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Llegan padres de Ayotzinapa a Xochistlahuaca; apoyan indígenas su petición de unificar las luchas

*Estarán preparados para que no les quiten sus tierras y no conviertan en propiedad privada los recursos de las comunidades, “resistir, organizarnos y luchar por nuestras tierras, ríos, montañas e hijos”, plantean asistentes a una reunión con pobladores que hablan idioma ñomndaa

Mariana Labastida

Vecinos de Xochistlahuaca respaldaron la lucha de los padres y estudiantes de Ayotzinapa, a quienes les dijeron que sienten su dolor y les preguntaron cómo pueden ayudarles.
Por su parte, los integrantes de la comisión permanente del Congreso Nacional Indígena convocaron a los pobladores a organizarse para no permitir que los gobiernos les arrebaten los recursos naturales, como se quiere hacer con el río de Xochistlahuaca, los padres de Ayotzinapa llamaron a unificar todas las luchas.
La comisaría agraria ejidal fue el último punto que visitaron los padres y estudiantes de Ayotzinapa en su tercer recorrido por el sur del país, para compartir la lucha que empezó el 26 de septiembre debido a los ataques en Iguala que dejaron a tres estudiantes asesinados, dos más heridos y 43 desaparecidos, por quienes han exigido justicia en cada rincón de Guerrero, Jalisco, Nayarit, Colima, Michoacán y el Estado de México que recorre la caravna de padres por el sur del país .
La comisión que visitó Xochistlahuaca estaba conformada por los padres de Julio César Ramírez Nava, uno de los tres jóvenes que murieron en Iguala, Tomás Ramírez y Bertha Nava, en representación de todos los padres de los desaparecidos, asesinados y heridos esa noche.
A los estudiantes los representó Éric Hernández Cruz, iban dos integrantes de la Comisión Provisional de Apoyo del CNI y un representante del Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan.
Con ayuda de dos traductores, Timoteo y David Valtierra de la radio Ñomndaa informaron a los 60 asistentes de Xochistlahuaca lo que ocurrió en Iguala esa noche.
Después de escucharlos pidió la palabra una de las mujeres mayores, Fernanda, quien se dirigió a ellos en amuzgo, el traductor dijo que les pidió que sigan adelante, que no se rindan, que de alguna manera la comunidad de Xochistlahuaca está con ellos, que no saben cómo ayudar pero que los pobladores tienen la obligación de apoyar, así como la de defender el río que les quieren quitar.
Otra de las mujeres mayores, Porfiria, también en su lengua materna planteó diferentes preguntas como quién era el responsable de los desaparecidos y muertos, y por qué no se buscaba una manera de hacer justicia.
El normalista expuso que para ellos el autor intelectual y material es el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que está recluido pero ninguno de los cargos de los que se le acusa está relacionado con el caso Ayotzinapa, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y el presidente Enrique Peña Nieto.
“No tenemos pensado claudicar hasta que aparezcan nuestros compañeros” puntualizó el joven, quien minutos antes no pudo terminar su intervención con el relato de los hechos y se soltó en llanto al acordarse de los tres jóvenes muertos.
El normalista dijo que lo que quieren es justicia para los tres jóvenes muertos, indemnización para los dos heridos y la aparición de los 43 desaparecidos.
Agradeció a las organizaciones que los han apoyado y dijo que más que dinero, el escucharlos y compartir lo que representa la lucha que están haciendo es la mejor manera de apoyarlos.
Otra de las mujeres, más joven, expuso que sentía el dolor y la preocupación de los padres porque ella impulsa la educación de su hijo que va a entrar a primaria, y no se imagina qué haría si le pasara a su hijo lo que ocurrió con los 43 desaparecidos, los asesinados y los heridos. Al terminar su intervención mandó a su hijo a darle un billete de 20 pesos a uno de los padres, para que sigan con la lucha en busca de los jóvenes desaparecidos.
