Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

River Plate le da una lección a Tigres y se corona en la Copa Libertadores

*Con goles de Lucas Alario, Carlos Sánchez, de penal, y Ramiro Funes Mori, el equipo argentino gana con claridad en la final de vuelta. La escuadra de Monterrey se convierte en el tercer club mexicano en perder el duelo por el título del torneo sudamericano

Érick Rodríguez / Agencia Reforma

Buenos Aires

La tercera no fue la vencida para México. Tigres fue maniatado en el Monumental y, casi sin oponer resistencia, fue derrotado 3-0 por River en la vuelta de la Final de Copa Libertadores (mismo global). Las camisetas sí pueden ganar campeonatos. Ayer fue una demostración de ello.
River se mostró más grande, más seguro, más canchero. Controló el partido aun cuando a ratos cedió el balón a los felinos, que sí contaron con ocasiones claras y no aprovecharon, dos en la primera parte, cuando todavía no iban perdiendo, pero las desperdiciaron Rafael Sobis, con un mal control, y André-Pierre Gignac, por no acomodarse tras un balón retrasado de Jürgen Damm.
La otra fue en el segundo tiempo, cuando Damm entró al área y llegó a línea de fondo, desde donde encontró a Javier Aquino solo; el centro fue preciso, pero el volante brincó antes y no pudo dar dirección a su cabezazo.
Los Millonarios llevaron el encuentro a su ritmo desde el principio.
Si bien se sabía que el arbitraje podía ser factor, los argentinos probaron de inmediato qué tan permisivo sería el uruguayo Darío Ubríaco, cuando Leonardo Ponzio barrió sin balón sobre Javier Aquino: sólo se marcó falta, al 5’.
Cuatro minutos después, Lucas Alario planchó, también sin pelota y por detrás, el tobillo de Guido Pizarro; Ubríaco nada más amonestó.
Ponzio picó con Aquino y con Jorge Torres Nilo; los felinos se prendían mientras Ricardo Ferretti pedía calma. Pero lo del brasileño fue demasiada calma.
El Tuca sentado en el banquillo en el segundo tiempo, con el rompevientos puesto para cubrirse de la lluvia, fue fiel reflejo de su equipo. Demasiada tranquilidad, como si no se jugara una Final, como si aún hubiera un partido de vuelta.
Antes cayó el primer gol, en el peor momento.
Alario, quien si no había visto la roja por la entrada a Pizarro debió verla por un planchón sin pelota sobre el portero Nahuel Guzmán al 32’, adelantó a River con un espléndido cabezazo de plancha a centro de Leonel Vangioni al 45’. Al descanso derrotados, en el marcador y en lo anímico.
Para el complemento, la banca de River sacó, por si faltaban, más tácticas de oficio, como exagerar las faltas recibidas, circular lentamente el balón, dividir y, sobre todo, cortar: 54 faltas entre ambos.
En el banquillo, el auxiliar técnico Hernán Buján guardaba en el bolsillo interior del saco una radio para comunicarse, de forma ilegal, con el DT Marcelo Gallardo, suspendido. El Muñeco no estaba autorizado ni siquiera a hablar con sus jugadores en el vestidor antes del partido.
Con el claro penal de Aquino sobre Carlos Sánchez, que el mismo uruguayo convirtió al 75’, los mexicanos cayeron en el descontrol, al grado que Ferretti sacó un lateral para meter a un extremo. El desorden no va con El Tuca y le cayó un tanto más, un cabezazo de Ramiro Funes Mori en un mal marcado tiro de esquina para poner el 3-0 y todo acabó.
River hizo de Tigres la tercera víctima mexicana en Finales de Libertadores, tras Cruz Azul (2001) y Chivas (2010).

468 ad