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Reprueba la CNDH a cárceles de Guerrero por quinto año consecutivo con 5.01 de calificación



*Evalúan a los penales de Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco, en aspectos como garantía de la integridad física y moral de los presos; estancia digna; condiciones de gobernabilidad; reinserción social del interno; e internos con requerimientos específicos

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Sobrepoblación, hacinamiento, autogobierno, inexistente separación entre hombres y mujeres; falta de medicamentos y violación al derecho de los internos como la visita íntima; así como falta de separación entre procesados y sentenciados; deficiencias en las condiciones materiales; falta de higiene y deficiente equipamiento de las instalaciones, fueron, entre otras, las irregularidades que encontró en los penales de Guerrero, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en su reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria.
Bajo estas condiciones, la CNDH volvió a reprobar, por quinto año consecutivo al sistema penitenciario de la entidad, con una calificación de 5.01.
Los resultados de éste diagnóstico se dieron a conocer tras la revisión de los penales de Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Taxco durante 2014, en los que el organismo aplicó la revisión a los aspectos que garantizan la integridad física y moral de los presos; estancia digna; condiciones de gobernabilidad; reinserción social del interno, y grupos de internos con requerimientos específicos. En los cuatro aspectos la calificación fue reprobatoria.
En la calificación por centro, el penal de Acapulco obtuvo una calificación de 5.69; Chilpancingo 5.58; Iguala 4.77, y Taxco 4.03.
Los resultados de la revisión arrojaron graves problemas de sobrepoblación y hacinamiento. Por ejemplo en el penal de Acapulco, que tiene una capacidad para 650 internos, el día de la revisión, la CNDH encontró 2 mil 571 presos. En el de Chilpancingo, con una capacidad de 600, había mil 24; en el de Iguala, con una capacidad de 514, encontraron una población de 537, y en el de Taxco, adecuado para 66 internos, encontraron 111.
El personal de la CNDH encontró también, en los cuatro penales, deficiencias en las condiciones materiales, en la higiene, falta de equipamiento de las instalaciones para alojar a los internos; deficiencias en la elaboración, distribución, consumo, cantidad y calidad de los alimentos, e inexistencia de dietas especiales.
Otro de los aspectos es la vulneración de los derechos humanos de los internos, pues el personal del organismo encontró que no hay una separación entre hombres y mujeres en el área escolar, pero que tampoco hay servicio médico y no se garantiza la visita íntima a los procesados.
Asimismo, consideraron como grave el hecho de que no haya en estos penales una separación entre procesados y sentenciados, pues estos conviven en dormitorios y áreas comunes, lo que refleja deficiencias en la integración y funciones del Consejo Técnico Interdisciplinario.
Además, la CNDH no encontró una clasificación técnica-criminológica de los internos y mucho menos que haya criminólogos que se encarguen de esta clasificación.
Concretamente, en el penal de Iguala el organismo detectó que no hay un reglamento para el ingreso y el traslado de los internos. Pero tampoco hay un reglamento para que el personal de custodia sepa cómo actuar en casos de motín, y desconoce los protocolos para el uso de la fuerza.
En ese centro penitenciario, el 3 de enero del 2014 un grupo armado irrumpió y disparó contra los internos asesinando a nueve presos; cinco de las víctimas formaban parte del grupo armado que ingresó a la cárcel, y cuatro más eran internos. Dos personas más resultaron heridas.
En este penal también se detectó que hace falta un reglamento para la solicitud de audiencia con las autoridades, para presentar quejas y para la revisión de visitantes.
Asimismo, la CNDH encontró insuficiente personal de seguridad y custodia, femenino, personal para traslados, y para cubrir ausencias por vacaciones e incapacidades.
El diagnóstico refleja también que existen en los cuatro penales revisados deficiencias en el proceso de imposición de sanciones disciplinarias; y deficiencias en la integración de los expedientes técnicos y jurídicos de los internos.
La revisión de los centros penitenciarios de la entidad han venido arrojando resultados reprobatorios desde hace cinco años que se tienen registrados en la página internet de la CNDH; en 2013, el sistema penitenciario estatal reprobó con 4.8; en 2012 con 5.92; en 2011 con 5.13, y en 2010 con 5.31. En el 2014, cuyos resultados se publicaron en la página de la CNDH la semana pasada, la calificación es de 5.01.

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