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Rapea joven migrante en náhuatl para evitar que muera su cultura ancestral

*Ángel Hernández, nacido en Ixcatlán, en Huejutla de Reyes, Hidalgo, quien trabaja y estudia en Monterrey, sostiene que una manera de honrar al país es preservar y promover sus lenguas autóctonas

Leonardo González / Agencia Reforma

Monterrey

Un tenue beat de hip-hop suena de fondo en la Alameda, cuando Ángel Hernández, estudiante de 24 años, comienza a rapear en náhuatl. Canta en su lengua materna del orgullo que siente por haber nacido en el seno de una familia indígena en Hidalgo.
Sus letras también hablan de su cultura, de cómo es para muchos migrantes vivir en la ciudad, de las dificultades y de las alegrías. También sus temas animan a hablar la lengua que comparten y a veces esconden y de mantener vivas tanto el náhuatl como otras lenguas prehispánicas.
“Me enfoco más en la cultura, tratar de transmitir mi lenguaje, mis costumbres, mis tradiciones. También hago canciones de nuestra vida, pero me enfoco más en tratar de demostrar la cultura”, dice el nacido en Ixcatlán, en Huejutla de Reyes.
En vísperas de la celebración de las fiestas patrias, para este joven indígena, una manera de honrar al país es preservando y promoviendo sus lenguas autóctonas.
“El náhuatl es mi orgullo, mi alegría, es mi razón para sentirme mexicano. Me siento orgulloso porque es la riqueza, es la cultura que hay desde nuestros antepasados”, dice el vecino de la colonia Centroamérica, en Guadalupe.
Esta es su lengua materna, con la que se comunica con su mamá, sus hermanos y con algunos amigos que ha hecho en las distintas asociaciones y federaciones en las que participa en Monterrey.
El español lo aprendió en la primaria y reconoce que a veces por tanto hablar español se le complica un poco cambiar al náhuatl.
“Mis padres no hablaban español, hablaban náhuatl, y yo fue el primer idioma que hable”.
Ángel, menor de tres hermanos, llegó a la ciudad para estudiar y trabajar desde hace cinco años.
Actualmente cursa la carrera de Ingeniero Mecánico Eléctrico en la UANL y además participa como voluntario en Zihuakali Casa de las Mujeres Indígenas en Nuevo León, además participa en la Federación de Estudiantes Indígenas Universitarios.
También, en conjunto con otros jóvenes indígenas y Conarte, tienen el proyecto Voces y raíces, quienes llevan sus culturas a niños y jóvenes de diversas comunidades.
“Vamos a tratar de promover esa cultura en los niños. Ellos son los que pueden rescatar nuestras culturas”, comenta.
Rapeando su cultura ha ido a comunidades como Monte Kristal y Villa Los Naranjos, en Juárez, además de instituciones educativas como la U-ERRE.

Su mejor tatuaje

“El mejor tatuaje es nuestro color de piel”, dice el joven en su canción Nuestras raíces.
Para él, su identidad indígena es un honor y esto se refleja en su rap cargado de esperanza.
“Mis canciones también hablan de que la gente no se cohiba por ser indígena ni se cohiba por hablar cierta lengua. Pienso que eso nos tiene que hacer felices, porque tenemos algo que viene desde antes, desde nuestros antepasados”.
-–¿Por qué introducir mensajes en náhuatl en el rap?
“Ahorita casi todos niños y jóvenes escuchan y les gusta el rap, y pues quise llegar desde este punto para que todos empezaran a escuchar y así dar a conocer mi cultura, mis costumbres, mi lenguaje y no dejar que muera.
“Desgraciadamente, en varios en varios estados del país se está perdiendo esto de las culturas y pues si se acaba la nación perdería una gran riqueza”.
Para escribir sus canciones, primero piensa en el tema que desea abordar, después selecciona con mucho cuidado sus palabras para que sus mensajes sean coherentes.
Por su fonética, explica Ángel, el náhuatl es más difícil de rimar en el rapeo que el español.
“Se me dificulta un poco el encajar y rimar el náhuatl en la pista. Es un poco más complejo porque muchas de las palabras no riman en náhuatl y cuando tratas de expresar alguna idea con coherencia, se batalla”, comenta.
Las canciones que tiene hasta el momento las ha grabado con sus propios medios. Aunque utiliza pistas que ha encontrado libres en internet, al hidalguense le gustaría asociarse con algún productor musical para crear pistas que incorporen la música autóctona con el hip-hop.
Sueña con que todos en el país, sin importar origen, sientan propia y aprecien la herencia cultural de los pueblos indígenas.
“Todos somos mexicanos”, subraya.

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