La desigualdad y la barbarie actual no es muy distinta a los tiempos de Morelos: Poniatowska

*La escritora recibe la Presea Sentimientos del Pueblo. Paco Ignacio Taibo II, igualmente galardonado, manifiesta su respaldo a la lucha de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En un acto engalanado con anécdotas, denuncias y apoyo a la Normal Rural de Ayotzinapa, el luchador social Pablo Sandoval Cruz entregó la Presea Sentimientos del Pueblo a la escritora Elena Poniatowska; con ella, también fue reconocido el periodista y activista social, Paco Ignacio Taibo II.
Despacio, como su andar de 96 años cumplidos, Pablo Sandoval recordó que en 2007, la autora de la Noche de Tlatelolco renunció al galardón Sentimientos de la Nación que le ofreció el Congreso del Estado, para cedérselo a él, pero no lo aceptaron las autoridades.
Desde entonces, la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) convoca a una ceremonia paralela para reconocer la trayectoria de personajes de la lucha, con una medalla de plata forjada por los mineros de Taxco, en huelga hace ocho años.
Paco Ignacio Taibo II consideró que hoy los Sentimientos de la Nación se sintetizan en una frase del poeta Javier Sicilia que adoptaron todos los movimientos sociales en el país: ya estamos hasta la madre.
“Esos son hoy los Sentimientos de la Nación, estamos hasta la madre de un gobierno que no nos merecemos los mexicanos, de un gobierno neoliberal que castiga, económicamente vinculado a un proyecto autoritario y represivo, vinculado al fraude electoral, a la represión, al castigo a los pobres por el hecho de serlo”.
Indicó que José María Morelos y Pavón, héroe de la primera Independencia de México “era listo, tocaba bien la cuerda”, cuando eligió por nombre Sentimientos de la Nación para el primer documento socialista de México en 1813.
Destacó que los preceptos de Morelos no se llamaron instrucciones, ni designios, son sentimientos porque “se apegaba a lo que un sector importante, mayoritario, pero no unánime del pueblo de este país sentía, y ese sentimiento hoy tendríamos que preguntarnos ¿cuáles son hoy los sentimientos de la nación?”
Con calidez, Elena Poniatowska denunció que los mineros son los jornaleros más explotados del mundo, y en México, la industria avanza a costa de la muerte de sus trabajadores. De la desigualdad, la iniquidad social y la barbarie, opinó que no es muy distinta a los tiempos de Morelos.
Una prueba manifiesta, señaló, es la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, “una escuela tan cercana a Chilpancingo”, concluyó en suspenso, sin más explicación, tal vez por la vulnerabilidad de sus alumnos cuando protestan. La Normal Rural se encuentra en Tixtla, a 17 kilómetros de la capital.

Pablo Sandoval Cruz

Pablo Sandoval, activista de incontables luchas en Guerrero, denunció con indignación el grado de las injusticias en el país, donde los gobernantes se vanaglorian en decir que es Estado democrático.
Denunció que hace dos años, una mujer fue llevada a prisión por robar un pan para comer ella y su hijo, “¡óigase bien, se la llevaron a las Islas Marías por un pan!”, dijo indignado, alzando la voz.
Consideró que lejos quedaron los tiempos del presidente Lázaro Cárdenas del Río, donde importaban los estudiantes y los campesinos, “los estudiantes que representan el presente y el futuro del país, y los campesinos porque luchan para darnos de comer”.
Sin decir su nombre, declaró que está en la lucha del candidato de Movimiento de Regeneración Nacional, para que en 2018 “tengamos un presiente de la República de los tamaños de Lázaro Cárdenas”, en alusión a López Obrador.
Convocó a los pobres a estar unidos para impulsar una nueva Constitución que devuelva los principios de los antepasados, por la defensa de la tierra, la dignidad y el respeto a la ideología.
“Nosotros estaremos al pendiente para que les podamos ayudar… para crear un nuevo constituyente para llegar a transformar al país”, dijo el hombre que llegó trabajosamente al patio del histórico edificio de la escuela Anáhuac, y subió al templete con ayuda, impecablemente vestido con una camisa azul.

