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Ejecutan al jefe ministerial Urquizo en Chilpancingo; ubican agentes a sus agresores y matan a cuatro

* El comandante regional de la Policía Ministerial fue atacado a las 9 de la mañana cerca del panteón

*Después agentes catean un negocio de grúas por el crucero de Chichihualco donde se desata un enfrentamiento

*Un agente recibió un balazo

*Hay seis detenidos, entre ellos un menor de edad

*El jefe policiaco había sido reinstalado hace poco

*El fiscal Godínez dijo que la dependencia está de luto y llamó a cerrar filas a sus integrates

*El mando fue señalado de servir a la delincuencia organizada y cesado dos veces, una por recomendación de la CNDH

*Estuvo implicado en la operación en que murieron dos normalistas de Ayotzinapa en diciembre de 2011 y acusado del ataque al director de Averiguaciones Previas Marciano Peñaloza

Ejecutan al comandante Urquizo en la capital; hallan policías a sus agresores y matan a cuatro

*El jefe regional de la Policía Ministerial fue atacado a las 9 de la mañana cerca del panteón. Después agentes catean un negocio de grúas por el crucero de Chichihualco donde se desata un enfrentamiento. Uno de los muertos fue trasladado herido al hospital general. Un agente recibió un balazo. Hay seis detenidos, entre ellos un menor de edad. El jefe policiaco había sido reinstalado hace poco

Redacción

Chilpancingo

El comandante regional de la zona Centro de la Policía Investigadora Ministerial, David Jesús Urquizo Molina fue asesinado a balazos en la calle Ayutla, cerca del panteón central y de la 35 Zona Militar en la colonia Progreso de esta ciudad, cuando se dirigía a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE) al sur de la ciudad, y pese a que repelió el ataque de sus agresores.
Después del atentado, agentes ministeriales y policías estatales catearon el negocio Grúas Omar Avilés Ríos, en la Autopista del Sol cerca del crucero de Chichihualco al norte de la capital, donde hubo otro enfrentamiento a balazos, del que resultaron muertos tres civiles armados y cuatro personas más resultaron heridas, entre ellas un policía ministerial, pero en la tarde, uno de los presuntos sicarios heridos murió en el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón. Además fueron detenidos un menor de edad y otros cinco hombres.
Tras el enfrentamiento en la carretera se informó que fueron detenidas ocho personas, aunque en la tarde en un boletín la Fiscalía General del Estado dijo que sólo detuvo a tres hombres adultos y a un menor halcón, como se les llama a los informantes de los grupos del crimen organizado).
Por la tarde, el fiscal Miguel Ángel Godínez Muñoz ofreció una conferencia de prensa en la que dijo que tras el asesinato de Urquizo Molina se recibió un aviso vía radio, de que en el bulevar Vicente Guerrero en el crucero a la comunidad de Chichihualco circulaba un vehículo Versa gris con un neumático desprendido, en el que viajaban varios hombres armados.
Policías estatales y ministeriales llegaron al negocio Grúas Avilés y hombres les dispararon e hirieron a un agente, y en la respuesta policiaca quedaron “tres de los agresores muertos, así como  tres agresores heridos que se encuentran en calidad de detenidos, los cuales fueron trasladados al hospital general de esta ciudad”, dijo Godínez.
Del menor de edad agregó que “fue el encargado de vigilar los movimientos” de Urquizo Molina para “facilitar la labor de los homicidas”.
Informó que la Fiscalía inició la averiguación previa BRA/SC/01/2078/2015 por el delito de homicidio doloso en contra de quien resulte responsable.
En preguntas y respuestas descartó que el móvil del asesinato tenga relación con los ataques a estudiantes de Ayotzinapa en 2011 o que Urquizo estuviera involucrado con el crimen organizado. “Se está investigando cuál es el móvil, él no tiene una denuncia ni señalamiento”, dijo el fiscal en respuesta a preguntas de los reporteros.

