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Denuncian prestadores de servicios el mal olor de una descarga de aguas negras en la playa Hornos

Restauranteros de la playa Hornos denunciaron que por la descarga de aguas negras frente a la tienda Soriana, en la Costera, los turistas prefieran otros balnearios.
Aseguraron que “son años” los que han enviado oficios a la CAPAMA y a la Conagua para que canalicen las aguas negras.
La mesera del restaurante Mi Vereda Tropical, Verónica Zamora, dijo que “es de años” la emisión de malos olores del canal de descarga en la playa Hornos, ubicado casi frente al parque Papagayo.
Contó que en temporada de lluvias el problema aumenta porque el agua se estanca “y empieza con una pestilencia horrible que dura dos o tres meses”.
Precisó que los restauranteros y prestadores de servicios turísticos han ido a la CAPAMA a presentar quejas por el foco de infección en la zona y que no han tenido respuesta.
Abundó que han pedido una máquina retroexcavadora para que se desagüe más rápido “o para que sellen esa parte pero no nos hacen caso”.
Dijo que el único apoyo que han recibido de la paramunicipal es la entrega de pastillas de cloro, pero consideró que no es lo apropiado porque el químico puede dañar al ecosistema.
La zona ubicada atrás de la estatua de Apolonio Castillo era concurrida por bañistas.
La mesera dijo que ayer llegó un grupo pero que al ver las aguas negras encharcadas prefirió irse a otra playa.
Aseguró que quienes se quedan son sus clientes frecuentes que por la confianza y estima acuden, pero que sus hábitos de consumo han cambiado: “vienen, comen, reposan una hora la comida y se van a otra playa, nomás vienen al favor de consumirnos”.
Verónica Zamora explicó que preocupados por la situación, el año pasado en el restaurante, que se ubica al lado del encharcamiento, se colgó una lona en la que los trabajadores exigieron a las autoridades la limpieza de la descarga pluvial pero que fue contraproducente el reclamo: “nos espantaba a los clientes, se quedaban viendo el anuncio y corrían”.
La prestadora de servicios turísticos, Úrsula Lugardo Venancio dijo que ninguna autoridad les ha hecho caso por la descarga de aguas negras que tienen a lado, que por el problema tuvo vómitos y dolores de cabeza por “andar oliendo tanto, tuve que echar cloro”.
Señaló que “prácticamente” los turistas no se quedan en el lugar por mucho tiempo.
Reveló que por el olor y color del agua un grupo de turistas recogió muestras: “unos clientes me dijeron que se iban a llevar una poquita de agua para ver cómo está de contaminada”, y que los visitantes se llevaron el líquido en una botella de agua “ahí no podemos hacer nada”.
Lugardo Venancio afirmó que en días pasados vio que los trabajadores de la CAPAMA echaron agua limpia en una alcantarilla de la Costera para “retirar” el agua encharcada y que el olor disminuyó pero que fue momentáneo.
Con un menú bajo el brazo, expresó que a quienes llegan ya no les ofrece la carta de comidas y bebidas, “quien se quiere quedar, bienvenido sea, pero si les llega el olor mejor se van. Yo no les puedo decir quédense”. (Abel Salgado).

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