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Presentan en Toronto documental sobre el ataque a la revista Charlie Hebdo

*En la cinta, el caricaturista Cabu afirma que tras dibujar la polémica tapa en la que Mahoma se llevaba las manos a la cabeza “Sabía que estaba rompiendo con un tabú, pero no esperábamos esta explosión de ira”

DPA

Toronto

Menos de un año después del atentado islamista contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo en París, en el que murieron 11 personas, entre ellas algunos de los caricaturistas más reconocidos de Francia, los directores Daniel y Emmanuel Leconte buscan reflexionar sobre lo sucedido en el documental Je Suis Charlie, que tuvo anoche su estreno mundial en el Festival de Cine de Toronto (TIFF).
Para los directores, los caricaturistas fallecidos de Charlie Hebdo, entre ellos Charb, Wolinski, Tignous y Honoré, eran “los guardianes de los valores de la república”, según afirma en off Daniel Leconte, padre de Emmanuel, pocos minutos después de iniciada la película, mientras se ven en pantalla imágenes de las marchas del 11 de enero, en las que cuatro millones de personas salieron a la calle bajo el lema “Je suis Charlie” (“Yo soy Charlie”) en toda Francia.
“Sentíamos que debíamos ser parte de esta historia después del 11 de enero, tras esa enorme manifestación en Francia. Necesitábamos mantener vivas esas emociones a través del cine. Fue un momento importante de la historia francesa y había que salvarlo”, dijo ayer Daniel Leconte en entrevista con DPA.
Poco más de un mes y medio después de los ataques, Daniel y Emmanuele entrevistaron al staff que sobrevivió a la tragedia, a quienes ya conocían por una película previa, C’est dur d’etre aimé par des cons (Es duro ser amado por los idiotas), dirigida por Daniel cuando el semanario satírico fue sometido a un proceso en 2007 tras ser acusado de “injurias públicas”.
La revista estaba en la mira de los integristas desde 2006, cuando, en solidaridad con el periódico danés Jyllands-Posten, que había roto primero con el tabú de no retratar al profeta, algo prohibido por el Islam, publicó un número en cuya tapa se veía a Mahoma agarrándose de la cabeza y diciendo “Es duro ser amado por idiotas”. Luego vendría el proceso iniciado en la misma Francia.
“Teníamos la necesidad de contar esto ahora, pero sobre todo la tenían las víctimas. Necesitaban dirigirse al público, decir lo que dicen, revivir el momento del ataque”, afirmó por su parte Emmanuel Leconte, que codirigió la película junto a su padre.
Uno de los principales hallazgos de Je Suis Charlie reside en las entrevistas que mantuvieron en 2007 con varios de los dibujantes fallecidos, como Charb, Cabu y Tignous.
Impresiona, por ejemplo, ver a Cabu afirmar, tras dibujar la polémica tapa en la que Mahoma se llevaba las manos a la cabeza: “Sabía que estaba rompiendo con un tabú, pero no esperábamos esta explosión de ira”. O a Tignous explicar: “Todos estábamos de acuerdo en que los dibujos eran shockeantes, pero buscábamos generar una reacción. Si dibujábamos una paloma representando la paz con una lagrimita porque estaba triste no íbamos a servir a ningún propósito”.
“Fue un shock volver a ver esas entrevistas tras la masacre, estaban respondiendo a los terroristas, explicando quiénes eran”, recordó Emanuelle.
A éstos testimonios se suman los del redactor en jefe de Charlie Hebdo, Gerard Biard, quien recuerda que cuando los supervivientes volvieron a verse las caras tras la masacre, no podían dejar de abrazarse (“Necesitábamos tocarnos unos a otros”) y de Eric Portheault, codirector de la revista, entre otros, que logró sobrevivir a la masacre gracias a la ayuda de su perro, que se sentó encima de su cara cuando estaba tirado en el piso.
El film también incluye el testimonio de Coco, la dibujante que tuvo que abrir, bajo amenaza, las puertas del semanario a los terroristas, y que hoy día debe convivir con el trauma de ver lo que vio y haber sido la llave de acceso a la pesadilla.
El atentado contra Charlie Hebdo generó un gran debate acerca de los límites –si es que debería tenerlos– del humor. Para Daniel, la respuesta es clara: “El único límite en una democracia es la ley. Si es legal, tienes el derecho. Si no tienes derecho, no estás más en una democracia”.
Además de las entrevistas, el documental incluye un repaso de los momentos más importantes en la historia de la revista, desde el proceso de 2007, al que asistieron políticos como el actual presidente Francois Hollande y el entonces mandatario Nicolas Sarkozy, hasta el trabajo creativo para sacar a la calle el primer número de Charlie Hebdo tras la masacre desde las oficinas del diario francés Libération. “Cuando miro hacia atrás no sé qué fuerza de Superman nos ayudó a hacer la revista”, rememora Coco aquellos días.
El humor irreverente de Charlie Hebdo, tildado por algunos incluso de “racista”, sigue levantando ampollas. Esta semana el semanario satírico volvió a quedar en el ojo de la tormenta con la publicación de varias viñetas sobre la muerte del pequeño niño sirio Aylan Kurdi y la crisis de los refugiados en Europa.

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