El 27 Batallón de Infantería de Iguala tuvo un papel protagónico en la guerra sucia, recuerda Rafael Aréstegui

*Pide investigar por qué el Ejército le donó a Abarca el terreno donde construyó la Plaza Tamarindos

Abel Salgado

El activista Rafael Aréstegui Ruiz dijo que ningún partido político representa a los movimientos sociales, ni los de izquierda.
Durante una conferencia que organizó la Confederación Nacional de Profesionistas y Jóvenes de México, en conmemoración del primer aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el académico señaló que los hechos ocurridos en Iguala son la muestra de los nexos del crimen organizado con el Estado.
Citó como ejemplo que una de las interrogantes que llaman la atención es la donación de un predio del 27 Batallón de Infantería de Iguala al ex alcalde de ese municipio, José Luis Abarca, donde construyó la plaza comercial Galerías Tamarindos.
Afirmó que si el PRD no vira a las manifestaciones sociales, se irá al “basurero histórico” como el Partido Socialista de los Trabajadores.
El también ex director del Centro de Estudios de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, y vinculado con el actual diputado local Sebastián de la Rosa Peláez quien es coordinador de los diputados del PRD, a quien se le relaciona como uno de los promotores a la candidatura de Abarca y de su posterior afiliación al PRD, deslizó que en el 27 Batallón de Infantería pudieron haber sido incinerados los cuerpos que dijeron haberse encontrado en el basurero de Cocula, “no fueron quemados ahí, no fueron incinerados ahí. En el estado de Guerrero, el único lugar donde existen dos hornos crematorios es en el 27 Batallón, que se caracteriza por siempre haber estado en un papel protagónico en la Guerra Sucia. El 27 Batallón fue el que siguió a Lucio Cabañas en la sierra de Atoyac, y evidentemente está involucrado en la Guerra Sucia”.
Para el ex rector de la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero, la relación entre el Ejército y José Luis Abarca se dio desde antes que este último fuera presidente municipal, “el 27 Batallón, antes de que Abarca fuera presidente, le donó un terreno que era del Ejército para que construyera Plaza Tamarindos, ese terreno tenía un valor fácil de 50 millones de pesos, ¿dónde se ha visto la generosidad del Ejército para donarle a un particular un predio de esas magnitudes?, que expliquen por qué razón le dieron a un conocido narcotraficante un terreno para que construyera una plaza, ¿qué nexos tiene el general de ese tiempo con Abarca, un empresario exitoso?”
Para él, esa es línea de investigación que involucra al Ejército y es la que se debe tomar.
En el auditorio del antiguo ayuntamiento de Acapulco, Aréstegui Ruiz expuso a los jóvenes la ponencia “La estirpe normalista de Ayotzinapa y el reclamo de justicia”.
De esa premisa, partió que el móvil de lo ocurrido con los normalistas está relacionado con el tráfico de estupefacientes, “no es gratuito que en el informe especial (del GIEI) se señale que hay un quinto autobús que nunca se menciona en la declaración de la Procuraduría, que fue aparentemente la causa por la cual se lanzaron a los estudiantes”.
Pidió cambiar el rumbo de la investigación, de lo contrario “va a haber un estallido social”.
Aréstegui expuso los nexos de los dueños de la línea de los autobuses, “la consigna era (la noche del 26 de septiembre del 2014) ‘no sale ningún autobús de Iguala, ¿por qué? Porque ese autobús, que por cierto pertenece a la familia Figueroa, llevaba cocaína. Y así como hay un señor de los cielos, hay un señor de los camiones. Entonces hay una vinculación con el crimen organizado y esto lleva a concluir que tenemos un narcoestado”.
De las movilizaciones de los normalistas y padres de los desaparecidos, consideró que son “acciones de manifestaciones de un estallido social”, pero consideró que no se ha dado cauce para concientizar a la población, “no hay conducción que le dé coherencia a todo ese descontento, van a dar palos de ciego”.
Enfatizó que la izquierda en el país está derrotada, y que ésta era el canal por el cual podría ser encauzado el descontento social.
Dijo que en el caso del PRD no hay autocrítica, “no hay pensamiento crítico, no se pone por delante el interés social ni del país, sino se pone por delante el interés del partido y de las facciones que existen”.
Consultado al final de su ponencia, juzgó que si el PRD no cambia “la gente lo va a echar al basurero de la historia y va a ser como un PST”.
Descartó que partidos como Morena sean una opción para quienes no comulguen con las ideas del PRD, y reiteró que no hay un partido político que satisfaga las necesidades sociales, “los partidos están divorciados del movimiento social, si no regresan sus ojos al movimiento social y entienden que son su base de legitimidad, van a ser apéndices de gobierno”.
Del papel de la Universidad Autónoma de Guerrero, mencionó que “se quedó cortó, le faltó solidaridad, ha faltado solidaridad, esta generación que está viviendo con intereses que no son propios de la juventud, que no se está tomando conciencia y se está perdiendo mucho el pensamiento crítico”.
Consideró que es importante que la UAG eleve su nivel profesional pero sin perder el espíritu crítico, porque la universidades tiene un papel de ser la caja de resonancia de lo que vive la sociedad.
Al final una reportera le preguntó su opinión sobre Sebastián de la Rosa, quien es actualmente coordinador de los diputados del PRD, Arestegui respondió “no tengo nada bueno que opinar, porque no tengo ni una opinión favorable y si no tengo una opinión favorable, ¿entonces para qué opino?”, sentenció Aréstegui Ruiz.
Sobre el gobierno estatal entrante que encabeza Héctor Astudillo y del regreso del PRI a la administración estatal y opinó que llegaba “prácticamente todo en su contra, con descontento social generalizado, una situación de pobreza que amenaza con profundizarse y una ausencia de diálogo”.
De la elección, dijo que fue “un proceso muy accidentado” y aseguró que no bastaba que ganara los comicios sino garantizar la estabilidad y paz al estado.
Consideró que el PRI “cada vez está demostrando llevar a país a una situación más caótica”.
Sugirió que para solucionar los conflictos en el estado se necesita de la creación de una agenda en la que participen todos los actores políticos y sociales para no enfrentar una situación de ingobernabilidad.