Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Multitudinaria manifestación en 13 estados de Brasil en repudio a Rousseff, Lula y el PT

*Las nuevas protestan llegan en el momento más crítico del gobierno pues encuestas recientes señalan que solo el 8 por ciento de los electores avala a  la presidenta, el 71 la rechaza y el 66 apoya que se abra un proceso para dar fin a su gestión. La mandataria brasileña convoca a sus ministros a evaluar el impacto de las marchas que se desarrollaron ayer en 205 ciudades de todo el país

DPA / EFE

Brasilia / Río de Janeiro / Sao Paulo

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva; y el Partido de los Trabajadores (PT) del que forman parte fueron blanco ayer del repudio de miles de personas, que en forma pacífica tomaron las calles en al menos 205 ciudades de todos los estados de Brasil.
La frase “Fuera Dilma” fue la más escuchada y expresada en carteles y pancartas en la tercera jornada de manifestaciones desde que la presidenta asumió su segundo mandato, en enero pasado.
A las protestas de ayer acudieron entre 880 mil y 2 millones de personas, según estimaciones parciales de la policía militarizada y los organizadores, respectivamente, citadas ambas por el portal “G1” del grupo Globo. La población total de Brasil es de 200 millones de personas.
El 15 de marzo, en la mayor de todas las jornadas de movilización, el número de asistentes, según la policía, rondó los 2.4 millones de personas, mientras que para los grupos que convocaron fueron cerca de tres millones.
En la siguiente, realizada el 12 de abril, las estimaciones fueron de 701 mil y 1.5 millones de participantes, respectivamente.
Las protestas fueron convocadas por los mismos grupos que llamaron a las dos anteriores: Movimiento Brasil Libre, Vem Pra Rua (Sal a la calle, VPR) y Revoltados On Line (Indignados On Line).
Sao Paulo, como es tradicional, fue la ciudad con mayor participación, con entre 350 mil y un millón de personas en las calles, que se concentraron en la céntrica Avenida Paulista en demanda de la destitución o renuncia de la mandataria.
La corrupción, que sacude al país desde que estallaron en 2014 las denuncias sobre una gigantesca trama de desvíos de fondos en la estatal Petrobras, y la crisis económica, que la población ya comenzó a sentir con la subida de precios y la pérdida de fuentes de trabajo, fueron los disparadores de la indignación popular, que mostró una especial aversión por el PT.
En la capital fluminense, la marcha se desarrolló en la rambla de la playa de Copacabana, donde una enorme columna humana se congregó en la famosa Avenida Atlántica. Ni la policía ni los convocantes informaron sus respectivas estimaciones de público.
Al igual que como ocurrió en las dos grandes protestas anteriores, marcaron presencia en los actos grupos organizados y personas aisladas que defienden una intervención militar como forma de superar la crisis política y económica por la que atraviesa el país.
Las consignas pro-intervencionistas, como “S.O.S. FFAA”, u otras que tildan al PT y al gobierno de Rousseff de “comunistas”, volvieron a verse de la mano de grupos de derecha, como la Unión Nacionalista Democrática y Patria Amada Brasil.
Con tintes patrióticos, el público compareció en su inmensa mayoría vistiendo la camiseta “verdeamarela” de la selección brasileña de fútbol y portando enormes banderas del país que hacían flamear cada vez que se entonaban las estrofas del himno nacional.
Lula da Silva, quien supo salir ileso del escándalo de compra de votos a legisladores que promovió el PT durante su primer gobierno, y que no fue objeto de críticas en las dos marchas anteriores, fue blanco de insultos en esta oportunidad.
En Brasilia, un gigantesco muñeco inflable con su rostro, y vestido de presidiario encabezó los actos tildándolos en pancartas de “jefe” de la corrupción en Petrobras, al tiempo que en Sao Paulo pudieron verse marionetas emulando a Rousseff y Lula vestidos como los “Chicos Malos” de Disney, escondiendo dinero en sus espaldas.
Rousseff convocó para la tarde de ayer a sus ministros más cercanos para evaluar el impacto de las multitudinarias manifestaciones que se desarrollan ayer en al menos 13 estados de todo el país y el Distrito Federal.
La respuesta del PT y de los movimientos sociales que apoyan al gobierno será el próximo jueves, cuando han sido convocados actos en todo el país “en defensa de la democracia” y “contra el golpe”.
En Belo Horizonte, el ex candidato presidencial Aécio Neves del Partido de la Social Democracia Brasileña se sumó a los manifestantes e incluso pronunció un breve discurso ante unas seis mil personas declarando que el país “no acepta más tanta impunidad, tanta mentira y tanta corrupción”.
La nueva jornada contraria a su gobierno llega en el momento más crítico del gobierno de Rousseff. Según encuestas divulgadas recientemente, solo el ocho por ciento de los electores la avala, el 71 por ciento la rechaza, y el 66 por ciento apoya un proceso de impugnación de su mandato.

468 ad