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Bloquean 500 egresados normalistas el aeropuerto de Acapulco; los desaloja la Policía Federal

*Los jóvenes del FUNPEG que demandan plazas informan que tenían acordada una audiencia con el secretario de Educación, Martínez della Rocca, pero no los recibió

Karina Contreras

Durante una hora y media, unos 500 integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG) bloquearon las tres puertas de acceso al aeropuerto internacional de Acapulco, en la zona Diamante, para exigir certidumbre laboral y en rechazo de la evaluación que hace la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), para obtener plazas de maestros.
El vocero de los normalistas, de nombre Gerardo, dijo que ya se tenía acordada una audiencia con el secretario de Educación, Salvador Martínez della Roca, para buscar avances en sus demandas, pero no los recibió.
Los normalistas llegaron al aeropuerto a las 2 de la tarde en nueve autobuses, y ya eran esperados por una patrulla de la Policía Federal atravesada en el carril, para no permitirles el paso, entonces los manifestantes se bajaron de los carros y con el rostro cubierto se dirigieron a las puertas del edificio de la terminal aérea, para bloquearla.
A las 4 de la tarde fueron replegados hasta sus autobuses por unos 300 policías antimotines, aunque un mando de la federal, estatal y Gendarmería dijo que eran 150.
Antes del desalojo, a las 2:30 de la tarde, los normalistas acordaron una tregua con mandos de la Policía Federal para gestionar una audiencia con las autoridades educativas y se dieron un tiempo de 20 minutos, que se fue a media hora.
En el tiempo que los normalistas tuvieron bloqueado el aeropuerto, a los pasajeros se les ingresó por el hangar privado, y no los vuelos no fueron afectados.
Aún así, la llegada de los manifestantes causó temor en algunos turistas que llegaban por esta vía. Los normalistas instalaron un aparato de sonido, para exponer sus consignas y demandas.
A las 3 de la tarde, y al no obtener una respuesta a la audiencia que solicitaban, los normalistas volvieron a bloquear las puertas de acceso al aeropuerto y así se mantuvieron hasta que fueron desalojados por los antimotines.
Al al frente iba el comisario de la Policía Federal en Guerrero, Rafael Lomelí Martínez, quien tajante dijo que se había “roto el diálogo” y dio 10 minutos a los manifestantes para que desalojaran el lugar. Al decir eso se abrieron las puertas y empezaron a salir los antimotines del interior del aeropuerto y replegaron a los normalistas, en su mayoría mujeres.
El vocero del FUNPEG, Gerardo, ordenó la retirada al ver que empezaron a salir más antimotines y aunque intentó dialogar con el comisario de la Policía Federal, Rafael Lomelí, éste ya no lo quiso escuchar y les dijo mientras empezaba a empujar: “Vámonos ya”, y los normalistas gritaron: “queremos solución, no queremos represión”.
Entonces, el vocero le pidió al comisario Rafael Lomelí permitir que sacaran a su gente sin agresiones, y el mando policiaco le dijo que “ya es mucho tiempo, vámonos ya”. Ordenó que se fueran, y los antimotines siguieron a los normalistas hasta que se subieron a los autobuses y abandonaron el lugar.

Los motivos

A las 2 de la tarde, a su llegada al aeropuerto los normalistas tomaron el control de las tres puertas de acceso y comentaron que estaban ahí luego de que secretario de Educación, Salvador Martínez della Rocca, les canceló una reunión que tenían prevista para plantearle sus demandas.
Mientras estaban ahí, el vocero de los normalistas recibió llamadas del delegado de Gobernación, Erikc Castro Ibarra, y del subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda. Según el normalista, ambos lo amenazaron con desalojarlos si no se quitaban.
En una de las conversaciones que se pudo oír, Castro Ibarra dijo a los normalistas que estaban cometiendo un delito y Gerardo le respondió que ahí iban a continuar, hasta que les dieran una audiencia.
Le dijo al funcionario federal que iban a continuar bloqueando los accesos, hasta que las autoridades se sentaran con ellos en una mesa de trabajo. Luego recibió una llamada del subsecretario Luis Enrique Miranda, y según el normalista éste los amenazó con mandar a los antimotines, “partirnos la madre y le vale si sucede algo, como el 24 de febrero”, en referencia al desalojo violento que llevó a cabo la Policía Federal contra los maestros de la CETEG, donde murió el maestro jubilado Claudio Castillo Peña.
En declaraciones, el vocero Gerardo acusó que tienen tres meses buscando a las autoridades educativas, para que les den certidumbre laboral y recordó que solicitaron cursos para el examen de oposición, pero que nunca se los dieron.
Dijo que muchos de ellos hicieron el examen de oposición y que los resultados son falsos, porque los ponen como no idóneos para no darles las plazas. Indicó que el examen de oposición no sirve, que traía faltas de ortografía y mala redacción.
Informó que su demanda es por 708 plazas para egresados de las escuelas normales públicas del estado y la de Ayotzinapa.
De las 3 a las 4 de la tarde, la situación estuvo tranquila, pues los normalistas no se percataron de la llegada de los antimotines, que ingresaron por el hangar privado pero la situación se puso tensa cuando ya los vieron en el interior del aeropuerto.
Aunque los normalistas quisieron resistir, pues se pidió que los hombres se pusieran adelante, optaron por la retirada al ver la actitud decidida de los mandos policiacos para sacarlos del sitio.
Mientras dejaban el aeropuerto, los normalistas gritaron a los antimotines: “Con los estudiantes son bien fregones y con los narcos maricones” y “vayan a buscar al Chapo”.
En declaraciones antes de subir al autobús, Gerardo declaró que el gobierno federal quiere repetir el caso Iguala, donde desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa, y se quejó de que primero pidieron diálogo y lo único que querían era una mesa de trabajo para retirarse.
Lamentó que los hayan sacado hasta los autobuses y advirtió que cualquier cosa que les pase también será responsabilidad del gobernador Rogelio Ortega Martínez, “porque es el gobernador y no puede venir ninguna otra autoridad a poder imponer otra cosa”.
Indicó que se cumplió la amenaza que les hizo el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, de mandarles a los antimotines y señaló que lo que les hicieron fue una represión.

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