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Rompen normalistas cristales e incendian una caseta de la Fiscalía a casi un año de los 43 desaparecidos

*Fuerzan una puerta de acero y pegan fotocopias de los rostros de los desaparecidos en las paredes externas del área de ministerios públicos, acompañados de los padres

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Unos 300 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos arremetieron contra las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE), en una nueva jornada de protestas del primer año de la desaparición de forzada de 43 normalistas, que se cumplirá el próximo sábado, sin justicia ni información del paradero de sus compañeros.
En las instalaciones vacías de trabajadores, que están en paro de labores afuera del acceso principal, los estudiantes cubiertos del rostro con playeras lanzaron cohetes al aire como preámbulo de la irrupción. Estuvieron acompañados de una veintena de padres de los estudiantes desaparecidos y los voceros del movimiento.
Forzaron una puerta de cuadros delgados de acero verde, adentro pegaron fotocopias de los rostros de los desaparecidos en las paredes externas del área de ministerios públicos, luego quebraron cristales de casi un centímetro de grosor con tubos y pesadas piedras, y con una explosión incendiaron el interior de una pequeña caseta de vigilancia del estacionamiento.
En menos de 20 minutos, los estudiantes salieron del lugar en autobuses del servicio público y, con los padres de los desaparecidos a la cabeza pidieron cooperación al norte de la ciudad hasta el mediodía, cerca del crucero de Tierras Prietas.
La acción comenzó a las 9 de la mañana con la salida de seis autobuses de servicio público de la escuela Normal, en Tixtla, por el libramiento de cuota a Tierras Prietas. Distinto a otros días en que normalistas y vehículos son revisados por policías federales y estatales para impedir el paso de pirotecnia y otros explosivos, ayer no hubo uniformados ni incidentes en el trayecto.
Tampoco hubo incidentes al cruzar la ciudad, sin prisa, de norte a sur por el bulevar Vicente Guerrero.
Desde las 10 de la mañana se supo que policías antimotines federales y estatales se instalaron en el crucero conocido como Parador del Marqués, entronque de la Autopista del Sol, emblemático desde el desalojo a balazos de normalistas el 12 de diciembre de 2011, donde fueron ejecutados los alumnos Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús. Este punto se encuentra a unos 500 metros al sur de la FGE.
A las 10:40 de la mañana los estudiantes llegaron a lugar de la protesta y se encontraron con un grupo de trabajadores en la aguja del estacionamiento, cerraron el paso por un paro laboral, en demanda de la entrega de un bono de fin de sexenio.
En el encuentro se notó sorpresa de los estudiantes, que tras unos momentos pidieron el paso a los trabajadores. La petición dividió la posición de los paristas. Una mujer no estuvo de acuerdo, pues iban a destruir sus áreas de trabajo, y un hombre pugnó por abrir el paso porque las protestas eran independientes, y les dijeron que sólo iban a pegar carteles y fotografías.
El vocero de los padres, Felipe de la Cruz que se acercaba al lugar, replicó que sus hijos no están desaparecidos, por eso no sienten el dolor de movimiento por los 43 normalistas de Ayotzinapa. En respuesta, la misma mujer insistió en que sí tenían hijos pero que su movimiento es pacífico.
Enseguida se escuchó la detonación de dos cohetes al aire, y mientras un parista pedía reconsiderar la posición, los normalistas cubiertos con playeras, jalonearon una de las delgadas rejas de cuadros hasta que cedió a la presión en unos instantes. Los padres entraron detrás de los estudiantes con la consigna, “vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

La PGR pretende sostener la tesis del basurero de Cocula: Vidulfo Rosales

Después de la protesta, el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, denunció que la intención de la PGR es fortalecer su versión del basurero de Cocula, con la detención líder de Guerreros Unidos, Gildardo López Astudillo, El Gil.
No obstante, recordó que esa tesis fue descartada científicamente por falta de veracidad por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), en su informe de seis meses de trabajo.
Ratificó que de acuerdo a los documentos a los que tuvieron acceso los abogados de los padres de los desaparecidos, el líder criminal recién presentado por las autoridades, en ningún momento ratifica ni confirma la tesis del basurero en el que los estudiantes fueron asesinados y quemados hasta las cenizas.
Advirtió que tal vez existan otros documentos a los que no tuvieron acceso, pero un día antes de la consignación a prisión de El Gil, los abogados de los padres revisaron las constancias ministeriales y en la confesión del líder de Guerreros Unidos la única coincidencia con la investigación de PGR, es una reunión con el subjefe de la Policía Municipal de Iguala, César Nava, también detenido, en la que le mencionó que hubo un incidente con normalistas en Iguala.
Según la versión de la PGR, El Gil entregó a los estudiantes desaparecidos a su grupo criminal y ordenó la incineración en el basurero de Cocula, pero en su declaración “El Gil no acepta nada de eso”.
De una manta presuntamente firmada por El Cabo Gil que apareció el 30 de octubre  de 2014 en Iguala, donde se advierte que los estudiantes desaparecidos están vivos y pide una investigación a Federico Figueroa, hermano del artista fallecido Joan Sebastian, y el priista Héctor Vicario, Rosales Sierra indicó que palabras más o menos, el detenido dijo que desconocía la manta, y a los pocos días de la desaparición de los estudiantes que comenzó a mencionarse su nombre, huyó a las comunidades rurales. De manera fortuita llegó a una casa de Taxco, donde fue detenido con su familia.

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