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Margarita Warnholtz

Congreso de mujeres indígenas

Los días 5 y 6 de septiembre pasados se llevó a cabo el Primer Congreso Nacional de Mujeres Indígenas. Asistieron casi cien de distintas regiones del país y de diversas organizaciones, y las acompañó personal de ONU Mujeres, del Instituto Nacional de las Mujeres y otras dependencias. Invitaron también a la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga, pero no asistió. Seguramente no consideró importante el evento, o tal vez estaba muy ocupada promocionando su candidatura a la gobernación del estado de Hidalgo. Aunque haya afirmado que todavía no es tiempo de hablar de eso, ya dijo que sería “un orgullo” para ella ser gobernadora, declaración que recogieron varios medios, sobre todo locales. Esperemos que si se lanza como candidata pongan en su lugar a una persona indígena o por lo menos a alguien que maneje el tema mejor que ella.
No hizo falta la presencia de Mayorga para que el congreso de mujeres resultara una reunión positiva y exitosa. Además de discutir y plasmar en la declaración oficial del congreso los problemas específicos de las mujeres indígenas como tales, también trataron temas que atañen a toda la población originaria y asumieron una posición al respecto.
Hablaron de los megaproyectos y su afectación a las comunidades y en su declaración final exigieron la “cancelación de todos los megaproyectos en territorios indígenas, resultado de reformas estructurales que propician intervenciones violatorias a los derechos colectivos de los pueblos y que derivan en repercusiones específicas para la vida de las mujeres de las comunidades”.
Respecto a la educación, reiteraron la importancia de que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) “impulse la enseñanza aprendizaje en nuestras lenguas y desde nuestra cosmovisión”, asunto que lleva años siendo parte de la agenda de las organizaciones indígenas y que, más que del Inali, depende de la Secretaría de Educación Pública y su Dirección General de Educación Indígena.
Las mujeres indígenas se pronunciaron además en contra del cultivo de maíz transgénico e insistieron en que se debe revisar la legislación agraria para incorporar el derecho de las mujeres al acceso a la tierra. En este último tema han insistido desde hace mucho, en las decenas de reuniones que han tenido, pues si bien éste fue su primer congreso nacional, estas mujeres llevan por lo menos 15 años realizando encuentros, foros, asambleas y demás.
En su documento final, exigieron también la visita a México de Victoria Tauli-Corpuz, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, visita que ya han pedido otros sectores indígenas. Desde hace meses estamos esperando a que el gobierno mexicano extienda la respectiva invitación a Tauli, quien ya dijo extraoficialmente (a quienes se lo han solicitado) que está dispuesta a venir, en cuanto el gobierno mexicano la invite (pues por protocolo de la ONU tiene que ser éste el que lo haga para que pueda asistir).
Además de lo anterior, las mujeres indígenas exigieron la liberación de Nestora Salgado, así como justicia para todos los presos políticos del país y la aparición con vida de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Por cierto, mientras ellas terminaban su congreso, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH presentaba el informe sobre el caso de los jóvenes desaparecidos, que demostró lo que la mayoría ya suponíamos, por no decir sabíamos: en síntesis, que no fueron incinerados todos en el basurero de Cocula, y que sí tuvieron que ver la Policía Federal y el Ejército en el asunto. Recomiendo la lectura del informe completo.

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