Derrocha recursos tecnológicos la puesta en escena La Dalia Negra para recrear los años 40

Manuel Tejeda / Agencia Reforma

Ciudad de México

Quien vaya a ver a partir del próximo viernes la obra La Dalia Negra, al Centro Cultural Chapultepec, quedará atrapado en la década de los 40.
Esto gracias a que la familia Ortiz de Pinedo, productora del montaje, echó mano a una serie de recursos tecnológicos vanguardistas para lograr que el público se sumergiera en esta época.
“Creo que en México nunca se ha visto algo así”, aseguró Jorge Ortiz de Pinedo el jueves, tras una función especial de la obra.
“Son seis proyectores que logran todo lo que se ve. Es tanta la luz que hay que los actores no ven nada y caminan por unas guías que brillan. Deben tener cuidado, pues si se pasan, los tira una tarima que gira”.
El derroche de producción se nota desde que uno entra al recinto, cuando una enorme pantalla de cine le da la bienvenida a la audiencia. No hay nada más en el escenario, lo que hace que luzca austero.
Sin embargo, en cuanto se apagan las luces, no hay nadie que pueda cerrar la boca ante lo visto.
Una serie de imágenes empiezan a correr de un extremo a otro: titulares noticiosos y fotografías explícitas del salvaje crimen cometido contra Elizabeth Short, mejor conocida como La Dalia Negra.
De entre ellas surge Fernando Luján, quien da vida al detective Harry Murphy, encargado del caso y que, tras 40 años de investigación, lleva de la mano al espectador para descubrir quién cometió el crimen.
Tras la introducción aparece el mismo personaje, pero rejuvenecido, ahora en la piel de Erik Hayser.
La pantalla pinta el paisaje de Los Ángeles y él lo recorre a bordo de una patrulla. De nueva cuenta la tarima giratoria hace de las suyas, simulando que el auto está en movimiento.
El arte y las escenas, incluido el semidesnudo de la protagonista, Ariadne Díaz, rememoran la obra de Will Eisner, creador de The Spirit, y de Chester Gould, mente detrás de Dick Tracy.
Esta especie de cómic viviente mezcla al mismo tiempo cine negro, suspenso y mucho humor.
“Es un trabajo atlético para los actores, perfectamente coreografiado. La gente no sabe que ellos están expuestos a tal cantidad de luz que usan bloqueador solar y gotas en los ojos.
“La obra dura una hora con 25 minutos y parece que todos corrieron un maratón, es extenuante. Yo dibujé el storyboard pensando en el cómic, para luego animarse”, señaló Sergio Villegas, director de arte.
La Dalia Negra estrenará en el Foro Cultural Chapultepec, con funciones de viernes a domingo.