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La violencia no es sólo en Acapulco, ya es en todo el país, afirma la escritora Brenda Ríos

*Ya ha alcanzado a ciudades que se consideraban seguras como México, Puebla y Aguascalientes, dice

Óscar Ricardo Muñoz Cano

La escritora acapulqueña Brenda Ríos lamentó la reciente ola de violencia que aqueja al puerto y destacó que ésta llegó ya a lugares del centro del país que hasta hace poco se consideraban seguras como la ciudad de México.
“Antes sabías lo que sólo pasaba en Tamaulipas, en Monterrey, sabías lo que sólo pasaba en esas partes del país, donde la gente comenzó a desplazarse; hubo un movimiento de migrantes por culpa del narcotráfico a lugares como la ciudad de México, Puebla, Aguascalientes que eran las ciudades más seguras del país porque no llegaban hasta allá estos cárteles pero yo creo que estamos viviendo una gran ola de violencia y que rebasó fronteras afectando ahora el centro del país”.
Quien el viernes presentó en Acapulco su libro electrónico Empacados al vacío, y que desde 1998 radica en la ciudad de México, añadió que como ejemplo está el caso de la colonia Narvarte, donde murieron un fotoperiodista y una activista veracruzanos, así como otras personas.
“Se especulan ahora muchas versiones, muchas cosas, pero como sea, la gente está muy cimbrada, la violencia llegó y tocó a sus puertas y no dudes que se van a movilizar de una manera tremenda”.
Además, dijo, “la ciudad de México está en una decadencia tremenda el gobierno de Mancera no ha podido resolver problemas y eso, junto a la violencia y la pobreza suelen ser detonantes de las grandes protestas”.
Quien actualmente labora en la Dirección de Publicaciones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) añadió que el caso de Acapulco es muy lamentable porque además la ciudad dejó de ser transitable “y tiene una cantidad de problemas que hacen que campee la pobreza y la violencia y la gente no pueda salir de donde está”.
“Todo el mundo está pagando cuota y vivimos en un sistema de pagos de varias capas: el que paga los impuestos al gobierno y los que pagan a estas empresas criminales que se sienten dueñas del país; mientras esto no se logre aflojar no vamos a poder salir”, acusó.
“¿Qué podemos hacer como ciudadanos? no sé, pero sí sé que llegará el momento en que la gente va a explotar; me decía un taxista no hace mucho: hace falta una revolución, es lo único que nos falta, no es posible que sigan abusando de nosotros”, declaró la poeta, ensayista y traductora.
Quiero ser optimista, comentó, “y decir que si Colombia superó una crisis luego de cinco generaciones en guerra nosotros…. pero nosotros no podemos salir de una situación de violencia criminal que ya no está oculta porque ahora todo el territorio es territorio del crimen”.
“Acapulco, escuchaba en la radio, es la tercera ciudad más peligrosa del mundo y eso no es un orgullo como acapulqueña y eso es lamentable porque sólo nos queda una cosa: esperar con fe”.

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