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Recibe Obama al papa Francisco quien inicia una histórica visita de cinco días a EU

*El pontífice niega ser el “antipapa” a su llegada a Washington. Descarta hablar del embargo a Cuba en el Congreso, pero espera que haya un acuerdo entre ambos países sobre el tema

EFE / DPA

Washington / Los Ángeles

El papa Francisco inició ayer una histórica visita de cinco días a Estados Unidos tras cuatro jornadas en Cuba, la segunda etapa de un viaje de gran simbolismo por el papel que ha desempeñado el pontífice en la reconciliación entre las dos naciones.
El santo padre aterrizó en la base aérea de Andrews (Maryland) minutos antes de lo previsto, a las 15.50 horas, procedente de Santiago de Cuba.
En la base, situada a unos 45 minutos en coche de Washington, le recibieron el presidente de EU, Barack Obama, y su esposa, Michelle, acompañados de sus hijas, Sasha y Malia.
El santo padre fue recibido con grandes ovaciones y aplausos por los varios centenares de personas que le esperaban desde hacía horas en la base, entre ellos muchos niños de colegios católicos de Washington, de los cuales cuatro seleccionados le entregaron flores a su llegada.
El pontífice no tiene ningún evento público previsto hasta este miércoles, cuando Obama le dará la bienvenida con una ceremonia oficial en los jardines de la Casa Blanca a la que se espera que asistan unas 15 mil personas.
Después, Obama y el papa mantendrán una reunión en privado en el Despacho Oval, un encuentro que estará centrado en “los valores que ambos han dedicado su vida a consagrar”, como los relativos a la justicia social y económica, así como sus llamadas a combatir el cambio climático e integrar a los inmigrantes, según explicó este lunes el portavoz de la Casa Blanca.
Al concluir su visita a la mansión presidencial, sobre las 11:00 horas, Jorge Mario Bergoglio recorrerá este miércoles en su papamóvil las calles que rodean el parque de La Elipse, al sur de la Casa Blanca, la mejor oportunidad para los que quieran ser testigos de la presencia del pontífice en Washington.
Se espera que unas 200 mil personas se den cita para ver a un papa muy popular entre los católicos de Estados Unidos y que despierta interés entre otros grupos, como muestran los sondeos previos a su visita.
El papa Francisco inició ayer su visita a Estados Unidos rechazando que lo tilden de “comunista” o “antipapa” por defender una política económica que considera fiel a la doctrina de la Iglesia católica.
Francisco, de 78 años, pisó ayer por primera vez en su vida Estados Unidos, meca del capitalismo, y en el vuelo que lo trasladó desde Santiago de Cuba a Washington defendió sus críticas a los excesos de ese sistema.
“Sobre ser comunista o no comunista: estoy seguro de no haber dicho nada más de lo que está en la doctrina social de la Iglesia (…) Las cosas se pueden explicar, quizás alguna cosa dio la impresión (de ser) un poquito más de izquierda, pero sería un error de interpretación”, dijo al ser preguntado respecto a sus palabras sobre el capitalismo en julio durante una visita a Bolivia. El capital y el dinero son el “estiércol del demonio”, dijo entonces.
Francisco aterrizó en la base de Andrews, junto a Washington, donde lo esperaba el presidente, Barack Obama, la primera dama y sus dos hijas, un gesto poco habitual en visitas de otros mandatarios.
Antes de pisar suelo estadunidense, el papa, que cerró ayer con una misa en Santiago su visita a Cuba, rechazó que lo etiqueten. “Si es necesario que recite el Credo, estoy dispuesto a hacerlo”, dijo sobre los que dudan de que sea católico.
El jesuita argentino se propuso desde que fue elegido papa acercarse a los pobres, renunciando a privilegios tradicionales. Desde los sectores más conservadores se le considera un liberal.
EU, país que alberga a la cuarta mayor población católica del mundo, es el décimoquinto país que visita en más de dos años de papado y la primera gran potencia. Todos los viajes anteriores fueron reflejo del mayor interés por la periferia del jesuita argentino.
El jueves se convertirá en el primer papa que habla ante el Congreso de los Estados Unidos, pero ya rechazó que se vaya a pronunciar en contra del embargo económico y comercial que el país mantiene sobre Cuba desde los años 60 y que pese al deseo de Obama sólo puede ser levantado por el poder legislativo.
“Eso es parte de las negociaciones entre EU y Cuba. Espero que se llegue a un acuerdo que satisfaga a las dos partes”, dijo Francisco, uno de los grandes impulsores del acercamiento que están protagonizando ambos países tras más de medio siglo de enfrentamiento ideológico.
Por otro lado, el papa afirmó “no tener noticias” de detenciones de disidentes en la isla durante su visita, pese a las denuncias de las organizaciones críticas contra el gobierno de Raúl Castro.
Activistas confían que el Papa interceda a favor de la reforma migratoria

Activistas por los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos se mostraron ayer optimistas de que el papa en su visita podrá convencer a las facciones políticas que se oponen a la reforma migratoria que otorguen un camino a la ciudadanía.
Por otro lado, después de un peregrinaje de cien millas, cien mujeres llegaron ayer a Washington al grito de “¡sí se puede!” y con decenas de pancartas de colores, en las que pidieron al papa Francisco que “toque el corazón” de EU y tienda su mano a los millones de inmigrantes indocumentados del país.
Por otro lado, líderes de varias tribus indígenas expresaron ayer en la capital de EU su rechazo a la canonización este miércoles del fraile español del siglo XVIII Junípero Serra, fundador de las primeras misiones de California, y al que responsabilizan de la extinción de su cultura y su gente.
Francisco reveló ayer que su primera intención en relación con su viaje a EU fue entrar a este país desde México, pero que el deshielo de relaciones entre La Habana y Washington le hizo cambiar de opinión.

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