Hallan 90 casquillos percutidos de cuerno de chivo y de AR-15 en el ataque al jefe policiaco

El fiscal dijo que Urquizo fue interceptado en la calle Ayutla de la colonia Progreso de esta ciudad, por un grupo de al parecer cuatro hombres armados.
Agregó que allí se encontraron diversos cascajos de calibre 7.62 X 39 milímetros, para el fusil de asalto AK-47 conocido como cuerno de chivo y .223 para AR-15, así como algunos de calibre 9 milímetros.
Según la Secretaría de Seguridad Pública, a las 9 de la mañana una llamada anónima avisó de una balacera entre las calles Ayutla y Madero en la colonia Progreso, que provocó pánico entre quienes pasaban por el lugar.
Fuentes ministeriales informaron que hombres a bordo de un taxi marcado con el número 655, un Bora gris y un SEAT Córdoba atacaron a balazos al jefe policiaco, quien iba a bordo de una camioneta RAM blanca con placas HE-22-993 de Guerrero, cuando salía de su casa en la colonia Nicolás Bravo, lo que provocó una persecución.
En la calle  Ayutla, esquina con Madero, cerca de la entrada del panteón central, el comandante Urquizo Molina se bajó del vehículo armado con un rifle de asalto AR-15 y una pistola calibre 9 milímetros, y ahí fue asesinado. Se supo que tenía impactos de bala en el cuerpo y uno en la cabeza.
El jefe policiaco vestía una playera azul cielo con rayas, pantalón de mezclilla y zapatos negros, su cuerpo quedó tendido boca arriba a un lado de la camioneta que conducía, y de las dos armas que portaba.
En la calle Ayutla las autoridades encontraron 90 casquillos percutidos de rifles de asalto AK-47 o Cuerno de Chivo y de AR-15.
En el ataque resultaron con impactos de bala la fachada de una casa, una camioneta blanca Nissan Xtrailer y un vehículo Honda, que estaban estacionados en el lugar.

El enfrentamiento en el negocio Grúas Omar Avilés Ríos

Fuentes ministeriales informaron que después del asesinato del comandante David Jesús Urquizo, agentes ministeriales y estatales se movilizaron para detener a los agresores.
Cerca de las 10:40 de la mañana los ministeriales se enfrentaron a balazos con civiles armados en el negocio Grúas Omar Avilés Ríos, cerca del crucero a Chichihualco.
Los agentes ministeriales y estatales encontraron ahí a hombres armados a quienes les pidieron que entregaran las armas. Éstos se negaron y comenzó un enfrentamiento a balazos.
Los cuerpos de los tres civiles quedaron a un lado del negocio en el bulevar Vicente Guerrero.
Uno vestía una playera naranja, pantalón de mezclilla negro y tenis; otro llevaba una playera negra, pantalón azul y zapatos, y el  último portaba una playera roja, pantalón negro y zapatos.
Los cuatro heridos, entre ellos un policía ministerial, fueron trasladados por paramédicos de Protección Civil estatal al hospital general Raymundo Abarca Alarcón, pero en la tarde falleció uno de los civiles heridos, Ignacio Méndez Adame de 39 años, con el que sumaron cuatro muertos en la jornada violenta de ayer en la capital, además de Urquizo.
Los agentes decomisaron dos armas conocidas como cuerno de chivo, dos AR-15 y un taxi con el número 655 con placas de circulación 13-8-FFL, un Bora gris y un SEAT tipo Córdoba con placas 78-9P-RB del Distrito Federal que utilizaron los agresores en el ataque del comandante.
En el lugar había 40 casquillos percutidos para cuerno de chivo y AR-15.
En la conferencia de la tarde, el fiscal Miguel Ángel Godínez dijo que “la fiscalía se encuentra de luto por la muerte de su compañero y esto debe pesar a todos en la Fiscalía, hago un llamado a todos en la Fiscalía a que cierren filas, el fiscal  está con ustedes”, declaró.
Godínez Muñoz dijo que “por cuestiones de la investigación no podemos dar mayores datos, el comandante estaba incorporado y por mandato de una orden judicial se reinstaló en las filas de la Fiscalía” hace “uno o dos meses”.
Dijo que los hombres detenidos en el enfrentamiento que ocurrió en el negocio de grúas están declarando para que obtengan más información y dar con los responsables del asesinato.

Urquizo fue acusado de delincuencia y cesado dos veces, una por recomendación de la CNDH

*Trabajó en la Policía Ministerial (antes Judicial), 12 de sus 38 años de vida. Enfrentó órdenes de aprehensión, pero siempre regresaba en sigilo, apoyado por sus superiores. El ex subprocurador Peñaloza lo acusó del atentado que sufrió. Fue señalado por sembrar un arma a un normalista de Ayozinapa luego de la represión de diciembre de 2011 en que murieron dos alumnos

