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La política migratoria mexicana está coludida con la de EU, censuran expertos

Agencia Reforma

Ciudad de México

Pese a que México se ostenta ante el mundo como uno de los mayores promotores del respeto de los derechos de los migrantes y sus contribuciones al desarrollo, a nivel interno implementa una de las políticas migratorias más restrictivas en su historia, advierten expertos.
Recientemente se aprobó en Naciones Unidas el borrador sobre los nuevos objetivos del milenio, que será votado en septiembre por los Estados miembros de la Asamblea General.
Según el Gobierno mexicano, el borrador incluyó varios asuntos impulsados por diplomáticos mexicanos, entre éstos el tema migratorio.
Dentro de la meta de reducción de la desigualdad, los países aprobaron como submeta facilitar la migración y la movilidad de las personas de manera ordenada, segura, regular y responsable, lo que incluye la implementación de políticas públicas bien planeadas y operadas.
En el texto, los países reconocen la contribución positiva de los migrantes al crecimiento inclusivo y al desarrollo sustentable, y que el fenómeno es multidimensional, pues hay países de origen, tránsito y destino, lo que requiere de respuestas comprensivas.
Leticia Calderón, experta en migración del Instituto Mora, aplaudió que México promueva estos temas a nivel internacional, pero lamentó que a nivel interno el país no cumpla con lo que predica.
“Para que México se luzca tiene que haber congruencia entre lo que el gobierno dice y lo que hace en el tema migratorio”, señaló.
Resaltó que históricamente el Gobierno mexicano ha desestimado las críticas de expertos y organizaciones nacionales e internacionales en materia migratoria, aún cuando dichos cuestionamientos son concretos y específicos, y su abordaje permitiría mejorar algunos aspectos de la política migratoria.
“Es absolutamente incoherente hablar de una política de migración regular con pleno respeto a los derechos humanos, es un discurso vacío si no va acompañado de un cambio de enfoque en la política”, dijo a su vez Diego Lorente, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, con sede en Tapachula.
“Es incoherente también con la actual política migratoria mexicana que está totalmente desatada con un enfoque de control, totalmente coludida con el Gobierno de EU”, consideró.
Contrario al documento aprobado, expuso, el Gobierno de México no ha garantizado los derechos humanos de los migrantes sin importar su condición migratoria.
Lamentó que en el posicionamiento de México, no se hable de refugiados.

Alertan porosidad en frontera sur

Toda la frontera sur es un poro gigante, afirma tajante Marco Antonio Castillo, coordinador de la Asamblea Popular de Familias Migrantes.
Las cifras respaldan su dicho. De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación actualizados a julio, existen hasta 704 puntos informales de cruce de indocumentados en la franja limítrofe.
Por estos puntos, se cuela a nuestro país alrededor del 95 por ciento del flujo de migrantes en tránsito irregular, según estimaciones oficiales.
“Se ha hecho mucho más complejo e inseguro el cruce, y eso obliga que se estén desarrollando nuevas rutas en la franja fronteriza del sur.
“Plantea nuevos dilemas a los migrantes centroamericanos para llegar a Estados Unidos, y trae como consecuencia que haya más gente varada en México”, apunta Castillo.
La Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur, admite que las condiciones geográficas imposibilitan un eficaz control de entradas por la frontera.
En los últimos tres años, indica en su Informe de Actividades Julio 2014-Julio 2015, hubo aproximadamente 250 mil entradas irregulares con posible destino a Estados Unidos.
“Al final el problema no es de poros, sino de enfoque, el problema es la deshumanización de la política pública, es la manera de abordar el fenómeno migratorio”, agrega Castillo.
El Programa Especial de Migración 2014-2018, agrega que la “porosidad” está determinada por la carencia de infraestructura para el control de la movilidad internacional.
En toda la franja hay solamente 11 cruces formales con presencia de autoridades migratorias en ambos lados.
El Gobierno federal habilitó el último año tres Centros de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAIF), que se encuentran en Huixtla, Catazajá y La Trinitaria, en Chiapas.
Según la Coordinación, otros dos CAIF, que sirven para la revisión interinstitucional de vehículos y personas, funcionarán en los próximos años en Palenque, Chiapas, y Frontera, Tabasco.
El ex titular de la Coordinación para la Frontera Sur, Humberto Mayans, reconoció en entrevista -la semana pasada- que en la región opera la delincuencia organizada.
“Los que están operando en el sur sureste son las granes bandas de la delincuencia organizada, Los Zetas, el Golfo, las bandas de Maras”, apuntó Mayans.
Rodolfo Córdova, investigador del Centro de Análisis e Investigación Fundar, advierte que la porosidad también trae consigo otros “impactos negativos” como tráfico de drogas y armas.

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