Poniatowska y Morelos

Luego de que Pablo Sandoval la presentó y habló de sus méritos, la escritora Elena Poniatowska declaró: “nunca en mi larga vida de 83 años me han hecho una declaración de amor que tanto me conmueva como la del doctor Pablo Sandoval”, y beso sus mejillas.
En su mensaje refrendó su admiración a Morelos, como al sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla, que debieron estar tan atormentados por la pobreza y el maltrato a los mexicanos que se dispusieron a liberarlos del yugo de la colonia.
Entre sus vivencias, recordó que de niña conoció a Morelos en un cuadro al oleo, con su paliacate en la cabeza, como a Miguel Hidalgo, blandiendo una una esfinge de la virgen de Guadalupe. Aunque en Los Sentimientos de la Nación, Morelos señaló que la única religión de México sería la católica, con una pícara sonrisa, añadió que el insurgente no adivinó que más que católicos, los mexicanos “seríamos guadalupanos”.
De Morelos indicó que aguantó estoico el tormento y la humillación del obispo que ante el altar y los feligreses, le raspó los dedos de las manos para borrar de sus yemas la unción del sacerdocio.
Esta escena trágica vino a su mente la última vez que cruzó la frontera, cuando un aduanero le dijo que no necesitaban poner huellas digitales en un lector, pues a su edad, 83 años, ya no hay líneas reconocibles, “esto me emocionó porque estoy regresando a la infancia y porque me hizo pensar en José María Morelos, declarado hereje, depuesto y derogado por los jueces del Santo Oficio oficio o por los del tribunal de la fe, como se llamaban entonces los que permiten o prohíben la entrada a un nuevo país o nuevo estatus”.
En reconocimiento a los mineros de Taxco presentes con playeras coloradas y la banda de guerra que dio el toque solemne a la ceremonia, Poniatowska señaló que México es un país de minerales preciosos que suscita la más más honda de las pasiones, porque crea multimillonarios, mientras los mineros son los jornaleros más explotados.
Denunció que la minería avanza en el país “a costa de la muerte anónima de los mineros”, y añadió que las condiciones sociales no son distintas a los tiempos de Morelos, y prueba de ello son los hechos del 26 de septiembre en Iguala.
Taibo II

Paco Ignacio Taibo, un hombre robusto, de bigote que también en la ropa lleva la denuncia (usó en la ceremonia una playera amarilla con la leyenda de México 68 bajo un taque de guerra con soldados), dijo que valora mucho los premios de los pueblos en lucha. “…no tengo particular amor por el pueblo pasivo, agachón, pero sí por el pueblo en combate, recibir una medalla que lleva el nombre Sentimientos de la Nación, además me resulta particularmente emocionante”, dijo.
Estimó que hoy en la nación soplan vientos de cambio y recibir una medalla alusiva al caudillo de la Independencia “pues es un honor, te sientes honrado cuando te dicen traes a Morelos sobre el pecho, uno de los personajes más atractivos y más interesantes de la primera Independencia, que no de la última, la última es la que estamos viviendo ahora, y que llevaremos a buen fin”.
Recordó una anécdota del general y su caballo que tenía al vilo a sus compañeros; Morelos decía a sus compañeros “pues lo siento, pero mi caballo tiene el paso lento a la hora de huir, y los tenía verdaderamente atrabancados y azorrillados por esta actitud de desprecio ante la muerte y por lo tanto de amor a la vida”.
Dijo que Morelos fijó precios para el maíz, el trigo y el frijol que acaparaban los gachupines, so pena de muerte a quien violentara la indicación “porque Morelos hablaba en serio, porque iba en serio el proyecto de este personaje singular, que sí se asumió como dirigente militar, caudillo, de un movimiento”.
Lanzó que en honor a esta medalla seguirá escribiendo y protestando en las calles y en las plazas, “hasta que saquemos a los oligarcas de Los Pinos”.
Antes de la premiación, los galardonados, seguidos de mineros y activistas marcharon de la alameda al edificio que alberga la dirección general de Colegio de Bachilleres en el centro de la ciudad, sólo tres cuadras, por la avenida Juárez.
En medio de la actividad, el líder de la APPG, Nicolás Chávez Adame, dio un mensaje de apoyo a la Normal de Ayotzinapa, y anunció que su organización participará en la marcha del 26 de septiembre en la Ciudad de México, a un año de la masacre y desapareción forzada de normalistas en Iguala.
Uno de los conductores del programa, el periodista Sergio Ocampo Arista, compartió un incidente de aquella noche, un diálogo con un capitán el Ejército que le preguntó qué hacían en Iguala, ahí, frente a los cuerpos de dos normalistas abatidos a balazos.
Recordó que tras conocer los primeros ataques a los estudiantes en Iguala, ocho periodistas de Chilpancingo se trasladaron a aquella ciudad, “el capitán que estaba ahí se sorprendió cuando llegamos (a Iguala) nos preguntó, ¿ustedes a qué vienen?, y respondió, ¿cómo que a que venimos?, ¿qué, no está viendo?, a eso venimos”, dijo señalando la cruda escena, en medio de la lluvia intensa que azotó esa noche la región.