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De once aspirantes, sólo cuatro pasaron el examen para ser notarios; siete, las plazas vacantes

Karina Contreras

El consejero jurídico del Poder Ejecutivo del estado y presidente del jurado del examen para aspirantes a notarios, Héctor Rivera Estrada, informó que de los once aspirantes que hicieron el examen oral y escrito,  únicamente lo pasaron cuatro, por lo que entran a una reserva, pues ya pasaron la primera etapa, y “serán convocados probablemente para el mes de septiembre para ya concursar por una notaría de las siete que existen vacantes en el estado”.
El examen para “aspirantes al ejercicio de notariados” se llevó a cabo en la Universidad Americana de Acapulco, donde primero ingresaron desde las 9 de la mañana a un examen escrito y, posteriormente, a uno oral.
Por la tarde, el consejero jurídico informó que de los once que participaron nada más pasaron cuatro y que fueron Brenda Deyanira Alarcón López, Ana Catalina García Ramírez, Rodrigo Ortiz D’ora Ramos y Lázaro Vega Morales.
De Brenda Deyanira Alarcon López no se tienen mayores antecedentes, sólo que es licenciada en derecho, egresada en el 2009 de la Universidad Loyola del Pacífico; Ana Catalina García Ramírez es hija del notario número 10 del distrito de Tabares, con sede en Acapulco, Miguel García Maldonado; Rodrigo Ortiz D’ora Ramos se sabe que es abogado litigante y egresado de la Universidad Loyola de Acapulco, y Lázaro Vega Morales  es abogado litigante que trabaja en la notaría número 1 de Zihuatanejo.
Los demás abogado que hicieron el examen y que no aprobaron son Soraya Benítez Radilla, quien fue directora general de Administración y Desarrollo de Personal del gobierno del estado, con Ángel Aguirre; también fue aspirante a la Auditoría General del Estado (AGE); Elías Fierro Rivera es abogado litigante egresado de la UAG y colaboró en la notaría pública número 1 de Chilpancingo.
Mientras que Héctor Dávalos Cartas es hijo del ex rector de la Universidad Americana de Acapulco, Héctor Dávalos Rojas; Jesús Galeana Sánchez es litigante, representante legal de los ejidatarios de Plan de Los Amates, municipio de Acapulco, y quien logró obtener un amparo a favor de los campesinos para la suspensión de la expropiación de 29 hectáreas que pretendía el gobierno federal.
Alfredo Rodríguez Vega es el corredor público número 4 de Acapulco; Isidro Robles Leyva es abogado litigante, y Fidel Serrato Valdez es corredor público y dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex)
Rivera Estrada explicó que ahora lo que sigue es que los cuatro entran a una reserva y serán convocados, con otros cinco que ya en años pasados hicieron examen y están en espera, para concursar por una notaría de las siete que están vacantes en el estado,  ninguna en Acapulco.
En declaraciones, informó que de 30 aspirantes quedaron 13 para hacer el examen, pero que el Colegio de Notarios informó que había dudas de algunos del primer listado de 13.
Informó que pudieron corroborar las dudas fundadas del Colegio de Notarios y por eso se emitió un nuevo dictamen en donde no cumplieron los requisitos dos personas, Yolanda María Fraga Liévano, quien es nuera de quien fue director de Asuntos Jurídicos en el gobierno de Ángel Aguirre, Efraín Cardoso Miranda, y María del Carmen Sosa Salazar, de quien no se encontraron antecedentes.
Dijo que esos dos casos fueron insalvables por no tener cédula profesional con antigüedad mínima de cinco años, y subrayó que no prejuzgan por la honorabilidad y menos el profesionalismo de las personas, pero todos tenían que entrar a ese examen bajo las mismas premisas de la ley.
En declaraciones mientras se llevaba a cabo el examen, el consejero Rivera Estrada explicó que el examen es un procedimiento que se llevó a cabo a través de preguntas por temas, que tenían que desarrollar los aspirantes  para “probar sus habilidades y conocimientos”.
Informó que fueron previamente formulados 65 reactivos que les fueron notificado a cada uno y publicados en el portal del gobierno del estado.
Agregó que una vez que se hizo eso, se eligieron 20 preguntas al azar por el jurado antes del examen y se pusieron en sobres, y cada uno de los aspirantes eligió uno y tenían tres horas para contestar.
Explicó que después del examen escrito los aspirantes entrarían al examen oral y se les daría a conocer si pasaron o no horas después.
En una segunda declaración a las seis de la tarde, el consejero subrayó que los que pasaron el examen son “aspirantes al ejercicio de notariados, no son notarios todavía, y entran a una lista de reserva que se lleva al registro público, previamente con otras cinco personas inscritas más que han presentado en años anteriores, en otros gobiernos, el mismo examen y han aprobado”.
Informó que entrarán a esa lista de reserva y tendrán que concursar entre ellos, los cinco de la lista y los cuatro que pasaron este viernes, por las siete notarías vacantes.

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