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Sin planeación, el puente que conecta a la Frontera con Renacimiento, se quejan vecinos

Vecinos de la colonia la Frontera denunciaron que por la lluvia de ayer en el puente que sirve de acceso a ese lugar se formaron encharcamientos, lo que dificulta el paso de los vecinos.
Se quejaron de la falta de planeación en la construcción del puente que construyó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el río de La Sabana, además de las obras complementarias.
La señora Ignacia Rodríguez Adame, que llevaba a dos de sus hijos en un triciclo de carga, dijo que “siempre” se inundaba la calle porque “quienes hicieron el puente no lo acabaron”.
Manifestó que por ese acceso no deberían de circular automóviles, pero que eso sucedía todos los días “y abre hoyos de terracería”.
Doña Ignacia Rodríguez, que vive en colonia Rubén Figueroa Alcocer, se quejó de la “marginación social” en la que los tienen los tres ámbitos de gobierno, “estamos fregados, desde 1997 es la hora que no hay servicios públicos como drenaje ni agua, pero eso sí el Ayuntamiento nos cobra el predial”.
Antes de bajar del puente, Doña Ignacia bajó a uno de los niños, el más grande, para que entre los dos maniobraran su vehículo y no se manchara el menor y esquivando los hoyos en el camino rodearon un charco y siguieron su camino.
El 16 de junio, el alcalde Luis Uruñuela Fey y el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) en Guerrero, Eduardo Rodríguez Abreu, recorrieron el puente y anunciaron que en 25 días se finalizaría la obra, lo que no se cumplió.
El puente tiene una longitud de 90 metros, una rampa de acceso de 20 metros y una ampliación de 250 hacia la colonia La Frontera, y se invirtieron en él 43 millones de pesos, se informó en esa ocasión.
Para subir y bajar del puente en el lado de la Frontera se instaló una improvisada rampa de metal, y en los costados hay tablas sobrepuestas que mueven los automóviles que circulan por allí.
En la parte de Ciudad Renacimiento las rejillas no estan acabadas y se observan placas de metal puestas para que pasen los automóviles. En los costados no hay protección. Las personas que pasaban señalaron que en la noche ya se había caído vecinos por la falta de iluminación.
Por su parte, la señora Ana María Quezada, que habita en Ciudad Renacimiento, señaló que le parecía absurdo que “si el puente ya lo acabaron no esté habilitado”.
Ana María a diario recorre a pie el lugar, de su casa a la de su hija en la colonia La Frontera. Ayer recordó que debía usar sus sandalias y no el zapato cerrado que llevaba para no mancharse de lodo.
Calificó como “calmados” los trabajos de la reconstrucción del puente porque los empleados de la constructora eran menos y ya no iban los fines de semana, “antes también se les veía en domingo”.
Con una maceta en mano para “decorar” la casa de su hija y en la otra su bolsa del mandado, Doña Ana María se quitó sus zapatos nuevos de tela y caminó entre el lodo y las aguas estancadas por la lluvia de ayer. (Abel Salgado).

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