Muestran su entorno hijos de locatarios de La Merced en una exposición fotográfica

Yanireth Israde / Agencia Reforma

Ciudad de México

Huellitas de La Merced proyecta las miradas de los hijos de los locatarios de ese mercado.
Personajes locales, mercancías e incluso restos de verduras tan entreverados que parecen flores por el derroche de color, o papel picado, según les pareció a unas mujeres, son parte de las imágenes producidas por los niños en el taller de fotografía del Centro Cultural Keren Tá.
La alegría que transmiten las imágenes contrasta con el estigma del conflicto que encasilla al barrio, destacó Raúl Mejía, fundador del taller instalado en el piso superior de su taquería El Pollo.
El sábado, en la inauguración de la exposición, los niños se turnaban el micrófono para contar el mejor chiste, primero seis niños, luego una decena, todos los que cupieran en el puesto del mercado San Ciprian, en La Merced.
Pero además de los chistes, los hijos de los locatarios manejan también la cámara fotográfica, que les cautiva tanto como el micrófono. Joshua no la soltaba, miraba a través de ella el duelo de chistes en la antisolemne ceremonia que inauguró la muestra.
Los puestos próximos al improvisado escenario se convirtieron en tendedero-galería para exponer las fotos de niños entre 8 y 12 años.