Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Empecemos por la legalidad

*Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera. Albert Einstein.

Uno de los problemas centrales de la grave situación política y social que vivimos en el país y particularmente en Guerrero es el déficit de legalidad, y como muestra de esta realidad tenemos por ejemplo que 9 de cada 10 películas que se ven en los hogares mexicanos son piratas, la mitad de las prendas de vestir que se usan son de contrabando; casi el 60 del software de computadoras carece de licencias y que el mercado de la piratería se estima que en valor es hasta 3.5 veces más grande que las remesas.
En términos de impunidad, México es el segundo país con más altos índices de impunidad, más del 98 por ciento de los delitos queda sin castigo y en su gran mayoría no se inicia siquiera una averiguación previa. En el año 2010 de cada 10 asesinatos 8 no son sancionados.
En lo que respecta a la corrupción, 44 de cada 100 empresas ha pagado un soborno y cada día se registran más de 4 millones de actos de pequeña corrupción en nuestro país de acuerdo con el Inegi, sin considerar la corrupción que se lleva a cabo en el sector público que es inmensamente lacerante para el país.
En las percepciones la gran mayoría de los mexicanos está convencida también de que las leyes sólo protegen a los poderosos y uno de cada tres cree que es de tontos cumplir la ley, si la mayoría la incumple. Los mexicanos no vemos a la ley como una norma de carácter obligatorio.
La ilegalidad no solo es caldo de cultivo para la corrupción sino de pobreza, al ocasionar el desvío de una gran cantidad de recursos hacia fines ilícitos que deberían orientase a la satisfacción de necesidades sociales y el cumplimiento de obligaciones ciudadanas y de gobierno, todo lo cual deriva en la generación de injusticias, caos y desorden social, la aparición de espacios sin ley.
Este es para Guerrero uno de los principales retos que tenemos como sociedad: propiciar la legalidad o el cumplimiento y respeto a la ley, situación que para empezar a alcanzarla debe empezar por el gobierno, surgir desde ahí la conducta ejemplar que incentive, contagie y marque el derrotero de cómo se van a empezar a hacer las cosas en la entidad.
Próximo el inicio de sus gestiones, los gobiernos estatal y municipales en Guerrero, así como los nuevos representante de la soberanía del estado, deberían empezar por dar muestras en este sentido y no solo abocarse a administrar el poder; la sociedad necesita replicar la honestidad y el comportamiento legal de sus gobernantes.
Si la sociedad ve que sus gobernantes se conducen, propician y convocan a la legalidad, entenderá que esa es la ruta, y por eso vale la pena poner este tema en el centro del arranque de las nuevas administraciones estatal y municipales, pues Guerrero no aguantará mucho en la ruta de la ilegalidad, de la tierra sin ley, de la ley de la selva.
Vuela vuela palomita y ve y dile: Al Piojo Herrera que si la ilegalidad le permitió ganar el partido a Panamá, debió haber entendido que no le iba a servir para agredir y recordarle la mamá a quien quisiera.

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