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Está dispuesto a mediar entre el FUSDEG y la UPOEG, responde Tlachinollan

Jacob Morales Antonio

El abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, dijo que la organización está dispuesta a mediar entre la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), tras el llamado de la segunda organización a evitar una “guerra civil”.
El sábado 8 de agosto el promotor de la UPOEG, Miguel Ángel Jiménez Blanco fue asesinado en Xaltianguis. El miércoles el integrante del FUSDEG de Petaquillas, Arquímedes Vargas Encarnación convocó a organizaciones civiles a mediar para la reconciliación y evitar una “guerra civil” con la UPOEG, y alertó que tras el asesinato se encuentran bajo amenaza de un ataque por esa organización.
Ayer Rosales Sierra condenó el asesinato del integrante de la UPOEG y expresó que es importante que un ente ciudadano pueda mediar, “siempre y cuando lo plantearan los compañeros, hoy por hoy tenemos fuentes de comunicación con el FUSDEG y la UPOEG”.
Dijo que a Tlachinollan le preocupa la confrontación de ambas organizaciones, “estaremos atentos para que se diriman esas diferencias a través del diálogo”.
Llamó a las autoridades a que hagan una investigación exhaustiva, imparcial e independiente para dar con los responsables del asesinato del promotor de la UPOEG, quien encabezó la búsqueda de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala y apoyó a las familias del comité Los Otros Desaparecidos, de Iguala, en la búsqueda de fosas.
El abogado recriminó que el gobierno del estado ha dejado “vulnerables” a los grupos de autodefensa y a las policías comunitarias, “no se han enfocado a crear un marco jurídico que les dé cobijo a esta inquietud ciudadana que de manera legítima surgió contra la delincuencia organizada”.
Rosales Sierra manifestó que los grupos de autodefensa se han ido “desgastando, tanto por la delincuencia organizada que arremete contra ellos como por el gobierno que los persigue, el propio Estado que los criminaliza. Esta vulnerabilidad ha dado como consecuencia la muerte del compañero”.

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