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Renuncian Cuauhtémoc Salgado y Pilar Vadillo a la presidencia y secretaría general del PRI

La dimisión, porque en los próximos días asumirán como diputados locales. El CEN designará a los dirigentes interinos

 

Carlos Navarrete Romero

Chilpancingo

El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, y la secretaria general, Pilar Vadillo Ruiz, presentaron este martes su renuncia con carácter de irrevocable  a la dirigencia del partido ante la cercanía de que asuman como diputados locales, el primero por la vía proporcional y la segunda por mayoría relativa.
Ayer al medio día, en la sede alterna de la dirigencia del PRI, que se localiza en la colonia Tribuna Nacional, a espaldas de la Casa Guerrero, ambos diputados electos presentaron sus renuncias a miembros de la dirigencia y al delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), José Parcero López, quien desde ayer está al frente del partido en tanto no se nombra a los nuevos dirigentes.
Tras la renuncia será el CEN el que resuelva, en base a los estatutos, quiénes ocuparán esos espacios, en la figura de presidente y secretario general interinos, para concluir con el periodo de cuatro años para el que fueron electos Salgado Romero y Pilar Vadillo, quienes estuvieron al frente del tricolor por dos años y dos meses.
En su intervención, Cuauhtémoc Salgado Romero agradeció el respaldo de los militantes y aseguró que fue una tarea “nada fácil ser presidente del partido, más en los momentos en donde se es oposición y no tienes a quién recurrir para poder resolver temas hasta internos del mismo Comité Directivo Estatal”.
Recordó también que durante su periodo como dirigente, la sede oficial del PRI en Guerrero, que se encuentra a escasos metros del Congreso local, fue incendiada y destruida en el 2013 por maestros que luchaban en contra de la reforma educativa.
“Vivimos momentos difíciles, ustedes son testigos de la quema de la totalidad del edificio, que con grandes esfuerzos y con un apoyo extraordinario que se consiguió por parte del instituto electoral, logramos sacar adelante y hacer un edificio muy bonito, lamentablemente la misma situación social que prevalecía en aquel tiempo y todavía hay secuelas de ese malestar, volvieron a destruir el 70 por ciento del edificio”, dijo.
Recordó que después de eso fue complicado hacer un esfuerzo adicional para reconstruir el inmueble, pero confió en que quien sea designado como nuevo dirigente hará un buen papel.
Durante su discurso fue insistente en que estar al frente del PRI fue complicado, sobre todo cuando se designó a los candidatos que contenderían en el reciente proceso electoral.
Pese a esa situación celebró los buenos resultados del PRI, que en el reciente proceso electoral recuperó la gubernatura con Héctor Astudillo Flores y será mayoría en el Congreso local con 19 diputaciones, además de las siete diputaciones federales obtenidas, cuando en la elección del 2012 solamente obtuvieron una por la vía plurinominal.
También presumió ante los medios que nunca tuvo diferencias ni pleitos con Pilar Vadillo, quien hasta ayer era la secretaria general del partido.
En su oportunidad, Pilar Vadillo reconoció que, a diferencia de los otros partidos, en el PRI le permitieran a una mujer ocupar la secretaría general, y confirmó que nunca hubo alguna discusión entre ella y el dirigente.
“Cuando el tema y el interés es el trabajo, poco tiempo hay para la confrontación y el desgaste estéril que no da buenas señales de una dirigencia”, aseguró.
Vadillo Ruiz indicó que con la reforma político-electoral que se hizo a nivel nacional y posteriormente a nivel local, se garantizó la paridad de género, ampliando la participación de las mujeres en la política, situación que aplaudió.
Posteriormente, José Parcero López celebró que el PRI recuperara espacios “después de 10 años de una cultura perversa”, en referencia a las últimas dos administraciones encabezadas por el PRD, la primera por Zeferino Torreblanca Galindo, la segunda por el defenestrado Ángel Aguirre Rivero y actualmente por Rogelio Ortega Martínez.
Reconoció el trabajo que Salgado Romero desempeñó al frente del partido a pesar de las circunstancias sociales del estado y de los ataques que sufrió la sede del PRI por organizaciones sociales.
“Es un Espartaco, haber luchado aquí en la capital política, con los grupos, con las amenazas, y con una serie de actos de vandalismo y de destrucción, y aún así sacar adelante un partido político, eso es ser un gran líder”, señaló.
Celebró también los resultados obtenidos el pasado 7 de junio, “haber derrotado a un partido que tenía todo el poder, que tenía todo el dinero, todos los recursos económicos, todas las redes territoriales y haberlo derrotado en una lid limpia y transparente, ponen al partido, a su líder, a su lideresa y al candidato en el espacio más importante del estado de Guerrero”.
Finalmente, llamó a Salgado Romero y a Pilar Vadillo a que trabajen desde el Congreso para “poner al día la legislación” para atender a todos los sectores de la población y atacar los niveles de pobreza.
Salgado Romero y Pilar Vadillo estuvieron al frente del PRI un año y dos meses de manera estatutaria, pero antes ejercieron como delegados un año y tres meses.

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