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Pide el director de Ayotzinapa que se cancele el contrato de la construcción de dormitorios

*José Luis Rivera considera que la empresa encargada está defraudando a la institución, por el exagerado costo y los errores en la obra

Lourdes Chávez

Tixtla

El director de la normal rural de Ayotzinapa, José Luis Rivera Hernández, demandó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas la cancelación de un contrato por 20 millones de pesos, para la construcción de un edificio de dormitorios, porque.
Como referencia a los altos costos, puso como ejemplo la construcción de un edificio, de las mismas dimensiones, a cargo de los directivos por 3.5 millones de pesos, que financiaron con programas federales de fondos concursables de dos ejercicio fiscales, 2014 y 2015.
Otro docente detalló que el costo por metro cuadrado del edificio de los directivos fue de 8 mil 413 pesos, pero del nuevo dormitorio es de 43 mil 122 por metro cuadrado; es decir, el edificio a cargo del gobierno del estado tiene un precio cinco veces mayor al que realizaron en la escuela.
Aclararon que con el financiamiento federal, los docentes no sólo hicieron un edificio de tres plantas, de acuerdo con los criterios aprobados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), sino que también alcanzó para un sanitario independiente y mejoras en el comedor. Cumplieron con los requisitos de la norma, licitaron y supervisaron la construcción, que realizó una empresa particular.
Mediante un escrito, pidieron revocar el contrato SDOUP-IF-CP-181-2014 a favor de Fuerza Constructora SA de CV, para la demolición de edificio Hiltón, el más viejo y deteriorado de los dormitorios de la normal rural, y la construcción del uno nuevo de tres niveles.
La obra fue suspendida por el ataque de policías municipales a normalistas y la desaparición forzada de 43 estudiantes en Iguala, el 26 de septiembre de 2014; sólo completaron la demolición el viejo dormitorio y pusieron las varillas de los cimientos sin colar.
Entre los motivos para anular el contrato, Rivera Hernández señaló que no hubo licitación para asignar la construcción, los costos son excesivos y la obra no cuenta con un dictamen estructural, ni planos.
En un recorrido por la escuela, con funcionarios de obras del gobierno estatal, denunciaron que la misma empresa hizo otras obras de mala calidad en 2013.
A la vista, señaló el deterioro en las paredes y las irregularidades en un edificio de dormitorios, que recibieron hace dos años, así como el colapso del sistema de drenaje inservible, a cargo de la misma constructora.
El edificio con estructura metálica está recubierto con material prefabricado, descascarado por la humedad. Uno de los funcionarios estatales insistió en que el problema era de fachada, que había garantías de seguridad.
Pero maestros y directivos insistieron en que las líneas de dos estructuras que están al descubierto no son rectas, tampoco las paredes, de concreto en el exterior y en el interior de tablaroca, están alineadas.
Los enviados de Obras Públicas replicaban que la obra estaba en orden y la desviación en la estructura es una ilusión óptica.
Sobre el drenaje, quedó claro que estaba colapsado y acordaron hacer una revisión técnica, para descartar o señalar fallas en los trabajos de construcción, incompletos aún.
Los funcionarios insistieron en que ellos no estaban enterados de las quejas en las obras, para la que se contrató a una empresa de supervisión externa, de prestigio nacional. Ante la evidencia, reconocieron que “a lo mejor hubo negligencia, es posible”.
Los maestros respondieron que llevaron muchos oficios a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y hablaron con el entonces operador del gobernador, Ernesto Aguirre Gutiérrez, y nadie atendió las irregularidades.
En ese entonces, el gobernador Ángel Aguirre Rivero presumía que invirtió 56 millones de pesos en becas, material didáctico y el fortalecimiento de la infraestructura en la normal.

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