Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Confirman fuentes oficiales la muerte de seis bebés por infección hospitalaria en Tlapa

*Otros 12 recién nacidos se contagiaron y fueron aislados en la sala de cuidados intensivos obstétricos, donde sólo hay espacio para cuatro camas, abundan. Lleva seis meses inhabilitada la sala de cuidados para los recién nacidos en el Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense, y la obra de remodelación tiene dos meses parada

Abel Salgado

Fuentes oficiales del Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense, que está en Tlapa, confirmaron la muerte de seis recién nacidos en ese lugar.
En julio fallecieron dos y cuatro en agosto por un brote infeccioso ocasionado por tres bacterias. Las fuentes denunciaron que por el retraso en las obras por la ampliación de la sala de cuidados intensivos neonatales, los recién nacidos tenían que ser atendidos en el área de urgencias y otras del hospital, y 18 de ellos se infectaron.
Las fuentes coincidieron en que el secretario de Salud, Edmundo Escobar Habeica, tiene conocimiento del brote infeccioso desde que se encontraron las bacterias en los recién nacidos.
Uno de los trabajadores reveló que el hospital se encuentra en cuarentena desde la muerte del primer neonato en julio, fecha en que se restringió la atención de las labores de parto.
Las tres bacterias que se han detectado son Escherichia Coli, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumannii conocida también como neumonía nosocomial.
Por la contingencia en el hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense, las madres con riesgo de partos prematuros son enviadas al Hospital del Niño y la Madre Guerrerense, en Chilpancingo.
Una fuente oficial del hospital indicó que la causa de que los 18 niños enfermaran desde mayo es por la sobrepoblación del nosocomio, y precisó que de las 12 camas que existen para atención a los infantes, han llegado a necesitar hasta 30.
Ante esta sobrepoblación, dijo la misma fuente, se hicieron gestiones para que mediante el programa federal Seguro Popular se obtuvieran recursos para la ampliación del espacio, y resultado de ello de las 12 camas existentes se programó incrementarlas a 24.
El 20 de abril iniciaron las obras de ampliación de la sala de cuidados intensivos neonatales, y se dijo entonces que las labores durarían dos meses.
Los recién nacidos que fallecieron compartían el área de urgencias y otros lugares del hospital.
Después de su muerte se comprobó la presencia de las tres bacterias mencionadas en los organismos de otros 12 neonatos, que fueron aislados en la sala de cuidados intensivos obstétricos destinada a las mujeres en el parto donde hay espacio para cuatro camas, pero “se tuvieron que meter a 12 recién nacidos”. La mayoría son prematuros, complementó la fuente.
La sala de cuidados intensivos neonatales a donde se atiende a los recién nacidos lleva inhabilitada desde abril, pero además “la obra tiene parada dos meses, ya no trabajan”.
De los 12 niños infectados, cuatro ya fueron dados de alta y ayer salieron otros dos después de que estuvieron bajo observación y recibieron tratamiento. De los niños que siguen en el hospital, uno presentó malformación de nacimiento.
Un médico consultado expuso que del “brote de infección asociado a la salud” se salvó la mayoría de los niños.
Agregó que cuando comprobaron los casos de infección reportaron el problema al sector central de la Secretaría de Salud e incluso a una empresa especializada en asepsia nosocomial, de la ciudad de México, que se encargó de desinfectar el hospital.
Dijo que cada semana se hacen estudios de sangre a los bebés y el último arrojó que ya no están infectados. Precisó que el viernes los médicos tuvieron conocimiento del resultado y que esperarán una semana más para volver a dar atención de partos.
Del total de la población que se recibe en ese hospital, el 63 por ciento son mujeres que hablan náhuatl, tun savi y me’ phaa, que vienen a atenderse a Tlapa, el centro de La Montaña, una región de 17 municipios con un alto porcentaje de población indígena.
La fuente dijo que además del sobrecupo del Hospital de la Madre y el Niño Indígena, antes del brote infeccioso recibían a pacientes del hospital general de Tlapa, que también está en reconstrucción.
Criticó que el hospital de la Madre y el Niño Indígena “no era una construcción como tal”, sino una ampliación en la que se instalarían tanques de oxígeno, cableado eléctrico para la instalaciones de monitores y ventiladores entre otros aparatos electrónicos.
Aseguró que desde mayo el secretario de Salud, Edmundo Escobar Habeica tuvo conocimiento e instruyó que los nuevos recién nacidos fueran trasladados a hospitales de Chilpancingo porque el de la Madre y el Niño Indígena estaba en cuarentena.
Contó que desde la Ssa estatal se enviaron brigadas de epidemiología que hicieron un cerco sanitario, también a un grupo de regulación sanitaria.
El médico atribuyó la vulnerabilidad de los recién nacidos a la desnutrición, infecciones de cervicovaginitis y urinarias de las madres.

468 ad