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Reprocha Peña Nieto la actitud “pesimista” de quienes no reconocen los avances de su gestión

Agencias Reforma y Proceso

Ciudad de México

El presidente Enrique Peña Nieto reprochó ayer las expresiones pesimistas que, consideró, se niegan a reconocer los logros de la actual administración federal.
Al inaugurar dos puentes viales y entregar 119 patrullas, sostuvo que las cifras demuestran que el país se encuentra mejor que antes.
“Este Gobierno ha querido darle impulso y paso a cambios estructurales que permitan que nuestro país tenga un mayor desarrollo y genere condiciones de mayor bienestar”, señaló.
“Hay quienes este escenario o, más bien, este objetivo a veces lo llegan a poner en duda, hay a veces expresiones un tanto pesimistas de cómo estamos (…)  Pareciera que no quisieran reconocer los avances, los logros que se han tenido y cómo estamos en una ruta, realmente, que nos va a permitir llevar a México a mejores condiciones”.
Peña Nieto reconoció que la economía nacional no crece al ritmo esperado, pero aseguró que las reformas estructurales han mostrado ya sus beneficios y permiten al país contar con mejores cimientos y acelerar su desarrollo social.
“Frente a (quienes tienen una actitud pesimista) aquí está la voz Presidente de la República que les quiere mostrar y acreditar que vamos por la ruta correcta y que hay cifras alentadoras que el país está creciendo y alcanzando niveles de desarrollo”, insistió.
El país, detalló, tiene ahora la tasa de inflación más baja desde que se mide ese indicador y hay mayor consumo, mientras que en la actual administración se han generado un millón 496 mil empleos
La cifra, remarcó, dista mucho de las de las últimas dos administraciones, encabezadas por el PAN.
“No me gusta hacer comparaciones, porque me gusta acreditar lo que hace este Gobierno, pero quizá, para darle su justa dimensión vale la pena entonces registrar qué había ocurrido a estas alturas en otras administraciones”, apuntó.
“En la de hace 12 años, en la administración del 2000 al 2006, a estas alturas en México se habían perdido, no se habían generado empleos. Había más de 500 mil empleos perdidos para entonces. Hace seis años, en la última administración, a estas alturas, había menos 62 mil empleos”.
El gobierno, señaló, está actuando con responsabilidad para cuidar la estabilidad económica del país.
“Hemos decidido ajustarnos y apretarnos el cinturón, generar ahorros internos, y mantener nuestras prioridades de inversión en seguridad pública, en el combate a la pobreza y en el desarrollo de más infraestructura”, indicó.

Formalizan la cancelación de cena de gala del 15 de septiembre

Por la nueva política de ahorro, la Presidencia de la República canceló oficialmente la cena de gala que año con año se sirve en Palacio Nacional como parte de la conmemoración del día del inicio de la Guerra de Independencia.
Difundida desde ayer, la cancelación se confirmó ayer a través de un comunicado en el que se cita al secretario particular del presidente, Erwin Lino Zárate, recordando que en el mensaje con motivo del tercer informe de gobierno, el mandatario llamó a hacer más con menos y afirmó que “le toca al gobierno apretarse el cinturón”.
No obstante, la ceremonia del Grito sí se llevará a cabo como cada año, cuando el presidente sale al balcón central y corea la arenga de “vivas” ante la multitud en espera de responsorio.
La cena anual en Palacio Nacional, suele reunir al gabinete legal y ampliado, representantes de los poderes legislativo y judicial, así como a líderes empresariales, artistas, deportistas y otros tantos invitados especiales, con la familia del presidente en turno, en los centenarios patios del edificio, para una cena de gala y otras amenidades.
La celebración, instituida por Porfirio Díaz en 1896, pese a carecer de precisión en fechas y características, se ha convertido en una tradición que, en los tres años anteriores fue copada por acarreados priistas del Estado de México.
Los días 15 de septiembre de 2013 y 2014, un despliegue masivo de cuerpos policiacos y militares, custodió el Zócalo, revisando transeúntes, desde varias cuadras a la redonda, colocando vallas y arcos detectores de metales, evitando así el arribo de manifestantes o rechiflas al mandatario.
Los testimonios recogidos en las dos celebraciones anteriores, dan cuenta de que el reparto de dinero, listas de beneficiarios de programas sociales, así como entrega de alimentos, transformaron la fiesta popular a la que asistían de manera libre familias principalmente de la Ciudad de México en una verbena del priismo mexiquense que lanzaba porras y vítores al mandatario.

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