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La vida del coordinador de la Policía Investigadora Ministerial (antes comandante de la Policía Judicial), David Jesús Urquizo Molina, fue controvertida y polémica. Tras su muerte bajo una lluvia de metralla ayer, quienes lo conocieron expresaron opiniones discrepantes: “No pudo haber muerto de otra forma con la vida violenta que llevó”, declaró un viejo policía adversario suyo. Otro expresó que sólo así pudieron matarlo, “de frente no, era mucha pieza, se defendió hasta el final”.
En los corrillos de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), en donde Urquizo trabajó 12 de sus 38 años de vida con los que contaba al morir, se dice que lo mismo servía al gobierno que a la delincuencia. Por eso fue cesado en dos ocasiones, en otras más enfrentó órdenes de aprehensión en su contra pero, extrañamente, siempre regresaba en sigilo y en la opacidad, apoyado por sus superiores para que siguiera prestando sus servicios como policía.
El nombre de David Jesús Urquizo Molina comenzó a sonar con más fuerza a partir del desalojo violento de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa por policías estatales y federales el 12 de diciembre del 2011, al sur de la ciudad.
Meses antes fue ascendido a comandante por el entonces procurador Alberto López Rosas, pero a partir de ese episodio violento en el que fueron asesinados a tiros los estudiantes Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, el joven policía fue señalado de que operó para sembrarle un rifle de asalto AK-47 al estudiante normalista Gerardo Torres Pérez, y de acusarlo de haber provocado que policías federales y estatales disparan contra los estudiantes que bloqueaban la autopista.
El señalamiento vino de uno de sus subalternos, el agente Reyes Castro Tolentino, quien declaró ante el Ministerio Público Federal que el 12 de diciembre firmó el oficio 11317 de intervención en el desalojo violento porque su “jefe”, David Jesús Urquizo Molina se lo ordenó a pesar de que “no le constaba nada de lo ahí asentado”.
En ese oficio se informa que Torres Pérez fue detenido en el cerro que está a un costado de la autopista, desde donde supuestamente realizaba disparos en contra de los agentes.
El agente declaró que Urquizo Molina le encargó seguir a seis de sus compañeros, quienes habrían sido los que llevaron al normalista a un paraje rumbo a Zumpango, donde lo obligaron a disparar el rifle AK-47 para incriminarlo.
Por este caso la Comisión Nacional de Derechos (CNDH) emitió una recomendación que derivó en el cese del jefe policiaco, sin embargo meses después, regresó a sus labores como policía.
Incluso, a raíz de ese señalamiento el ex director de Averiguaciones Previas, Marciano Peñaloza Agama responsabilizó al jefe policiaco del atentado en su contra a principios de marzo de 2012, y atribuyó la agresión a las investigaciones que realizaba por el caso Ayotzinapa.
El 13 de marzo, Peñaloza Agama sufrió un atentado justo después de salir de la entonces Procuraduría de Justicia en compañía de su escolta, integrada por agentes de la Policía Auxiliar del Estado.
Marciano Peñaloza habría denunciado ante la PGR que antes del cese del comandante Urquizo recibió de él una amenaza de muerte de forma directa en sus oficinas, y se dijo seguro de que el día del atentado le dieron a Urquizo Molina información de que iba saliendo de sus oficinas y la ruta que iba a seguir.

