Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Gases lacrimógenos y cañones de agua contra refugiados en la frontera de Hungría y Serbia

*La ONU está “impactada” sobre cómo están siendo tratados los grupos de emigrantes, considera inaceptable tal situación y pide a los líderes internacionales apoyo para todas las personas que huyen de la guerra y unión para encontrar una solución política al conflicto sirio

DPA / EFE

Zagreb (Hungría) / Madrid / Nueva York / Washington

Tras el cierre del límite de Hungría con Serbia, la policía húngara utilizó ayer gases lacrimógenos y cañones de agua contra cientos de refugiados que rompían una puerta en la frontera, mientras la mayor parte de los refugiados cambió su ruta e intentó hacerse camino a Europa occidental vía Croacia.
Por momentos los refugiados lograron avanzar a la parte húngara, aunque luego la policía los hizo retroceder nuevamente al lado serbio, reportaron medios húngaros. Al menos 20 policías resultaron heridos de levedad. También entre los refugiados hubo lesionados. Un representante de Amnistía Internacional (AI) vio a tres niños heridos en el lugar.
Poco antes, los refugiados habían lanzado piedras y palos de madera desde el lado serbio de la frontera contra la policía húngara, gritando “abran, abran”. La situación se distendió por la noche, cuando por iniciativa de las autoridades serbias los inmigrantes fueron buscados por buses y llevados a campos de acogida.
El portavoz de gobierno húngaro Zoltan Kovacs manifestó con tinte dramático ante representantes de los medios en Röszke: “Inmigrantes ilegales armados atacaron la frontera húngara y rompieron el cierre de frontera”. Desde entonces los policías húngaros protegen la frontera húngara “con sus cuerpos”.
El ministro del Interior húngaro, Sandor Pinter, dispuso el cierre de los dos pasos fronterizos en inmediaciones de Röszke por 30 días. Los incidentes se produjeron en el paso fronterizo en una antigua carretera nacional que conduce de Serbia a Hungría. Pero el cierre también afecta al paso cercano en la autopista que une a Belgrado con Budapest.
Desde Belgrado hubo fuertes críticas. “Protesto en los más duros términos porque se arrojó gas lacrimógeno a través de la línea fronteriza”, dijo el ministro serbio de Asuntos Sociales Aleksandar Vulin, según la agencia de noticias Tanjug.
Mientras tanto, las naciones de la UE Croacia y Eslovenia se preparaban para el paso de miles de refugiados que huyen de las zonas en crisis en Cercano Oriente.
En la madrugada del martes entró en vigor en Hungría una nueva ley que considera delito el cruce ilegal de la frontera que puede penarse con la cárcel o la expulsión. Austria se prepara para afrontar el cambio en la ruta migratoria aplicando controles desde esta noche en su frontera sur con Eslovenia.
La ONU reclamó ayer a los líderes internacionales apoyo para los refugiados que huyen de la guerra en Siria y unión para encontrar una solución política al conflicto y afirmó ayer que está “impactado” sobre cómo están siendo tratados grupos de emigrantes en países como en Hungría y dijo que la situación “no es aceptable”.
Por su parte el refugiado sirio Osama Abdul Mohsen, que se dio a conocer al ser agredido por la periodista húngara Petra Laszlo, ha llegado pasada la medianoche a la estación de Atocha, acompañado de su hijo Zaid, de 7 años, y de otro hijo de 18 años, para comenzar una nueva vida trabajando en la Escuela nacional de entrenadores de fútbol (CENAFE) en la localidad madrileña de Getafe.

Australia lanza su primer ataque a Siria; Francia en las próximas semanas

La Fuerza Aérea de Australia lanzó su primer ataque en territorio sirio para sumarse a la lucha contra la milicia extremista Estado Islámico (EI) en el país, informó ayer miércoles el ministro de Defensa Kevin Andrews.
Se estima que esta política será mantenida por el nuevo jefe de gobierno, Malcolm Turnbull, quien juramentó ayer el cargo y dedicó gran parte del día a sostener reuniones con asesores militares y de seguridad.
Por su parte, Francia comenzará a lanzar ataques aéreos en Siria en “las próximas semanas” una vez haya identificado objetivos específicos, informó ayer el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
El presidente sirio, Bashar al Assad, responsabilizó a los países occidentales de la crisis de refugiados e instó a los líderes europeos a detener su apoyo a los “terroristas”, según declaraciones hechas durante una entrevista difundida el martes por la televisión rusa.
El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, Adel al Yubeir, cuyo país es el más apoyo presta a los rebeldes armados, dijo que la marcha de Al Assad es una “cuestión de tiempo”.

468 ad