abordado por los gobiernos como un problema de salud, en lugar de utilizar la fuerza para combatirlo, como se ha hecho en México.
“Todo se reduce a tratar de destruir o erradicar a los proveedores, pero mientras exista una fuerte demanda, como hasta ahora, existirá alguien que genere la droga. Y todo está relacionado a una adicción, a un problema de salud. Se necesita generar una estructura de salud pública capaz de lidiar con las adicciones de una manera adecuada, pero no se hace. Preferimos gastar el dinero en armas que invertirlo en programas de salud”, mencionó el director.

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