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Denuncian rechazados corrupción en la UAG; un joven tuvo el lugar 20 en la Universidad de Puebla

Abel Salgado

Estudiantes rechazados de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pertenecientes al movimiento Acciones por la Educación, en conferencia de prensa en el Zócalo señalaron que continuarán sus acciones de protesta para exigir espacios en las unidades académicas de Medicina, Enfermería y Odontología.
Por otra parte, en una visita a esta redacción el señor Jesús Benítez Radilla, padre del estudiante Daniel Benítez Rojas, denunció que desconfía de los resultados de la escuela de Medicina de la UAG. Expuso que su hijo hizo un examen de ingreso en la Universidad de Puebla y allá quedó en el lugar 20 y fue aceptado, mientras que aquí no alcanzó lugar.
Veinte jóvenes realizaron una manifestación y una conferencia de prensa en las escalinatas del Zócalo, con pancartas en mano pedían ser integrados al sistema educativo de la UAG, “¿Dónde está la Universidad del Pueblo?”, “queremos una solución”, “exigimos espacios en Medicina”, “exigimos audiencia con el rector”, se leía en las cartulinas.
A las 10 de la mañana, los jóvenes que montaron una mesa y sillas para la conferencia, eran vistos con sorpresa por los turistas que acudían a la Catedral.
Con un sistema de sonido, los estudiantes rechazados exponían las razones de su actividad, e informaban que “hoy la Uagro, es un negocio redondo donde los que ganan son los que controlan la educación, desde el rector hasta los líderes sindicales”.
En la conferencia, el estudiante rechazado de la Unidad Académica de Medicina, Alexis Guatemala Analco, leyó un documento en el que daba a conocer la postura del movimiento Acciones por la Educación, que comenzó hace cinco días y dijo que ninguna autoridad se ha acercado a éste.
En su lectura, Alexis Guatemala indicó que estaban ahí por la “defensa de una educación gratuita, pública, crítica y científica”.
Condenó que grupos políticos “mezquinos”, controlan el poder en la universidad, y señaló directamente al Frente por la Reforma Democrática de la UAG (Fredeuag), que según los estudiantes, pretende impulsar un modelo educativo “elitista, centralista y autoritario”. También manifestó que se cobran altas cuotas “que se dicen voluntarias, lo cual sabemos que no es cierto”.
Deslindándose de otros movimientos estudiantiles, puntualizó que éste tienen agenda propia y que la próxima semana darán a conocer las acciones a realizar para continuar su lucha.
Un caso independiente, es el del señor Jesús Benítez Radilla quien acudió a la redacción de El Sur en Acapulco, y manifestó que su hijo, Daniel Benítez Rojas tampoco fue aceptado en la UAG, a pesar de tener un promedio en la preparatoria de 9.9.
Contó que desde la primaria, Daniel Benítez ha sido destacado. Incluso, ganó el tercer lugar de aprovechamiento en el Encuentro Académico Interprepara-toriano 2015 que realizó la UAG, y mostró el diploma firmado por el rector y el coordinador de la Zona Sur.
El joven realizó sus estudios en la Preparatoria 23 en San Jerónimo de Juárez y vive en la comunidad de Zacualpan, en el municipio de Atoyac de Álvarez. Media hora de distancia recorría diariamente.
El padre del estudiante rechazado de la Unidad Académica de Medicina indicó que su hijo hizo la prueba para entrar a la escuela pero “de mil 300 que hicieron el examen, quedó en el lugar 500, creo”.
Aunque su hijo estaba confiado que obtendría uno de los 50 lugares que ofrece la UAG, decidió hacer otro examen en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) como segunda opción, “nomás voy a comprobar quien realmente soy”, le dijo su hijo.
La sorpresa y decepción para ambos fue cuando la UAG dio los resultados, Daniel Benítez no estaba en la lista de aceptados pero en la BUAP sí y en el lugar 20 de la Facultad de Medicina.
Lamentó que son una familia de escasos recursos, y no puede sostener la educación de su hijo en Puebla, porque su salario de 3 mil pesos al mes no le alcanzaría para pagar una renta mensual de 2 mil pesos para Daniel Benítez. Están decepcionados porque consideran “una corrupción” que en su estado natal su universidad no lo aceptó.
“Yo no le voy a pelear al rector”, subrayó Jesús Benítez, quien aclaró que su objetivo era exhibir lo ocurrido y marcar los contrastes entre dos universidades públicas. Dijo que el próximo año su hijo volverá a presentar el examen en la misma escuela y espera que no tenga los mismos resultados.

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