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Piden en La Lucerna, Malinaltepec, al gobierno servicios de salud y educación

*Desde Manuel los apoyos se quedan con quienes se trasladaron al albergue y éstos impiden que se les atienda, acusan los vecinos

Carmen González Benicio

Tlapa

Los integrantes del Comité de Gestoría del poblado La Lucerna, del municipio de Malinaltepec, pidieron a las autoridades municipales, estatales y federales que les brinden los servicios de salud y educación que no tienen desde la tormenta Manuel en 2013, pues éstas se concentraron en los que se establecieron en el campamento de desplazados.
Los del comité, Román Díaz y dos personas más, contaron que en septiembre de 2013 salieron de emergencia de su comunidad, al ver que había derrumbes y hundimientos, que se establecieron en campamentos, pero al pasar los días y el lento apoyo de las autoridades, cerca de 160 personas se regresaron a sus casas al ver que no habían sido afectadas y Protección Civil no dictaminó que fueran inhabitables, y desde ese entonces dejaron que ellos atendieran la falta de energía eléctrica, la apertura del camino y la compostura de sus casas.
Pidieron a las autoridades municipales salientes y entrantes que definan la situación de la comunidad, porque cuando se habla de La Lucerna, se piensa sólo en los se quedaron en el campamento y no en aquellos que decidieron regresar porque sus casas están bien, “a nosotros nos queda claro que nuestras casas están bien y que no tenemos por qué mentir para que nos den una, además de que las escuelas, el centro de salud, la cancha y la comisaria tampoco fueron afectadas. Sí hubo derrumbes, pero no se ven graves ahora”.
Agregaron que por eso los que habitan La Lucerna quieren hacer uso de los espacios, pero no pueden, porque sólo hay un comisario “y ese se quedó arriba, donde les están construyendo todo eso, pedimos que nos dejen y no nos no afecten, negando que bajen los de salud, los profesores o la gente que lleva apoyos, diciendo que abajo nadie vive”, se quejaron.
Reconocieron que durante la emergencia se coordinaban con los del campamento, pero en los últimos meses no les dan información y les obstruyen los servicios, como la visita de los de Salud y el programa Prospera, “al no enterarse de la visita, a las mujeres les ponen falta”.
A eso se sumó que los profesores destinados a atender a los niños de preescolar y primaria se quedaron en el campamento, dejando sin atención a los que regresaron a la comunidad, que son 22 de primaria que reciben educación en multigrado y 12 de preescolar, por lo que pidieron a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) que los atienda enviando a profesores, “porque se había acordado que bajarían, pero si el comisario dice que no, no lo hacen”.
Comentaron que pidieron la intervención del delegado regional de los Servicios Educativos de la SEG, Taurino Rojas, quien no les ha resuelto nada, afectando con ellos a 34 niños me’phaa que requieren de atención básica.
La Lucerna se compone de los asentamientos Filo Díaz, cuyos habitantes se quedaron en sus casas; Filo Centro, de donde salieron algunos y Filo García, quienes establecieron el campamento, que acapararon los apoyos y las viviendas para familiares o allegados, “muchos tienen sus casas buenas en el pueblo o no tenían, ahora les dieron porque dijeron que se cayó y nosotros no somos así, por eso trabajamos”.
Remarcaron que no pelean recursos ni apoyos, sino que los dejen como pueblo organizarse para gestionarlos por su cuenta, pues no han servido de nada las minutas que han firmado, porque no las respetan los que están en el campamento.
Dijeron que si las autoridades no les dan respuestas sobre el envío de profesores para atender a su hijos, estarán realizando movilizaciones en esta ciudad o en Chilpancingo. Y sobre el uso de los espacios públicos, en breve empezarán a hacer uso de ellos, “porque nosotros estamos viviendo ahí y a los de arriba ya les construyeron todo y les van hacer su comisaría también”.

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