Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Retrata Edilberto Nava la vida cotidiana de Apango en su libro de cuentos A paso lento

*A todo intento del hombre por preservar la memoria histórica se le obstruye, se le margina y minimiza, reflexiona el autor

Claudio Viveros Hernández

Taxco

El escritor indígena Edilberto Nava García presentó en esta ciudad su nuevo libro A paso lento, en el que reúne 22 cuentos, de los que afirma “se dirigen no sólo a difundir tradiciones y costumbres de la región suriana, sino a menguar esa congoja, esa incertidumbre y ese luto que como manto oscuro cubre al país”.
El autor de Apango, del municipio de Mártir de Cuilapan, comenta en la introducción del texto que la vida discurre, viaja vertiginosamente; no se frena a voluntad, porque las multitudes o la realidad la empujan. La economía mundial no dice pero odia las fronteras, se declara contra ideologías nacionalistas y socava y derrumba liderazgos.
“Todo intento del hombre por preservar la memoria histórica se le obstruye, se le margina y minimiza. Sólo el pensamiento, la ilusión y las fantasías no tienen dique y van aquí, libres y dispuestas a juguetear en el aire”, suelta a propósito de A paso lento.
La presentación se realizó en compañía del activista social, Hugo Figueroa Ocampo, del reportero Raymundo Ruiz Avilés, y Elizabeth Enríquez como moderadora, quien dio paso a cada uno de los comentarios.
Sus orígenes como escritor recordó que se remiten a los primeros textos que escribió para el diario Expresión Popular que circula en la capital del estado y dirigía en aquel tiempo, Xavier Cordero Muñoz, oriundo de Taxco, quien le pedía un texto especial “para los días sábados porque le faltaba algo de información para llenar el periódico y un día me encargó y me dijo te voy a pagar porque a mí me gusta como escribes”, y fue así como se sumergió en la literatura a partir de una diversidad de historias, vivencias, personajes y pueblos que recobran vida y, en cada lectura, nos asestan un mensaje.
De esa etapa evocó su primer libro de cuentos Sangre legítima, en donde recopiló todos los que ahí se publicaban de los pueblos, entre ellos los de la zona Centro, la zona Norte y la Montaña que recorrió a pie.
El reportero, Raymundo Ruiz, expuso que Nava García traza con fervor las líneas del costumbrismo y de la realidad de las comunidades, especialmente de Apango, un lugar para él mágico, con una cosmogonía de las culturas mesoamericanas, y el libro es una narración con un cuentacuentos “que te induce a conocer y respetar el legado de las generaciones, nos revela de lo que estamos construidos y el rumbo que se lleva”.
Añadió que es un texto divertido, sano y lleno de tradiciones, costumbres y de una riqueza cultural de Guerrero que muchos desconocemos, pero con él, se puede entender la vida misma, de nuestros ancestros y del mundo.
En su intervención, Hugo Figueroa, señaló que al leer el libro se encontró con historias que de alguna manera le hicieron recordar lo vivido en su comunidad tanto en tiempo pasado como presente, pero sobre todo las narraciones tienen el ingrediente de lo cotidiano, de las leyendas, de los mitos y de los sueños y pesadillas vividas por la gente de Guerrero, de las que dice que en A paso lento “es más realista en sus descripciones, pero también tiene cierta magia y ficción”.
Destacó que las lenguas nativas conmo el nahuatl ocupen parte importante del vocabulario de esta obra literaria, por lo que felicitó a Edilberto Nava y lo alentó a que “siga dando frutos con nuevos libros, con narraciones que provocan placer al leerlas”.

468 ad