Alertan que sea creada al vapor la Secretaría de Cultura anunciada por Peña Nieto

Agencia Reforma

Ciudad de México

El decreto para la creación de la Secretaría de Cultura es considerada una iniciativa hecha al vapor, que no resuelve los problemas del sector, por los especialistas Bolfy Cottom y Eduardo Cruz Vázquez, mientras que el economista Ernesto Piedras asegura que se trata de un paso positivo.
A Cottom le parece muy bien el planteamiento que justifica la creación de la Secretaría, las problemáticas que señala. Lo peor viene después. “No se da una solución. Parece que la preocupación fundamental fue convertir el Conaculta en Secretaría”.
La iniciativa, enviada por el presidente Enrique Peña Nieto el pasado lunes al titular de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, plantea modificar la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que con la nueva Secretaría sumará 18 dependencias, y reformar una veintena de leyes.
La Secretaría integrará a su estructura tres órganos desconcentrados: el INAH, el INBA y el Instituto Nacional del Derecho de Autor, y uno descentralizado, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Incorporará además a Radio Educación.
Cottom considera “pura retórica” el artículo donde se afirma que se respetarán los derechos laborales del personal del Conaculta y de los trabajadores de la SEP que pasen a formar parte de la Secretaría. El hecho de que los sindicalizados del INAH y del INBA dejen de pertenecer al SNTE, señala, implica crear un nuevo sindicato y negociar los contratos colectivos de trabajo.
“Ahí se pierden derechos laborales, (los trabajadores) se someten a una contratación sumamente incierta”, alerta el investigador del INAH. “Más que hecha al vapor, es una iniciativa terriblemente mal hecha, porque está dolosamente planteada”.
Cruz Vázquez subraya el hecho de que el oficio de la SHCP donde se establece que la creación de la Secretaría no implicará un impacto presupuestario tenga fecha del 4 de septiembre, dos días después de que Peña Nieto anunciara la nueva dependencia durante su Tercer Informe de Gobierno.
“Se nota la precipitación, que el proyecto se cocinó rápidamente”, agrega el gestor cultural.
En el oficio se asegura que las erogaciones adicionales generadas por la creación de la Secretaría se cubrirán con el presupuesto autorizado al sector, algo que tanto Cottom como Cruz Vázquez consideran preocupante, pues el cambio implicará una nueva nómina con un secretario y subsecretarios.
“Eso impacta presupuestalmente”, dice Cottom. “Si se hace sobre la base del presupuesto asignado, no dudo que haya un manejo discrecional de los recursos y se recorten programas”.
El decreto establece que cuando los planes y programas de estudio se refieran a aspectos culturales, históricos, artísticos y literarios, la nueva Secretaría propondrá su contenido a la SEP. Esta separación significa para Piedras evolucionar del concepto vasconcelista de “cultura con educación” a “cultura y educación”, mientras que Cottom lo considera grave.
“Si igual la nueva Secretaría tiene que coordinarse con la SEP, tomar acuerdos conjuntos, resulta incomprensible esa separación”, plantea.
La gran pregunta que se hace Cruz Vázquez es si los legisladores aprobarán vía fast track la iniciativa, o se sentarán a discutir. Una verdadera reconfiguración del sector, señala, implicaría que el Archivo General de la Nación, perteneciente a la Segob, fuera parte de la nueva Secretaría, lo mismo que los teatros del IMSS.