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Cierran trabajadores las oficinas de la Administración Fiscal en Zihuatanejo

*Exigen al secretario de Finanzas del estado, Eli-seo Moyao, que resuelva el conflicto con la administradora Marisol Cárde-nas Álvarez, a quien acusan de hostigamiento

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Trabajadores de la Administración Fiscal en Zihuatanejo cerraron las oficinas, en demanda de que el secretario de Finanzas del estado, Eliseo Moyao Morales, corrija la actitud de la administradora Marisol Cárdenas Álvarez, a quien acusan de “trato déspota, grosero y prepotente”, además de que los hostiga y crea conflictos internos entre los mismos empleados.
A las 7 de la mañana, unos 20 trabajadores sindicalizados, de confianza y supernumerarios cerraron los accesos al edificio en el que se encuentran las oficinas de Finanzas, del Registro Público de la Propiedad, así como de la Coordinación de Fiscalización, que depende de la Auditoría General del estado.
Los inconformes colocaron pancartas en las que expresaron su inconformidad contra la servidora pública: “Fuera la administradora por revoltosa y chismosa”; “Prioridad a los coyotes, ¡fuera!”; “Señor secretario necesitamos que venga a poner orden en esta administración”, entre otras leyendas.
La protesta fue encabezada por el secretario de Organización de la Sección 48 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), Jesús Romualdo Pérez, quien labora en esa dependencia y que fue puesto, por Marisol Cárdenas, a disposición de sus superiores en Chilpancingo el lunes pasado.
Por el cierre de la oficina ayer los contribuyentes no pudieron pagar tenencias y derechos, constancias de no propiedad, carta de antecedentes no penales, entre otros trámites.
Jesús Romualdo manifestó que la situación laboral en esa oficina, desde la llegada de Cárdenas Álvarez, el 20 de mayo pasado, “es ya insostenible; estamos viviendo un hostigamiento laboral tremendo pues la señora llegó con otros tres individuos que se han dedicado a crear conflictos, a tomarse atribuciones que no les corresponden porque ni siquiera figuran en la nómina como trabajadores de Finanzas”.
Añadió que en su momento se acercaron a la servidora pública para plantearle la necesidad “de trabajar de manera armónica, sin conflictos y con respeto, pero se mantuvo en una postura déspota, incluso llegó a decirnos que si guerra queríamos, guerra íbamos a tener”.
Los inconformes advirtieron que permanecerían con las oficinas cerradas hasta que se solucione el conflicto.

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