Su pleito con el procurador Iñaky

En el 2013 Urquizo Molina sostuvo una confrontación con el procurador Iñaky Blanco Cabrera, quien lo acusó de robo de vehículo, abuso de autoridad y privación de la libertad, delitos por los que solicitó a un juez una orden de aprehensión.
El 11 de febrero en conferencia de prensa Iñaky Blanco acusó al jefe policiaco de privar de la libertad a una persona sin motivo judicial, cuando ésta viajaba en su vehículo Jeep Grand Cherookee del Distrito Federal, a la altura de la caseta de cobro de La Venta, con dirección al puerto de Acapulco.
La orden de aprehensión en contra de Urquizo se libró el 30 de junio, por los delitos de robo de vehículo, abuso de autoridad y privación de la libertad, quien luego de rendir declaración y de dictársele la formal prisión, alcanzó el beneficio de libertad bajo fianza debido a que concluyó el juez que el ilícito no es considerado grave.
Sin embargo, Iñaky Blanco dijo que había  más indagatorias en contra de Urquizo, pues aseguró que se encontró relacionado en más hechos delictivos entre los que destacó su participación en un secuestro express, por lo que el 12 de agosto de 2014, se ejerció acción penal en su contra y el 19 de ese mes se libraron los mandatos de captura correspondientes.
También esa vez, además de las órdenes de aprehensión en su contra, el jefe policiaco fue cesado y extrañamente posteriormente fue reincorporado a sus funciones.
Incluso arremetió en contra del procurador, denunció que la “represión” en su contra, fue porque se negó a “fabricar culpables” para cerrar el caso del empresario belga Jan Sarens, ejecutado en febrero de 2013 en el puerto de Acapulco, con lo que pretendió justificar las acciones penales en su contra.
Dijo que el entonces procurador le ordenó presentar a “cualquier delincuente del orden común” como el homicida de Jan Sarens, porque la embajada de Bélgica “está presionando” al gobierno de México para que esclarezca el crimen.
Según David Urquizo, se rehusó a fabricar un culpable o “chivo expiatorio” del caso, como se lo exigió el procurador Blanco Cabrera.
Acusó que en desacato a esa orden el procurador desencadenó una persecución en su contra, que se agudizó cuando detuvo al ex comandante de la Policía Ministerial, Julio César Guzmán Camacho, acusado de encabezar la célula criminal de Los Rojos, que a principios de ese año atentó contra el empresario Pioquinto Damián Huato.
El jefe policiaco incluso recibió el respaldo del empresario, quien el 29 de julio del 2014 declaró en conferencia de prensa que las órdenes de aprehensión giradas en contra del comandante de la Policía Ministerial y su grupo de agentes, quienes llevaron la investigación del atentado que sufrió el 28 de enero de ese año cuando perdió la vida su nuera Laura Rosas Brito, “son acciones prefabricadas” por la hermana del ex agente Julio César Guzmán, Magdalena Guzmán, quien se desempeña como agente del Ministerio Público.
El 31 de julio del 2014, María Magdalena Guzmán envió una carta que tituló: “Derecho de réplica a varios medios”, en la que informó que abandonó el estado por amenazas de muerte por parte del comandante de la Policía Ministerial, David Jesús Urquizo Molina.
“A través de este medio hago uso de mi derecho de réplica y primeramente manifiesto que es mentira todo de lo que se duele de ser víctima David Jesús Urquizo Molina, ya que la verdad es que es responsable de todos los hechos delictivos que se narran en el boletín de prensa del día 24 de julio de 2014”, dice en su carta en referencia a las acusaciones que hizo el procurador Iñaky al jefe policiaco.
“Si bien es cierto, soy hermana de Julio César Guzmán Camacho, también respondo por mis propios actos y no por los actos de mis familiares, no es represalia de mi parte los hechos delictivos imputados en contra de David Jesús Urquizo Molina, los hechos narrados son ciertos, tan es así, que el juez de Primera Instancia del Ramo Penal del Distrito Judicial de Tabares, libró una orden de aprehensión en su contra”, denunció la agente del Ministerio Público.
“David Jesús Urquizo Molina se dice perseguido por la Procuraduría General de Justicia del Estado, pero realmente la perseguida ha sido la suscrita, por parte de este delincuente, ya que hasta la presente fecha desde el día 11 de febrero del año en curso, no he podido regresar a mi domicilio en Chilpancingo, porque lo tiene vigilado, además de que no ha cesado en su búsqueda por encontrarme y privarme de la vida, tan es así, que después de que ocurrieron los hechos denunciados, dejó sus comodidades que tenía en el puerto de Acapulco y solicitó su cambio de adscripción de la coordinación de la Policía Ministerial del estado, de Costa Azul en Acapulco, a la coordinación de Tlapa de Comonfort, con la finalidad de encontrarme y privarme de la vida, ya que tuvo conocimiento que me habían cambiado de adscripción a ese municipio”, acusó entonces la agente del Ministerio Público.

Sobrevivió a un atentado

El 24 de mayo de este año, Urquizo sobrevivió a un atentado.
Ese día fue atacado a balazos por hombres armados que iban en un vehículo en el bulevar Alejandro Cervantes Delgado, en la colonia Universal de Chilpancingo. El jefe policiaco y un acompañante resultaron ilesos.
Según reportes de la Secretaría de Seguridad Pública de ese hecho, a las 7:50 de la noche, Urquizo y su acompañante viajaban en un vehículo Versa Nissan blanco, en el carril norte-sur del encauzamiento, cuando hombres les dispararon al menos en 15 ocasiones, pero los disparos sólo impactaron el automóvil.
Después, en las diligencias, a un lado del automóvil atacado encontraron 15 casquillos percutidos calibre 9 milímetros. Esa vez resultó ileso. Ayer no sobrevivió a la lluvia de metralla.

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