Un hombre manifestó que los escucharon y que compartía el dolor que sienten los padres y estudiantes, sin embargo indicó la comunidad no está preparada para una guerra, luego de que uno del CNI expuso que se deberían de preparar para la guerra ideológica, bacteriológica y ambiental, y pidió que se organizaran para combatir al sistema de gobierno.
Le respondieron que no es con violencia como se logrará algo, sino a través de la organización, de estar preparados, atentos para que no les quiten sus tierras y no conviertan en propiedad privada los recursos de las comunidades, “resistir, organizarnos y luchar por nuestras tierras, ríos, montañas e hijos”, plantearon.
Román Hernández de Tlachinollan explicó que en la Normal de Ayotzinapa se forman los profesores que trabajaran en las comunidades. Recordó que el 26 y 27 de septiembre la policía de Iguala atacó a los estudiantes, murieron seis personas entre ellos tres normalistas, “los padres han decidido buscar por todos lados a sus hijos”, enfatizó.
Recordó que en el primer recorrido que hizo la comisión por el sur, se encontraron con la fuerza de los compañeros de Chiapas que les dijeron a los padres que se acercarán a los otros dolores que hay en México, y fue así como iniciaron la visita a los pueblos originarios de Guerrero, para compartir el dolor que han sentido durante los diez meses que llevan de lucha, y para conocer el que existe en las diferentes comunidades.
Bertha Nava, la madre de Julio César Ramírez de 23 años, después de relatar que su hijo le llamó cuando iba para Iguala, el dolor que sintió y sigue sin aceptar su muerte aun después de velarlo y enterrarlo.
Indicó que anda en la lucha porque su hijo no abandonó a sus compañeros, “ahora me toca a mi, si no se hizo para atrás y le importaba la vida de sus compañeros, ahora yo estoy exigiendo la aparición con vida de los 43, la libertad de los presos políticos, queremos justicia por este atropello que nos han hecho, les quitaron la vida a estos niños que empezaban a dar sus primeros pasos, el gobierno creyó que se iban a sentar después del ataque a los normalistas pero vamos a seguir exigiendo justicia y buscándolos”.
Tomás Ramírez recordó que su hijo Julio César prometió a su madre comprarle un terreno con el primer salario que cobrara, porque la familia vive en casas rentadas.
Calificó de golpe de estado lo que hizo el ex alcalde José Luis Abarca e insistió en que Enrique Peña Nieto quiere que se olvide lo que ocurrió en Iguala. Tomás dijo que a él y a su esposa el gobierno federal le ha ofrecido 2 millones de pesos para dejar la lucha pero no aceptaron, y puntualizó que no han recibido nada del gobierno para la lucha, para pedir justicia “porque para nosotros los pobres no va a haber justicia”.
Aseguró que lo que buscaba el gobierno es darle un “escarmiento” a los normalistas, porque quieren desaparecer la escuela normal de Ayotzinapa. Insistió en que seguirán en la lucha y que esperaba que no fuera la última vez que los invitaran a esa comunidad a compartir.
Los integrantes de la comisión permanente de Apoyo de la CNI agradecieron a todos quienes los recibieron durante el recorrido, tanto en sus casas cómo en las comunidades; indicaron que en recorrido que hicieron en las comunidades han visto que el gobierno ha realizado diferentes formas de despojo obedeciendo a intereses de los grandes capitales. Por lo que convocaron a los pobladores a estar atentos, a defender su río y no permitir que las autoridades agrarias o comunitarias vendan las tierras, porque será más difícil defenderlas.
“No permitamos más grietas, desaparecidos y secuestros, llegó la hora de unirnos los pueblos, es la única forma de enfrentar la guerra” dijo uno de ellos, quien recordó que no solamente el Estado está en contra de los jóvenes, que también son presa de la delincuencia organizada.
Al terminar el encuentro las mujeres se acercaron a los integrantes de la caravana, a quienes dejaron en la mesa monedas y billetes, también abrazaron a los padres y al estudiante para darles fortaleza ante lo que han vivido.

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