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México no es un país de corruptos, dice Miguel Barbosa en su informe al Senado

“Tenemos que poner un alto definitivo a la corrupción y a la impunidad. México no es un país de corruptos”, sentenció el senador del PRD, Miguel Barbosa, al rendir su informe como presidente de la Mesa Directiva del Senado.
En una ceremonia que fue más una pasarela de políticos integrantes del gabinete federal, gobernadores y titulares de otros organismos federales y no una rendición de cuentas, Barbosa recibió elogios, aplausos y el guiño del coordinador de la bancada del PRI, Emilio Gamboa Patrón, quien afirmó que con el senador poblano se “confirmó que la pluralidad política no es un obstáculo para construir y concretar grandes acuerdos”.
En el remodelado patio central de la vieja casona de la calle Xicoténcatl, exsede del Senado durante 84 años, Barbosa Huerta mencionó que durante su gestión la Cámara alta se basó en la austeridad y la transparencia. Presumió que se estableció un sistema de control interno de gestión y se realizó un diagnóstico y rediseño de la Tesorería.
Barbosa también teorizó sobre el papel del Senado en esta etapa en que se aprobaron parte de las reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto.
“La división de poderes no es confrontación de poderes. Debe ser colaboración, coordinación y control entre los mismos. La Mesa Directiva ejerció su labor entendiendo de manera clara este marco”, justificó.
En la pasarela de políticos estuvieron presentes los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray; de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong; de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, así como los mandatarios de Puebla, Rafael Moreno Valle; del Distrito Federal, Miguel Angel Mancera; del Estado de México, Eruviel Avila, y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Al acto que contó con música vernácula y un rígido sistema de control para la entrada también acudieron el rector de la UNAM, José Narro; el presidente de la Suprema Corte, el ministro Luis María Aguilar, y el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, el menos vitoreado en el evento, así como el presidente de la CNDH, Raúl González.
En la feria de autoelogios no se escuchó ni una sola crítica a la labor del Senado, que dejó pendientes varias reformas por concretar, incluyendo la del Distrito Federal, así como el decálogo de seguridad y justicia enviado por el Ejecutivo federal.
En tanto, en las afueras del Senado ahorradores defraudados por Ficrea se manifestaron al grito de “¡Queda pendiente, Ficrea y su gente!”.
Los inconformes protestaron por la falta de solución a este caso, pese a haberse conformado un grupo de trabajo de senadores que prometió restituir el monto de lo perdido a 90 por ciento de los ahorradores.
El 30 de abril pasado, los senadores decidieron no aprobar la Ley de Ahorro y Crédito Popular, conocida como Ley Ficrea, a pesar de que existía consenso en la Comisión de Hacienda. (Agencia Proceso / Ciudad de México).

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