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La presión de las organizaciones es esencial para su libertad y de los comunitarios presos, dice Nestora

*A mí me apresaron por detener delincuentes, y han sido crueles conmigo. Pero yo le pregunto al gobierno: ¿por qué no detiene a esos que tanto daño nos han hecho, a los que en verdad secuestran, violan, extorsionan y matan a nuestra gente?”, señala en un mensaje desde la cárcel de Tepepan

Agencia Proceso

Ciudad de México

La dirigente de la Policía Comunitaria (PC) de Olinalá, Nestora Salgado García, presa desde agosto de 2013, aseguró que es “esencial” la presión de las organizaciones nacionales e internacionales a los gobiernos federal y estatal de Guerrero para obtener su libertad y la de los policías comunitarios que fueron detenidos el mismo día que ella.
En un mensaje enviado desde la Torre Médica del penal de Tepepan, donde se encuentra desde el 29 de mayo, Nestora Salgado agradeció el apoyo que ha recibido en este largo periodo de prisión, en medio de un proceso abiertamente violatorio de la ley y de sus derechos humanos.
Además llamó a no perder el ánimo, mantener la unidad y seguir en lucha en defensa del pueblo.
“A mí me apresaron por detener delincuentes, y han sido crueles conmigo. Pero yo le pregunto al gobierno: ¿Por qué no detiene a esos que tanto daño nos han hecho, a los que en verdad secuestran, violan, extorsionan y matan a nuestra gente?, ¿por qué no hay respuesta ni justicia para las madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y para las familias de las miles de personas desaparecidas en el país?”.
En tanto, representantes de diversas organizaciones de derechos humanos y colectivos de la sociedad civil, así como los abogados que llevan el caso, reiteraron en conferencia de prensa su solidaridad con la líder comunitaria y denunciaron su injusto e ilegal encarcelamiento, pese a que ya fue exonerada por la justicia federal y no obstante que las presuntas víctimas de los delitos de secuestro agravado que se le imputan jamás se han presentado ante la autoridad judicial a ratificar sus denuncias.
El 21 de agosto de 2013, soldados del Ejército, de la Marina y policías de Guerrero detuvieron a Nestora Salgado en Olinalá, región de La Montaña, acusada de “secuestro y delincuencia organizada”.
Desde entonces estuvo presa en la cárcel Número 4 de Tepic, Nayarit, y el 29 de mayo después de una huelga de hambre de 31 días, fue trasladada al penal de Tepepan, en la ciudad de México.
En junio en entrevista con el diario El Sur dijo que en México “el sistema les ha fallado” y la autoridad usa la fuerza pública para matar y fabricar delitos “porque tiene miedo y no puede controlar ni a su gente, ni a los marinos, ni al Ejército, ni a los policías”.
En el país la situación de inseguridad es muy fuerte, y “les duele que les haya dicho que el sistema está corrompido, que estando encerrada mi voz se escuchó”, destacó.
“Parece que lo predije, cuando declaro que ya no le tenía miedo a los delincuentes sino al gobierno que nos quiere desaparecer. Hasta la delincuencia nos respetó, el que quiso destruirnos fue el gobierno”, dijo en esa entrevista.

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