Intentan buzos infructuosamente rescatar un yate en playa Honda

Luego de dos meses de que el huracán Carlos tocara playas de Acapulco, en el barrio de Manzanillo todavía se aprecian dos yates encallados y una lancha hundida

Abel Salgado

A dos meses de que el huracán Carlos tocara playas de Acapulco, en el barrio de Manzanillo todavía se aprecian dos yates encallados y una lancha hundida. Ayer en playa Honda, un grupo de cinco buzos trataban de sacar una embarcación de casi 20 metros de longitud sin éxito.
Ayer, en playa Honda, ubicada a un costado de playa Manzanillo, se observaba vacía de turismo. Un grupo de buzos estaban sobre una lancha, en la que maniobraban para afianzar el yate Mi Vida con lazos al fondo del mar.
Uno de los pescadores comentó que desde hace dos semanas los buzos han ido a la playa y lo intentan mover sin éxito.
El pescador aseguró que los buzos van por pocas horas “pero ahí sigue el yate, aquí se necesita a la Marina que preste su grúa para que por fin lo saquen”.
El yate Mi Vida es una de las cinco embarcaciones que por los fuertes vientos del huracán Carlos arrastró desde el embarcadero de playa Manzanillo a playa Honda, encallando a dos grandes naves. Las otras tres eran lanchas pequeñas que se mantuvieron parcialmente a flote pero con el paso de los días y ante la falta de atención de los propietarios, saquearon partes de los navíos y después fueron desarmadas por los dueños para rescatar motores.
Un mes después, el 21 de julio, restauranteros de playa Honda denunciaron que una mancha de aceite y olores a combustible cubrieron tanto a playa Manzanillo como a playa Honda. El derramamiento provocó que centenares de peces murieran y fueran arrastrados a las orillas. Seis prestadores de servicios turísticos enviaron un oficio a la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Capitanía de Puerto, exponiendo los daños al ecosistema y también a su economía. Señalaban que desde que las embarcaciones fueron encalladas, dejaron de recibir turismo.
El 24 de julio, Capitanía de Puerto anunció que toda embarcación en playa Manzanillo que se encontrara hundida sería retirada y arrastrada a una bodega cerca del tiradero municipal en Paso Texca.
El capitán Gustavo Gómez también informó que iniciaron una operación en conjunto con Semarnat, Profepa, la Armada de México, Secretaría de Fomento Turístico, Secretaría de Turismo Municipal, asociaciones de hoteles y las Marinas en la zona de Manzanilo y Caleta-Caletilla.
También se informó antes del retiro de las embarcaciones en el mar y en la franja de arena que se contactaría a los propietarios de cada yate o lancha para que lo arrastraran por sus propios medios. De lo contrario las autoridades se las llevarían a Paso Texca y en caso de que quisieran recuperarlas se les multaría y cobraría por el arrastre.
Ayer mientras los cinco buzos trataban de afianzar los lazos de la embarcación Mi Vida prestadores de servicios indicaron que un apoderado legal del yate “apareció” después del aviso de autoridades federales y contrató a los buzos para volver a meter la embarcación de casi 20 metros al mar para que se arrastre a un atracadero cercano.
De las cinco embarcaciones que estuvieron por casi dos meses, ayer sólo estaban los dos yates y una lancha hundida en playa Honda.