No le dieron atención de urgencia en el hospital Raymundo Abarca de Chilpancingo, se queja

Señor director:

Le solicito un espacio a esta denuncia, con la que busco evitar que más mujeres indígenas y mestizas sufran maltrato.
El domingo 2 de agosto sufrí múltiples mordeduras de un perro, por lo cual acudí sangrando profusamente al área de urgencias del hospital general Raymundo Abarca, de Chilpancingo, aproximadamente a las 14 horas. Para mi sorpresa no sólo no me revisaron ni siquiera una inspección visual, sino que me regañaron alegando que ahí no atienden urgencias ni dan consultas y que una mordedura de un perro “es algo pasajero que no requiere más que limpiar la herida y reposar”, cuando mis lesiones podrían comprometer mi movilidad y mi integridad física a largo plazo.
Me corrieron del lugar y que me fuera al centro de salud más cercano a mi domicilio, cuando es bien sabido que los domingos después de la citada hora, éstos están cerrados.
Soy licenciada en Biología, egresada de la Universidad Autónoma de Guerrero y no cuento con seguro social ni con ISSSTE, pero sí tengo Seguro Popular, el cual sirvió para nada. Enviaré copia a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de nuestro estado.
Realizo esta denuncia puesto que si hoy, a mí como universitaria, en la capital del estado, me negaron el servicio atentando contra mis derechos humanos respecto a la salud, ¿qué puede esperar una mujer indígena que desconoce sus derechos y no hable español? ¿cuántas de ellas habrán sufrido semejantes violaciones a su derecho a la salud y malos tratos?.
Pido al gobernador, Rogelio Ortega Martínez, como universitario que es, que revise la conducta de los directivos del hospital general de Chilpancingo y de los centros de salud de las zonas más apartadas, para que no estén violando los derechos humanos de quienes no tenemos recursos y sólo contamos con el Seguro Popular y cumplan como servidores públicos, porque somos todo el pueblo que con nuestros impuestos pagamos sus altos salarios.

Atentamente
Lic. Biología Nayeli Martínez
Maldonado