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Impedirán comuneros que gravilleras trabajen en el río si no los benefician

*A la asamblea del Cecop de ayer asistirían los empresarios Arturo Valle Álvarez y Javier Cadena Almazán, pero sólo llegó el primero. Le piden que presente la documentación legal de las autorizaciones que dependencias federales les han otorgado para el acarreo de material, a fin de decidir si le permitan que lo siga haciendo o lo expulsan

Jacob Morales Antonio

En asamblea, comuneros e integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop) acordaron que la gravillera propiedad del empresario Arturo Valle Álvarez estará impedida por una semana de extraer materiales pétreos del río Papagayo hasta llegar a un acuerdo que beneficie a las comunidades y al medio ambiente.
La reunión de los representantes de los Bienes Comunales de Cacahuatepec se realizó en La Concepción. Estuvo presente el vocero Marco Antonio Suástegui Muñoz. Otro de los acuerdos fue la participación de los comuneros en la marcha nacional que se realizará en la ciudad de México, a un año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en la ciudad de Iguala.
Al encuentro fueron citados los gravilleros Valle Álvarez y Javier Cadena Almazán, pero este último no se presentó y se dio una prórroga para que el próximo domingo acuda. “Tenemos que agotar el diálogo”, dijo Suástegui Muñoz. Ambos empresarios tendrán que presentar la documentación legal de las autorizaciones que dependencias federales les han otorgado para explotar el río. En esa asamblea se definirá si los pobladores les autorizan el seguir extrayendo materiales pétreos o son expulsados.
La reunión comenzó a las 11:30 de la mañana y terminó a la 1:30 de la tarde.
El dueño de la gravillera ubicada en la comunidad de Aguacaliente, Valle Álvarez, fue criticado por los comuneros sobre los permisos para explotar el río y su relación con el empresario Humberto Marín, quien demandó a Suástegui Muñoz y por ello estuvo detenido año y medio.
Se le preguntó además por la procedencia de la maquinaria que opera y de los rumores de su relación con integrantes de la delincuencia organizada.
En su intervención, Valle Álvarez negó relación con grupos delincuenciales y afirmó que ni un arma sabe disparar.
Rechazó que haya amenazado a comuneros con la ayuda de policías ministeriales para poder entrar a Aguacaliente.
Sobre los permisos para explotar el río, dijo que los tiene pero se encuentran vencidos porque las autoridades en los últimos años no han querido autorizar ningún documento por el “conflicto” en esas tierras.
Ofreció a los comuneros que en vez de pagar más de 150 mil pesos para el trámite de los permisos a instancias federales, aportar ese dinero a las comunidades, propuesta que no fue aceptada.
A unos 80 comuneros presentes les dijo que “vengo a ponerme a sus órdenes, cuenten conmigo para lo que quieran”, y resaltó el apoyo a las comunidades de los bienes comunales con piedra, grava, arena o maquinaria, para despejar los caminos, así como y la ayuda de gasolina que dijo daba a los policías comunitarios de La Concepción. Sin embargo estos últimos negaron haber recibido apoyos y señalaron a una de las dirigentes, de nombres Isabel Valeriano, como la beneficiada.
El empresario dijo que el próximo domingo, con la ayuda de su contador llevará los recibos firmados de las personas que han recibido apoyo hasta por 2 mil 500 pesos semanales.
De la procedencia de la maquinaria, explicó que es propiedad de su familia y tiene facturas para demostrarlo. Negó que fueran del empresario Humberto Marín. Incluso dijo que éste lo amedrentó en 1996, “desde hace años trató de fregarme que iba a ser a mi competencia. Una vez mandó a unos cabrones a amenazarme”.

Reprochan apoyo tardío al Cecop

En su intervención, el vocero Suástegui Muñoz dijo: “no queremos caciques, bandidos y narcos”, y llamó al empresario a decir la verdad porque tenía la oportunidad de llegar a un acuerdo con la asamblea para seguir trabajando en el río Papagayo, pero ponderando el cuidado del medio ambiente porque no permitirán una sobre explotación de los materiales del río.
Advirtió que el movimiento surgido desde hace 12 años no permitirá prácticas como las que realizaba Humberto Marín, quien colocó dentro del cauce del río postes como si fuera de su propiedad, impidiendo a la gente pescar.
En la ronda de participaciones, algunos comuneros se manifestaron a favor de que el empresario permaneciera por la ayuda a las comunidades con grava, arena o maquinaria, pero otros se manifestaron en contra y señalaron que las excavaciones que la gravillera realiza ha hecho que el cause del río se reduzca y no corra a lo ancho de las tierras, y criticaron el apoyo de algunos de sus compañeros.
El señor César Muñoz dijo que si bien el material del río es de las comunidades, el empresario los ha entregado procesados, y sostuvo que los propios comuneros tienen la capacidad de formar una empresa o cooperativa para explotar los minerales de las tierras sin sobreexplotarlos. Esto traería además fuentes de empleos, pero no lo han hecho.
En este mismo contexto el señor Fausto Ramírez exigió que las gravilleras generen trabajo para los pobladores, porque la situación del campo en las tierras del Cecop es complicado. Abundó que por la explotación del río por parte de los pozos de agua de particulares y de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA) el agua de los mantos acuíferos disminuyó y como consecuencia las tierras se han secado y las siembras no producen.
Por su parte el señor Tomás Adrián propuso que la gravillera pagara los daños que ha provocado en el río durante los 20 años que lleva en los bienes comunales, y así obtener la anuencia de las comunidades.
Al término de la reunión el empresario se retiró con la promesa de volver el domingo siguiente con la documentación y los permisos para explotar el río. Y se dio un “ultimátum” al dueño de la gravillera Agregados de la Costa Chica, Cadena Almazán, que de no presentarse le sería cerrada la empresa.

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