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Culpa Cirino Plácido al Ejército del asesinato de Jiménez; es el primero de una lista de 30, advierte

*Están en peligro su hermano Bruno, Ernesto Gallardo y él mismo, dice el dirigente de la Casa de Justicia de los Pueblos Fundadores de la CRAC. Busca el gobierno federal desmantelar toda organización y resistencia civil en el estado, señala

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El líder de la Casa de Justicia de los Pueblos Fundadores de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Cirino Plácido Valerio, denunció que el gobierno federal por medio del Ejército busca asesinar a 30 luchadores sociales, para desmantelar toda organización y resistencia civil en el estado.
Aunque se reservó la forma en que obtuvo esa información, aseguró que la estrategia comenzó con el promotor de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Miguel Ángel Jiménez, asesinado el sábado 8 de agosto en Xaltianguis.
Acusó a “paramilitares” infiltrados en el Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) -confrontado con la UPOEG- del homicidio del dirigente, pero insistió en que Gobernación, el Ejército y “personajes oscuros de Guerrero” son los responsables del ataque.
Estimó que el FUSDEG será uno de muchos instrumentos de las autoridades para confrontar al pueblo contra el pueblo, “así como hicieron con los zapatistas en Chiapas, con el pueblo triqui en Oaxaca en fechas recientes, y con la Policía Comunitaria de Santa María de Ostula”, en Michoacán.
Informó que le recomiendan abandonar el estado, pero dijo que no se va de Guerrero ni pedirá medidas cautelares, “no tengo porqué huir, no soy delincuente, no soy narco, mi único delito es luchar por la seguridad de mi pueblo. No me voy”.
El luchador social desde el movimiento nacional indigenista de los años 90 indicó que en la lista está él, su hermano Bruno, el comandante de la Policía Ciudadana de la UPOEG Ernesto Gallardo, entre otros.
Reveló que el 31 de julio luego de una protesta en Chilpancingo en demanda de la creación de nuevos municipios, un grupo de activistas fue detenido por policías ciudadanos del FUSDEG en el municipio de Juan R. Escudero que tiene su cabecera en Tierra Colorada.
Aseguró que iban a llevarse detenido a Cirino Avilés Mendoza, hasta que se identificó y le dijeron que buscaban a Cirino plácido.
Vía telefónica ante varios medios de comunicación, señaló la masacre de Aguas Blancas y la matanza de El Charco en Guerrero, el asesinato de indígenas Acteal, Chiapas, y la masacre de 21 personas por militares en Tlatlaya en el Estado de México, son un ejemplo de la barbarie institucional.
Destacó que siguen en prisión a integrantes de la CRAC como Nestora Salgado García, Arturo Campos y Gonzalo Molina, mientras que en los pueblos se persigue con saña a los policías comunitarios en sus territorios por el uso de las armas, pero nada hacen contra la delincuencia organizada con armamento de alto poder.
Afirmó que para el Estado es más barato formar grupos paramilitares para una guerra sucia que civiles actúen, desarticulen y asesinen, “si lo hace el Ejército tiene un costo político muy grande. Es el mismo método de la guerra sucia con la unidad guerrillera guatemalteca en los años 70, con militares entrenados en la escuela de las Américas para cooptar a todos los movimientos sociales”.
Insistió en que este método se aplica en Guerrero con 26 grupos de la delincuencia organizada, “tolerados porque juegan un papel fundamental, no sólo económico, (se les) permite actuar con libertad, asesinar, extorsionar, desarticular el tejido social”.
Como prueba, señaló que las organizaciones ciudadanas por la seguridad, saben de alguna manera dónde operan los narcotraficantes, “cómo es posible que ellos, los militares, no sepan cómo y dónde se mueven, ¿Cómo puede decir el gobierno que no sabe?”.
Ratificó que hay una línea para que se den todos los asesinatos “hasta limpiar a Guerrero de activistas, que nadie se oponga”.
Se le recordó que la CRAC acusó a líder de la UPOEG, Bruno Plácido de tener paramilitares en sus filas para destruir a la organización comunitaria. Respondió que quienes los acusaron ahora colaboran con el Estado, “aunque dicen que son compañeros descalifican sin evidencia, (eso) es hacer el trabajo al Estado, su simple hecho lo denuncia”.
Mencionó que con campesinos, y que la CRAC y la UPOEG hacen el trabajo que le corresponde al gobierno, y que el Ejército hace la tarea de la Procuraduría General de la República pero con un “papel muy sucio, muy bajo”.
De la declaración del comandante del Novena Zona Militar, Alejandro Saavedra Hernández, de que hay “infundios” en contra del Ejercito, Plácido Valerio mencionó que en los hechos los militares amenazan y reprimen como en los tiempos del Porfiriato, cuando los militares pelearon en contra del pueblo para defender a la gente del poder.
“No digo que todo el Ejército esté mal, el que está traicionando es el mando de hasta arriba, ellos (los soldados) obedecen, (los mandos medios) saben cómo opera la mafia pero no mandan ellos, mandan los jefes. (Son) un instrumento represivo contra quienes defendemos la patria, la soberanía, de quienes no estamos de acuerdo con la entrega del país al extranjero, de que los bienes nacionales se concentren en unos cuantos”, expuso.
Subrayó que si los soldados quisieran poner orden, con todo el armamento y tecnología a su disposición lo harían, pero su objetivo es otro, “desarticular y destruir tejido social, a los activistas que luchan nos hostigan, nos vigilan, pero no somos delincuentes”.

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