Celebra la biblioteca Alfonso G. Alarcón 55 años de existencia con diversos actos artísticos

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Con un lectura de obra literaria, un flash mob (intervención artística) y música, la biblioteca Pública Municipal Número 22 Dr. Alfonso G. Alarcón, la del Zócalo, festejó el viernes 55 años de existencia.
Con la presencia de decenas de personas, el “plato fuerte” del evento fue la lectura de obra de los escritores Luis Mendoza, quien ofreció tres relatos cortos; Azul Ramos que dio cuenta de su poesía, y Blanca Elena Rivera que presentó dos fragmentos de una novela en proceso.
Así también hubo música de la mano del trío Tres Voces, que resultó muy aplaudida, y se presentó Ecologito Pantera también cantante con su mensaje a favor del cuidado de la naturaleza.
Mención aparte, la realización de un flash mob por parte de los miembros del taller Deshojando lecturas de la propia biblioteca donde se leyó entre el público poesía de Jamie Sabines, Mario Benedetti y Luis Cernuda, entre otros.
El mismo habría de concluir con la lectura coral de la poesía Dos cuerpos, de Octavio Paz.
Los festejos por los 55 años de servicio de la biblioteca, mismos que encabezó su directora, la maestra Themis Mendoza Arizmendi, incluyeron un pastel y que la gente cantara Las Mañanitas para cerrar la velada.
Durante la mañana también se llevaron a cabo actividades conmemorativas como visitas guiadas de niños de primaria y la presentación de la obra de títeres Cuentos de arena y mar de la acapulqueña Chantal Téllez Gutiérrez.
Si bien la biblioteca del Zócalo se inauguró de manera formal el 18 de septiembre de 1960 con la presencia del entonces secretario de Educación Jaime Torres Bodet, en el sexenio del presidente Adoldo López Mateos, su historia data desde principios del siglo XX cuando el terreno, antes de ser biblioteca pertenecía al clero y se utilizaba como curato, que sería cerrado por la Iglesia en 1927 en el contexto de la llamada Guerra Cristera.
Del mismo modo, cuando los servicios de la biblioteca iniciaron en las instalaciones del Museo Histórico Fuerte de San Diego en 1949 con ayuda del Patronato Pro Museo Fuerte de San Diego que además le daría el nombre de Dr. Alfonso G. Alarcón, un ilustre doctor y político guerrerense.