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Ernesto Villanueva

OHL, la corrupción nuestra de cada día

He dicho que el gobierno federal, un día sí y otro también, sigue despeñándose en una espiral de corrupción e ilegitimidad, y ya descendió a un nivel al que ningún gobierno en el México contemporáneo había llegado. Veamos.
Primero. Son bien conocidos los actos de ilegalidad en los que presuntamente incurrió la empresa española OHL en México, algo que ya le generó un alto costo accionario, precisamente por practicar lo contrario a lo que señalan sus valores: “Lealtad y honradez, lealtad y transparencia”. OHL se dedica a la infraestructura de carreteras y, en el caso de México, se ha encargado de siete grandes proyectos, entre ellos el Circuito Exterior Mexiquense y el Circuito Bicentenario, en los que intervino de manera significativa el gobierno del Estado de México. En todos ha sido señalado por supuestos casos de corrupción.
Segundo. A las primeras referencias sobre corrupción, ahora se han acompañados esas expresiones con datos duros. Las grabaciones que Proceso difundió en su portal web revelan, de entrada, tres elementos gravísimos para el país: a) la existencia de sobreprecios para servir a intereses ajenos a la sociedad, en 400% más de su valor real; b) la intervención como gestor y consejero del secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno federal, Gerardo Ruiz Esparza, como subordinado de una empresa extranjera y “gestor” empresarial ante las autoridades mexiquenses, y c) la injerencia de la federación en asuntos que formalmente son competencia de una entidad federativa soberana, el Estado de México. En esas grabaciones se alude también al presidente Enrique Peña Nieto, pero en su descargo originalmente señalé que no había evidencias o indicios, pero ahora han aparecido a su paso como mandatario del Estado de México sus ligas con OHL.
Tercero. Se presume que el contenido de las grabaciones es cierto, toda vez que el abogado de la empresa afectada –Infraiber, que tiene un permiso para medir el flujo vehicular en las autopistas mexiquenses en cuestión y ha salido a la palestra pública a defender su postura con la intervención ciudadana– fue detenido por los presuntos delitos de intervención telefónica y portación de arma de fuego sin el permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional. El litigante fue liberado 48 horas después, tras demostrarse que se violó de principio a fin el debido proceso en su perjuicio, según dio cuenta el diario El País en su edición del 10 de septiembre de 2015 y posteriormente se publicó un video que da cuenta que el arma de fuego había sido sembrada por un agente federal, lo que complica el caso y pone de relieve que cada vez hay menos que proteger y el gobierno federal piensa irse contra todo y todos los que den voz a estos actos execrables.
Más allá de los intereses de Infraiber, que denunció las irregularidades de este caso, es importante decir que la medición del flujo vehicular es un requisito esencial para saber los ingresos generados por esas vías e identificar el retorno de la inversión.
Como si no fuera suficiente el irregular asunto de las casas de Peña Nieto, Luis Videgaray y Angélica Rivera, el caso OHL viene a reforzar, por si hubiera duda, un clarísimo caso de corrupción dentro del primer círculo del presidente, no sólo por los ilícitos administrativos previstos en el artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de Servidores Públicos, sino de diversos tipos penales previstos en el artículo 225 del Código Penal Federal en que podría incurrir el secretario Ruiz Esparza, que tienen pena privativa de la libertad sin derecho a fianza, así como destitución e inhabilitación del servicio público.
En un Estado de derecho, Ruiz Esparza ya habría pedido retirarse del cargo y las intervenciones de la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Procuraduría General de la República (PGR), con el objetivo de que deslinde las responsabilidades a que hubiera lugar.
De hecho, el titular del Ejecutivo federal cada día que pasa sorprende que no ordene esas acciones para atenuar el desprestigio congénito de su gobierno. Lo hemos visto ya con el señor Videgaray que no pudo explicar cómo tardó su vendedor casi un año en cobrar un cheque y la omisión de la SFP para indagar más allá del puro dicho del titular de Hacienda sobre el monto y las pinturas que supuestamente vendió para hacerse de su casita en Malinalco. Cada minuto el malestar social crece, no porque antes no hubiera corrupción, sino por el cinismo con el que ahora se lleva a cabo, la élite gobernante no se da por enterada de sus actos de corrupción y los partidos de oposición no hacen nada o hacen muy poco Sigo creyendo que este caso es un llamado urgente para resolver el problema de fondo con las reformas jurídicas e institucionales para crear un sistema de pesos y contrapesos que en los hechos no existe. Hay que recuperar la ruta del cambio democrático que parece haberse perdido.

@evillanuevamx
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ernestovillanueva.blogspot.com

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