Llama Arturo Campos desde prisión a la unidad de la CRAC y que no se someta al gobierno

*Rogelio Ortega le prometió que liberaría a los presos políticos, afirma el promotor, “desde que llegó al cargo fue para cubrir, para que pudiera calmar las movilizaciones por Ayotzinapa, los maestros y el Cecop”, afirma

Jacob Morales Antonio

Desde la cárcel de Ayutla el promotor de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Arturo Campos Herrera, llamó a los coordinadores de las diferentes casas de justicia a la unidad para que la organización pueda seguir funcionando, exigir la libertad de sus presos y para no permitir que el gobierno someta a las Policías Comunitarias a la credencialización.
Hoy, 21 de agosto se cumplen dos años de las detenciones de unos 30 integrantes de la CRAC de la Casa de Justicia de El Paraíso, Ayutla, en una aparatosa operación de militares. Entre los detenidos están Bernardino García y Nestora Salgado (ella detenida en Olinalá).
También está preso Gonzalo Molina González, quien fue detenido el 6 de noviembre de 2013 en Tixtla.
Campos Herrera fue aprehendido el 1º de diciembre tras participar en un acto por la libertad de 12 integrantes de la misma organización.
Desde la prisión que comparte con seis de sus compañeros en Ayutla: Benito Morales, Ángel García, Abad Francisco, Florentino García, Bernardino García y Eleuterio García, llamó a la unificación de la “fracturada” CRAC, y a defender lo que por ley a los pueblos indígenas les corresponde.
“Tendrían que hacer la unidad de todas las casas de justicia para que pueda seguir funcionando y seguir fortaleciendo el sistema de justicia indígena”, expuso.
“Que no traten de hacer convenio. Estamos inconformes de que se credencialice a los policías comunitarios, o que directamente vayan a formar parte del sistema de gobierno, creo que tenemos el derecho de formar nuestra propia autonomía, como pueblos indígenas, porque la ley es clara”, agregó.
“No lo decimos porque estemos en contra del gobierno, sino porque el gobierno no ha cumplido con dar seguridad a las comunidades. Nosotros lo que queremos es que se nos respete, y que los demás dirigentes no caigan en que el gobierno va a mejorar la CRAC, hay pruebas contundentes de lo que pasó en Michoacán con las autodefensas que se convirtieron en policías rurales”.
Campos Herrera reiteró, “nosotros le hacemos un llamado a los coordinadores que están en cada parte, es necesario hacer la unidad”.

Que haga memoria el gobernador

De la declaración del gobernador Rogelio Ortega Martínez de que jamás prometió sacar a los presos políticos, Campos Herrera dijo que cuando los visitó luego de ser trasladados a la cárcel de Ayutla, se los prometió, “no existe un escrito, pero él verbalmente nos dijo que iba a luchar para que nosotros salgamos antes de que saliera del cargo”.
“Para nosotros es una vil mentira eso de que él no se comprometió. Si tiene memoria de repetir lo que nos dijo cuando llegamos aquí, ¿o se retracta de lo que nos dijo?” cuando los visitó el 17 de junio.
Ese día el gobernador les dijo que “había sido luchador social, y no sé en qué tanto movimiento ha estado, que era pueblo y que está al cien por ciento con nosotros, y que antes de que se fuera íbamos a salir”.
Mencionó que Ortega Martínez también se ha reunido con sus familias, a quienes les expresó que “tenía voluntad política” y que antes de que se fuera los liberaría y “eso significa para nosotros que tendría que cumplir”.
No obstante, dijo que desde un inicio hubo desconfianza de Ortega Martínez, “nosotros desde el principio nunca confiamos en él, inclusive nosotros pensamos que el gobernador desde que llegó al cargo fue para cubrir, para que pudiera calmar las movilizaciones por Ayotzinapa, los maestros y el Cecop –Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota–”.
“Vemos que no se quedó para resolver los asuntos sino para cubrir el cargo y taparle el ojo al macho, de que él venía con la idea de calmar todas las situaciones del estado, y hasta ahorita no ha cumplido”.
Dijo que no confía en que salgan con la Ley de Amnistía, porque no son delincuentes, e insistió en que “nuestra detención es política por combatir a los delincuentes en nuestros territorios” además de oponerse a las mineras que tratan saquear los territorios comunitarios.

Un año y medio en prisión federal

Campos Herrera luego de su detención en Chilpancingo fue enviado al penal de Las Cruces en Acapulco, y horas después trasladado a la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, conocida popularmente como Almoloya, donde permaneció hasta 6 de junio, día de su traslado a la cárcel de Ayutla.
Contó que su estancia en la famosa cárcel de donde se escapó el capo de la droga, Joaquín, El Chapo, Guzmán, no fue nada agradable. Una vez que llegó ahí durante tres meses fue encerrado en una celda, jamás distinguió el día de la noche.
A su llegada al penal fue torturado sicológicamente, lo humillaron. Le colocaron un perro a unos cinco centímetros de la cabeza que ladraba al tiempo que alguien lo atormentaba diciendo que el animal lo iba a matar.
La primera vez que vio la luz del día, la disfrutó sólo una hora en el patio del penal. Cuando llovía no tenía derecho de salir y permanecía encerrado en la celda.
“Lo único que siento feo es por la familia, la tortura sicológica es la tortura mas fuerte”, pero de salir “tenemos la misma idea de seguir luchando. Estamos fuerte y tenemos la idea de seguir definiendo a nuestra gente”.
Del gobierno priista que gobernará el estado, consideró que debe de retomar el diálogo con las familias de los presos. Manifestó que no hay miedo porque sea el PRI el que llegó al poder, porque “no hay diferencias, es lo mismo, siempre va haber represiones. Fue el gobierno perredista que nos acusó de secuestro”.